Todo lo que tenés que saber sobre la copa menstrual

De las cerca de 10 millones de mujeres que menstrúan en Argentina, sólo una minoría usa el método más económico y con menos contraindicaciones para la salud: la copa menstrual. Sin embargo, en los últimos años la divulgación de sus beneficios hizo crecer el número de adeptas en todo el mundo.

Si bien la primera fue patentada en 1937, pasaron más de 80 años para que se volviera popular. Uno de los puntos que se destacan a favor es su valor económico: cuesta entre 400 y 800 pesos y puede durar hasta diez años.

“Inclusive si consideramos el precio más caro del mercado de copas menstruales y el gasto mínimo que tenemos mes a mes con los métodos tradicionales, en menos de 12 meses amortizamos la compra”, sostienen desde Economía Feminista, organización que trabaja en la visibilización de la desigualdad de género.

Como su nombre lo indica, la copa menstrual es un recipiente cóncavo y pequeño que se inserta en la vagina durante la menstruación. En lugar de absorber el flujo y el sangrado, los recoge y contiene hasta que su usuaria la retira.

Dependiendo la marca, están hechas de silicona médica, TPE (elastómero termoplástico) o látex. Estos materiales no irritan ni secan las paredes vaginales y, a diferencia de algunos tampones, tampoco dejan restos de fibras. Además, es compatible con todo tipo de actividad física, incluso las acuáticas.

Previo a cada uso, el recipiente debe esterilizarse con agua hervida. Luego, se coloca con las manos limpias y se saca de la misma forma. Para guardarla, se enjuaga con agua fría y se guarda en una caja de cartón, madera, o envuelta en tela.

Al igual que con tampones y toallitas, la frecuencia con la que debe quitarse y vaciarse depende de cada cuerpo. Si el flujo es intenso, puede ser cada tres o cuatro horas y si es medio o bajo, hasta doce.

A algunas mujeres les resulta un tanto difícil acostumbrarse a usarla, pero suelen encontrar la comodidad pasados algunos ciclos. La mayor parte de las marcas trabaja –como mínimo– dos tamaños, que la usuaria elegirá de acuerdo a la edad, a si tuvo o no un parto natural, si es virgen o tiene una vida sexual activa, entre otros factores.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *