Autos aumentaron hasta 80% en el último año
Termina hoy un Gobierno: tiempo de balance. Para el sector automotor, el final de este ciclo tiene pocas cosas en la columna de aciertos. La prórroga por 10 años del acuerdo comercial con Brasil, que le otorga certidumbre a esta industria, puede ser uno de los puntos a destacar. No mucho más. El resto, todas penurias. El derrumbe de las ventas que lleva ya 20 meses sacudió a fabricantes, importadores y vendedores. Este año, el mercado terminará con una baja de casi el 50% respecto de 2018 y, con 430.000 operaciones, quedará en niveles de hace 15 años, cuando la economía estaba recién escapando del colapso de 2002. Para este diciembre se espera que los patentamientos se ubiquen en apenas 15.000 unidades. Un volumen para repartirse entre 12 fábricas y una veintena de distribuidores de marcas extranjeras.
La explicación de esta crisis profunda se encuentra en el salto del tipo de cambio que se inició en abril del año pasado y, aunque goza por estos días de una “tensa calma”, tiene un futuro incierto. En un rubro en el que más del 70% de los 0 km que se venden son importados y los que se fabrican localmente tienen mayoría de sus piezas que llegan del exterior, la ecuación es simple: sube el dólar, aumentan los autos.
Dos aclaraciones que habría que tener en cuenta es que la comparación se realiza sobre la base de los precios de lista oficial de las marcas. Ante la caída de demanda y el abultado stock que todavía se mantiene, abundan las bonificaciones, por lo que el valor de transacción de los vehículos está, normalmente, por debajo de la lista oficial. En algunos casos puede representar más del 20% del valor de lista. Lo mismo no sucede para los suscriptores de planes de ahorro que, con cada cuota, pagan el valor pleno del modelo a adquirir y explica la caída de nuevos adherentes y las bajas del sistema de los ya asociados. Estas operaciones representan el 25% de las ventas total.
El otro punto a aclarar es que, con el paso de cuatro años, algunos modelos sumaron mayor equipamiento y tecnología por lo que en el aumento de precio puede caber el atenuante de ofrecer un producto mejor.
La expectativa en el sector es que con la llegada del nuevo gobierno se produzca una leve recuperación -algunos prefieren llamarlo modestamente “veranito”- como consecuencia de un aumento de la brecha cambiara y la inyección anunciada de pesos que, ante la falta de opciones de inversión, con una esperada baja de tasas, se vuelquen al consumo. Pero esas son especulaciones, la realidad es lo que pasó y lo que pasó en este sector no fue bueno.
Fuente. ambito financiero