Cómo funciona el test rápido para detección de HIV

l Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) puede tardar años en presentar síntomas. A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay alrededor de 36,7 millones de personas que lo padecen y que cada año se producen 1,8 millones de infecciones nuevas. Se trata de una enfermedad que se contrae a través del contagio sexual, pero cuya primera etapa es prolongada y el paciente no presenta síntomas, lo cual dificulta su diagnóstico hasta fases más avanzadas. La infección es progresiva y afecta de ese modo al sistema inmunitario, aumentando así el riesgo de que la persona contraiga infecciones comunes.

En Argentina, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hay alrededor de 120.000 personas con VIH. De ellas, el 64% está recibiendo tratamiento antirretroviral. Es necesario tener en cuenta que para que las personas reciban tratamiento tienen que haber sido diagnosticadas, para lo cual existen tests que permiten hacerlo de manera rápida.

Este tipo de pruebas permiten a las personas conocer si tienen la enfermedad, pero al mismo tiempo abre la posibilidad de algo mucho más importante: que puedan comenzar un tratamiento de forma temprana. Así, quienes padezcan VIH podrían evitar las complicaciones de la salud que son prevenibles una vez realizado el diagnóstico. El tratamiento y los estudios de seguimiento se pueden realizar en forma gratuita en algunos hospitales y en centros de salud. Para hacerse la prueba las personas no necesitan estar en ayunas ni ser mayores de edad. Tanto en la Provincia de Buenos Aires como en la Ciudad de Buenos Aires las personas se pueden realizar el test en algunos centros de salud.

Existen dos maneras diferentes de realizarse el test: la rápida y la convencional.

Cuando una persona elige realizar el test rápido se le extraen unas gotas de sangre de la yema de un dedo y se las deposita sobre una tira reactiva. Antes de realizar la prueba, se le explica al paciente cómo se hace, qué implican los resultados y se le aclaran todas las dudas o preguntas que tenga. Quince minutos después de la extracción el paciente tendrá disponible el resultado que, por supuesto, puede ser negativo o positivo. En el primer caso, no es necesario realizar más pruebas porque el test indica que no hay infección. En el segundo caso, por el contrario, es necesario realizar una extracción de sangre para hacer estudios complementarios que permitan alcanzar un diagnóstico definitivo.

El test convencional es diferente al rápido. Se le realiza al paciente una extracción de sangre para una prueba conocida como Elisa. Si el resultado de esta prueba es no reactivo significa que no hay infección. Si el resultado es reactivo, es decir, positivo, el test no es suficiente para saber si la persona está infectada. Es necesario extraer una segunda muestra de sangre para estudios complementarios que permitan llegar a un diagnóstico definitivo.

En caso de que se confirme un resultado positivo es necesario hacer una consulta médica y evaluar el tratamiento adecuado.

Lo más importante que las personas que quieran realizar la prueba deben saber es que busca en la sangre los anticuerpos que produce el organismo cuando ingresa el VIH. Desde que el virus entra al organismo hasta que los anticuerpos se detectan en la sangre puede pasar hasta un mes -lapso conocido como período ventana- momento durante el cual el test puede ser falsamente negativo.

Fuente. iProfesional

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *