Cambiemos endurece el discurso y acelera la campaña en el tramo final

Macri irá a Santa Fe y Tandil, se espera una mayor presencia mediática y mucha más calle a dos semanas de las PASO

La aparición de Mauricio Macri se convirtió en una herramienta de la oposición para dirimir las PASO en estas elecciones 2021. Las participaciones quirúrgicas del ex presidente buscaron inclinar al núcleo duro hacia una boleta o para otra. Los resultados de esa jugada ser verán recién el 12 de septiembre, día en que la provincia y la Ciudad de Buenos Aires serán protagonistas pero, sobre todo, la zona centro del país que se llevará las miradas cambiemitas. Por eso, esta semana comenzarán a acelerar la campaña, el dirigente del PRO recorrerá distritos clave como el territorio bonaerense, Santa Fe, la CABA y Córdoba para consolidar el discurso más radical de Juntos por el Cambio, un discurso con el que comenzó a amigarse, por ejemplo, María Eugenia Vidal que podría enfrentar la sorpresa llamada Javier Milei.

Macri, que ante voluntariados PRO dijo que hicieron «mucho buenismo, mucho pelotudeo» durante su gestión, reveló cuál es el objetivo de Cambiemos: conquistar la zona centro del país, algo que calificó como razonable dado que se trata de distritos donde pudo cosechar una buena cantidad de votos aún en 2019, cuando perdió ante el Frente de Todos. Entre esas provincias está Santa Fe, un territorio que esperan poder conquistar este año.

En Santa Fe, Juntos por el Cambio enfrentará cuatro boletas en la interna. Todas ellas tienen algún dirigente PRO en sus renglones pero Macri irá el martes para apoyar la nómina de Federico Angelini – Amalia Granata para el Senado y Luciano Laspina para renovar su banca en Diputados. Ya los había bancado en una entrevista con una radio local pero ahora lo hará cara a cara. Los ejes de esa campaña giran en torno a la economía, sobre todo la exportadora, la educación, el diálogo con la gente y la aparición mediática. Dato de color: los precandidatos para la Cámara Alta comunicaron su carrera electoral desde el edificio del Gobierno porteño, no desde la provincia.

Con una interna ajustada entre esa nómina y la de José Corral, los precandidatos esperan dar la puntada final con la presencia de los dirigentes del núcleo duro nacional. No sólo irá Macri, también lo harán Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich dado que en esa provincia sí coinciden en la lista a apoyar, no como en el caso de Córdoba o La Rioja.

Como presidenta del PRO que se quedó en el país y no se fue durante las negociaciones electorales, Bullrich corre con la ventaja de recorrer constantemente el país sin el temor de que su apellido «reste». Del lado de Macri, hasta ahora sólo estuvo de forma presencial en la Ciudad y provincia de Buenos Aires donde se mostró con Vidal y Diego Santilli. Esta semana estará en su ciudad natal, Tandil.

El interior es un sector clave para el candidato PRO. Según explican cerca de un dirigente bonaerense, el intendente Jorge Macri mide mejor en la zona productiva y en la primera sección electoral. Desde el lado de Santilli aseguran que él también está creciendo. Por eso, con la necesidad de jugar un buen partido de visitante en terreno de la UCR, el ex porteño estuvo en Junín, Chivilicoy y el sábado visitó Chacabuco donde pidió que el 12 de septiembre haya una alta participación e hizo foco en la coparticipación: «Buenos Aires genera el 40% del PIB y recibe el 22%, vamos a ir por una nueva ley de coparticipación”.

En el caso bonaerense, aún sin el primer candidato de la lista, también Macri se dedicó a recorrer el interior para mantener reuniones acotadas. La semana pasada, por ejemplo, se reunió con jóvenes que quieren irse del país. A ellos les pidió que se queden a votar y que esperen a ver el resultado de la elección: si gana Juntos por el Cambio, que se queden, si pierde, pueden irse.

Ese discurso también lo repitió en la Ciudad. El viernes recorrió el distrito porteño con Darío Nieto, su secretario privado y uno de los pocos nombres que pidió incluir en una lista, y el vidalista Emmanuel Ferrario. Ambos son precandidatos para la Legislatura de la Capital Federal. El primero, involucrado en la causa de espionaje ilegal, en noveno lugar y el segundo como cabeza de lista para convertirse en el nuevo vicejefe de Gobierno.

Vidal se dedicó a explotar el factor Macri. Se reunieron para hablar de educación y bancar las clases presenciales en plena pandemia e hicieron un Tik Tok juntos. La idea de usar esa red social fue de Ernesto Skidelsky, Subsecretario de Contenidos y Comunicación Digital del Gobierno, y no es casual: la juventud pasó a ser un eje central de la campaña.

Desde el Gobierno porteño consideran que la pelea por las clases presenciales durante la pandemia los dejó bien parados ante los jóvenes, un segmento en disputa con el Frente de Todos. No entienden, según los datos y recorridas que realizan, que el Frente de Todos tenga ganado a ese sector y saben que deberán pelear por él. Por eso los dos ejes en los que se metió Macri: migración y educación. Otro dato curioso: en el PRO reconocen que la gestión nacional de Cambiemos descuidó a esa parte de la población. Casi como redimirse.

Lo cierto es que después de una semana bastante calma, salvo por los chispazos en la interna de Córdoba, desde las filas cambiemitas aseguran que en los próximos días se pondrá el pie en el acelerador profundizando las recorridas y las apariciones mediáticas. Algo ya se pudo ver en los últimos días: endurecimiento del discurso de una Vidal que necesita recuperar al votante duro del PRO. De todos modos, esperan poder sacar, sólo con su nombre, un 36% de los votos en la PASO más los que puedan aportar Ricardo López Murphy y Adolfo Rubinstein. Entre los tres, estiman que estarán cerca del 40%, piso que se elevará al 50% para noviembre.

El desencanto por la política y la desilusión generada por algunos dirigentes le encendieron otra alarma a Vidal. «Ojo con Milei», dicen algunos. El liberal, si bien no ganará los comicios, espera llegar a un porcentaje de dos cifras. Macri elogió al dirigente y aseguró que tiene “un eje que comparto profundamente, que es la libertad. Milei tiene razón: nada justifica que te atropellen tu libertad”. Un poco para cooptar a sus electores y otro poco para darle un baño de aparato político tradicional, lejos de la premisa antisistema.

Entre esos favores electorales, Macri también iría a Córdoba para darle un empujón a la boleta de Mario Negri y Gustavo Santos, en una situación un tanto compleja y ajustada con la nómina de Luis Juez y Rodrigo de Loredo, apoyada por Bullrich. La lucha en esa provincia se convirtió casi en un paso de comedia: se pelean para ver quién es menos «tibio» para enfrentar a Cristina Kirchner en el Senado.

Fuente. CARLA PELLIZA para eldestape.com

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