Con la oferta más amplia de candidatos, el FPV busca recuperar el segundo lugar

Lo que suceda hoy con los votos del Frente para la Victoria en la Ciudad de Buenos Aires será uno de los temas de interés de la elección. Más allá del duelo por la sucesión de Mauricio Macri entre Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti, el kirchnerismo se encontrará ante el desafío de recuperar el segundo lugar como fuerza política del distrito. Esa es la expectativa central del FPV para el resultado de las urnas. Y la confianza en alcanzar ese objetivo está depositada en dos aspectos simultáneos que pueden incidir sobre los comicios. En primer lugar, la oferta múltiple de siete precandidatos a jefe de Gobierno, como también las dos alternativas de postulantes a legisladores (la oficial de Carlos Tomada, la alternativa de Edgardo Form), pueden atraer algunos votos adicionales. El kirchnerismo optó por ofrecer a los votantes una variedad de perfiles, historias y programas. Hay postulantes más asociados al liderazgo de la presidenta, otros que expresan cierta autonomía. El otro factor que podría beneficiar al FPV en su búsqueda del segundo lugar está justamente ligado a la figura de CFK y su imagen ante los porteños. En los cuarteles del proyecto político fundado por Néstor Kirchner aseguran que la aprobación a la mandataria está en un piso del 35% y en ascenso.
La elección de hoy también contará con un capítulo novedoso y significativo para el análisis de la actualidad y el futuro del kirchnerismo. Por primera vez desde que el FPV compite como tal en la CABA, un emergente de la irrupción juvenil –el abogado laboralista y presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde, que integra la mesa nacional de La Cámpora– competirá por encabezar la boleta en la categoría de jefe de Gobierno. El escenario ideal para la agrupación fundada por Máximo Kirchner sería que Recalde obtenga un triunfo nítido sobre sus rivales internos pero también supere en cantidad de votos al economista Martín Lousteau, candidato de ECO, con quien compite por ser el tercer precandidato con más apoyos detrás de Larreta y Michett. Algunas encuestas de último momento parecen darle a Lousteau una ventaja exigua, no determinante, que estaría dentro del margen de error. Lo que sí parece estar definido es que Recalde se impondrá sobre sus rivales internos del FPV, a saber: Aníbal Ibarra, Gabriela Cerruti, Carlos Heller, Gustavo López, Carlos Oviedo y Víctor Ramos. Si eso sucediera, Recalde tendrá 48 horas para definir el nombre de su compañero de fórmula para la elección general del 5 de julio.
A nivel general, en la sumatoria de votos de todos los precandidatos, los sondeos vaticinan que los números del FPV rondarán entre el 20 y el 25% del electorado. El análisis, como suele suceder en estos casos, dependerá del resultado final. Si el FPV llega al 25%, la evaluación será casi eufórica. Se trataría de un resultado muy bueno, impensado hace unos meses, cuando todavía estaba muy presente el impacto mediático del affaire Nisman, un caso que luego se demostró muy oscuro, con una inconsistente denuncia contra la presidenta, motivaciones políticas e intereses de grandes potencias involucrados en la maniobra. Si el resultado estuviera alrededor de los 22% o 23% sería bueno, indiscutiblemente digno, con posibilidades de crecer en la general. El humor comenzaría a cambiar si el escrutinio exhibiera un número final del 20% o inferior para el kirchnerismo. «En todos los últimos procesos electorales, como Salta, Santa Fe y Mendoza, el FPV estuvo por encima de la media de sus resultados anteriores en esos distritos. En la Ciudad, esta tendencia se va a ratificar con un crecimiento de la votación del FPV», vaticinó en la víspera el legislador Gabriel Fuks.
Al tratarse de una elección con competencia interna, el resultado también disparará un análisis hacia adentro de las propias filas. Hoy se resolverá la conformación de los nombres que postulará el kirchnerismo para la Legislatura. Compiten cuatro listas de legisladores: la primera, oficial, está encabezada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. La segunda lleva primero al legislador Edgardo Form (ligado a Heller). Ramos y Oviedo tienen sus propias listas de legisladores. La definición de la nómina final del FPV se hará a través del sistema D’Hont y con el requisito de superar un piso mínimo, acordado por la Junta Electoral partidaria: el 25% de los votos del kirchnerismo en esa categoría. La ubicación de los candidatos en la lista común se determinará –como corresponde al D’Hont– de la comparación de los porcentajes de cada sector. Si la lista que salga primera llegara a duplicar, o a triplicar, los votos de la lista minoritaria, los candidatos de la minoría podrían ocupar el tercer o cuarto puesto y desde allí seguir un reparto proporcional, con el sexto o séptimo lugar.

Fuente: Tiempo Argentino

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