La agenda económica de Milei abrirá con un pago de USD914 millones al FMI y la renegociación del Acuerdo

Dentro de un mes y un día, el presidente electo Javier Milei deberá hacer frente al primer pago al FMI, en un contexto de reservas netas negativas y una revisión de metas correspondiente al séptimo trimestre del Acuerdo que, por su virtual incumplimiento, le pone suspenso a un eventual desembolso. El pago será por USD914 millones a cancelar el 21 de diciembre. Le seguirán otros USD2.550 millones antes de abril, es decir, antes de que la cosecha gruesa empiece a nutrir el mercado de cambios. Ya en la previa, analistas daban por descontado que, independientemente del ganador, el próximo presidente tendría en agenda la recalibración de las metas para los siguientes trimestres, incluso cuando Milei les adelanto que se pondría objetivos fiscales más exigentes de los planteadas por el organismo internacional.

El pago al Fondo en diciembre es el primer desafío urgente del próximo presidente porque se enfrenta a la necesidad de conseguir las divisas por la vía financiera o bien recurrir al swap de monedas con China, extendiendo estratégicamente las relaciones diplomáticas y económicas con el gigante asiático en contra de los dichos públicos durante la campaña presidencial. A su vez, será una muestra de gimnasia financiera que servirá de precedente para el pago a los acreedores privados de bonos Globales y Bonares por USD1.577 millones a pagar el 9 de enero y también USD1.945 millones adicionales al FMI en esa misma fecha. Incluso si consiguiera que el FMI desembolse USD2.500 millones, no serán suficientes para cubrir su primer trimestre de gestión. Y es que también deberá cancelar otros USD850 millones en febrero y USD790 millones en marzo. Un total de USD4.680 millones antes de la llegada de abril y el ingreso de los primeros dólares de la soja.

Sobre esto, Milei remarco en su primer discurso como presidente electo que la primera de las premisas que abraza es la de «Un gobierno limitado que cumple a rajatabla con los compromisos que ha asumido».

La forma en la que Milei construya un puente de divisas para que el Estado cancele sus deudas en dólares no sólo deberá estar acordada con el Fondo, sino también respaldado por el Congreso, donde la ley de Presupuesto espera a ser abordada. El proyecto presentado por el oficialismo no contemplaba un recorte del gasto, pero si una baja del déficit e inclusive un salto al superávit si se eliminaban algunas exenciones tributarias. Por el contrario, el plan de Milei consignaba un recorte del gasto con una corrección al menos parcial de los precios relativos: el dólar oficial y las tarifas.

Cabe recordar que en la última negociación con el Fondo, el equipo de Kristalina Georgieva exigía una suba del dólar del 100% y que, tras dos meses de pulseada, acabo siendo del 22%, tras las PASO, con un fogonazo inflacionario que en tres meses no solo trajo más atraso cambiario, sino que también elevó la brecha en detrimento de la recomposición de las reservas.

En este sentido, desde la consultora Invecq adelantaron que en los próximos meses la inflación será más alta que la de octubre y 2024 terminara con una inflación mayor a la de 2023 que, hasta octubre, ya acumulaba 120%. Al respecto, desde la consultora señalaron que «esta corrección tiene que darse en el marco de un plan de estabilización que sea consistente y creíble, el cual, a su vez, será el que determine la dinámica y el desenlace inflacionario de 2024″.

«De ser exitoso, la inflación de los primeros meses podría estar en torno al 20% mensual, para descender luego de manera paulatina y cerrar el año en un dígito mensual. Pero, si fracasa, podría darse un episodio símil ‘Rodrigazo’«, advirtieron.

Por Marcia Dell´Oca