Desarrollo Argentino: medicamento para combatir el síndrome urémico hemolítico

El síndrome urémico hemolítico es una gran preocupación para la salud de toda la región, ya que Argentina tiene la mayor tasa de incidencia a nivel mundial de esta enfermedad. Ante esta situación, dentro del país comenzó a desarrollarse un medicamento, que fue probado con éxito a través de un estudio clínico realizado en el Hospital Italiano.

Se trata de un antisuero que actúa neutralizando la toxina. El resultado de los preclínicos, que se iniciaron a fines de 2017,  indicó que se protegió con éxito y sin efectos secundarios la salud de los ratones. Luego se desarrolló la primera fase, de la que participaron 14 personas que recibieron el suero por vía endovenosa y, nuevamente, el resultado fue positivo.

“No solamente es inédito por la magnitud del problema, si no también es importante destacar que es la primera vez que un grupo de científicos argentinos trabajando por una enfermedad que afecta primariamente a nuestro país desarrolla un tratamiento, cuando en otros lugares del mundo no se ha podido encontrar uno adecuado”, comentó Ventura Simonovich, jefe de la sección de Farmacología Clínica del hospital, al diario Clarín.

El síndrome urémico hemolítico es una intoxicación alimentaria producida por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Escherichia Coli. La principal causa puede provenir de la carne mal cocida, pero también el contagio se puede generar a través del consumo de leche sin pasteurizar, verduras y agua no potable.

En el país se producen alrededor de 5 mil infecciones de Escherichia Coli por año, por las cuales unos 400 niños desarrollan el síndrome urémico hemolítico. Los números son impactantes: en Argentina se registran casi la misma cantidad de casos que en todo Europa.

Cabe destacar que hasta la fecha no existe un tratamiento específico aprobado para combatir la enfermedad. Por el contrario, la medicina se limita a tratar los síntomas y el compromiso de los órganos afectados.  Esta enfermedad puede implicar serias complicaciones renales, dejar secuelas de por vida y, en algunos casos, provoca la muerte.

A partir de los buenos resultados obtenidos, en los próximos meses se iniciará una nueva fase del estudio del medicamento, que se desarrollará con un equipo de pediatras y nefrólogos del Hospital Italiano. Estiman que esta fase durará unos dos años. De culminar con éxito, quedará en condiciones de ser aproado y comercializado.

Fuente. el intransigente

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