Naufragó reunión de la CGT
La salida de los gremios moyanistas del Consejo y la fundación del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) presionan puertas adentro. Los dirigentes que todavía controlan el canal de diálogo con el oficialismo creen que detrás de las renuncias y el fin del triunvirato se esconde las intenciones de Hugo Moyano de regresar al poder de la Confederación.Por lo bajo, repiten que no tiene los votos suficientes para lograrlo y que el Consejo nunca le aprobará la incorporación de las nuevas organizaciones que hoy lo escoltan.
Además del Fresimona, que une al Smata, la Corriente Federal de Trabajadores y a las dos CTA, los Moyano se escudan en la Multisectorial 21F, que les permite cruzar un puente al Vaticano a través de Gustavo Vera. En la CGT miran con recelo la llegada directa del camionero y sus hijos al Papa Francisco. El protagonismo que tuvieron en el coloquio del Transporte de la semana pasada en Roma es un ejemplo. Ese convite fue organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias, que hace 20 años conduce Marcelo Sánchez Sorondo. El 21F aglutina a más de 1.500 organizaciones, entre ellas, decenas de gremiales de base que resisten a los secretarios generales inmóviles de la Capital Federal y toman decisiones en el Interior sin consultar. Otra señal de alerta.
En este marco, trascendió que algunos de los sindicatos que todavía integran el Consejo y que no están alineados a Daer ni a Acuña evalúan exigir a los cosecretarios el cumplimiento efectivo del estatuto de la CGT y obligarlos a que se convoque a una reunión plenaria por mes. La prevista para este jueves, naufragó.
Fuente: ámbito.com