Cerraron 450 cervecerías artesanales y 120 fábricas de cerveza en la pandemia
Los cerveceros artesanales atraviesan muchos problemas y ya no se sabe ni de dónde sacan fuerza para seguir en la lucha. El 92% no estaba preparado para el delivery, por eso, el 40% de las cervecerías ya cerró. Un producto que antes rotaba semanalmente hoy rota cada 65 días, porque la venta cayó a su mínima expresión.
Los problemas se agudizan: “Muchos no pagan las deudas a sus proveedores y compran cerveza a gente que no tiene ningún tipo de habilitación y que quizás tampoco podrá cobrar. Esos pequeños productores están a full y fábricas con capacidad de producir 25.000 litros, no venden ni la quinta parte. Todo se está bastardeando mucho, hay gente de toda calaña, pero están bastardeando un mercado que defendimos durante 25 años con sudor y lágrimas. Pero es necesario denunciarlos”, explicó el presidente de la Cámara de Ceveceros Artesanales.
En poco tiempo más, los que sobrevivan, se convertirán en un caso de estudio. Acostumbrados a vender directo desde los barriles o chopperas, tuvieron que reconvertirse y empezar a enlatar o embotellar la cerveza para poder distribuirla por delivery. No fue muy fácil el tema.
González contó: “Necesitamos máquinas para embotellar o enlatar, la más barata nacional es manual y cuesta $1 millón, tiene dos meses de demora en la entrega. Las importadas cotizan entre los U$D 50.000 y los 200.000 son líneas de enlatado o embotellado, también tienen 60 días de demora. Hay lista de espera, no tienen fecha de entrega”.
Y como si todo fuera poco, desde la Cámara de cerveceros artesanales se quejan de la competencia desleal. “Un litro de cerveza artesanal de una fábrica habilitada cuesta $140, hoy se consigue a $70. Sumado a que las cervezas industriales marcan la cancha a muy bajo costo y ofrecen por delivery una lata de cerveza a $42. Tampoco podemos vender a supermercados que nos pagan a los 160 días, una Pyme no puede soportar eso. Ya se perdieron 500 puestos de trabajo directos y 5000 indirectos”, señaló.
La única solución que ven es la llegada de la vacuna contra el coronavirus. “Nuestro negocio está orientado al esparcimiento, al alquiler de choperas, eventos al aire libre y food trucks. Hoy muchos cierren, se asocian para poder vender en retail o compiten deslealmente. Se hace muy difícil todo”, contó preocupado Juan Manuel González. Reconoce que es un sector que se sobresaturó en los últimos años, pero también explica que invirtieron mucho y aún no pudieron recuperar lo invertido ni pagar deudas.
Fuente. BAENegocios