La grieta eterna: Menottismo versus Bilardismo

Sobre los resultados y las formas, sobre los métodos y los valores y sobre algunos varios sinsentidos se basan los cimientos de la disputa más antigua y menos saludable del fútbol argentino. Menotti- Bilardo, Bilardo-Menotti es el antagonismo en sí mismo. Nació desde las posturas futbolísticas encontradas pero se expandió y transformó en un hecho cultural nacido en la necesidad mediática de la antinomia.

Como todo lo forzado se terminó yendo de las manos. Repleto de papistas y carente de debates constructivos, la dicotomía que divida el pensamiento futbolero en Argentina parece no tener fin, pero si algunos pocos valiosos intérpretes y Fernando Signorini es uno de ellos. Compartió no sólo filosofía futbolera con el nuevo Director de Selecciones Nacionales, César Luis Menotti, sino también la campaña que llevó a El Flaco a Barcelona donde conoció a un Maradona en plena explosión.

El destino en celeste y blanco lo reunió con Diego como técnico y Lionel Messi como abanderado en la cancha. Signorini, trabajo con los mejores porque es el mejor entre los suyos. En preparación física de alta competencia hay pocos como él.

La relación con Diego fue en el ´83 cuando, según sus propias palabras, “viaje a Barcelona sin billete de regreso”. La llegada Menotti al Barca y la presencia de “aquel” Maradona le marcaron la vida. Diego, para afrontar su mejor obra como futbolista en México ´86 le pidió a Bilardo que Signorini sea su preparador físico personal. Sí, ese barrilete cósmico lleno de magia se hizo con la habilidad de Maradona pero también con la preapración física del hombre de Lincoln. “Es cierto que me identifico más que con el fútbol de César que con el de Bilardo, pero la primera diferencia y lo que más me acerca a él es la cuestión ética. Con Bilardo sólo tengo una relación de respeto” supo contar en algún momento.

Fuente. Infocielo

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