Una de las voces ante el mercado

Uno de los interlocutores con el mercado internacional que propone Alberto Fernández es Guillermo Nielsen. El flamante precandidato valora aquello que el economista explota como carta de presentación: “Negociador de los dos acuerdos de la Argentina con el FMI del 2003 (con Duhalde y con Néstor Kirchner)”, sostiene en su breve biografía de Twitter. Fernández considera que fue el ex secretario de Finanzas quien le puso el cuerpo a la primera etapa de la reestructuración de la deuda, donde se logró normalizar el 76 por ciento de los pasivos en default. No se trata de una definición irreversible sobre un hipotético equipo económico sino la validación de un interlocutor para una precuela que no está exenta de resistencias internas. Desde el Grupo Callao explican que el mensaje que pretende enviarse a los mercados y organismos multilaterales es doble: los vencimientos de la deuda externa se van a cumplir pero Argentina llegará con una posición dura a la hora de (re)negociar.

Nielsen no es un outsider del sistema financiero pero tampoco es un personaje valorado por banqueros, analistas y operadores. Ni en Buenos Aires ni en Nueva York. Fernández tiene estima personal por el economista con quien mantiene un aceitado diálogo. El precandidato considera que  Nielsen tuvo un rol más importante que el que le fue reconocido durante la reestructuración encabezada por el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna. Desde la perspectiva del ex Jefe de Gabinete, la exitosa negociación con los acreedores constituye un momento fundacional de los gobiernos kirchneristas.

La operación fue una de las más exitosas de la historia por las condiciones financieras (quita, reducción de intereses y extensión de plazos) pero, fundamentalmente, por el subsiguiente desempeño macroeconómico del país. Argentina no solo experimentó un sostenido proceso de crecimiento sino que estuvo acompañado por mejoras en el mercado de trabajo a partir de la creación de empleo registrado y la recuperación de las negociaciones salariales como herramienta para recomponer ingresos de los trabajadores. La reestructuración de 2005 constituyó así el puntapié inicial, pero desde entonces los gobiernos encararon una serie de medidas que permitieron ampliar grados de libertad para desarrollar su política económica.

Fernández decidió ungir a Nielsen para el recorrido inicial que comenzó el sábado sin desconocer las resistencias que despierta su figura entre propios y ajenos. No solo genera rechazo, por ejemplo, la sintonía en redes sociales con el violento economista mediático Javier Milei sino que sus valoraciones macroeconómicas están en las antípodas de las expresadas por los colaboradores más cercanos a Fernández y CFK. Nielsen fue ministro de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires en 2006, embajador argentino en Alemania entre 2008 y 2010 y el fallido precandidato a jefe de Gobierno porteño por el Frente Renovador en 2015. A pesar de la responsabilidad depositada por Fernández, Nielsen no será el único encargado de transmitirle calma y racionalidad a los mercados. El ex ministro Axel Kicillof ya comenzó con ese intento en reuniones privadas con grandes inversores e intervenciones públicas, como su reciente exposición en el Wilson Center de Washington.

Fuente. Pagina12

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