Vidal desafía al PJ, pacta con Massa y altera al PRO

Aunque el operativo se coronará -o no- el 4 de diciembre cuando se planean votar las nuevas autoridades, Vidalestructuró una táctica preventiva. Obligada a negociar la gobernabilidad con el FpV o con el FR, optó por el massismo porque entendió que hacerlo con el PJ hubiese sido una mala señal.

Fue más lejos cuando, sin un nombre puro para poner como número uno, le propuso a Massa que la presidencia la ocupe Jorge Sarghini, el ex ministro de Economía y actual presidente del bloque del FR. El tigrense sospechó de tanta bondad y dudó de aceptar el acuerdo que el planteaba con un massista como vice.

Jugó, en medio, otro factor: Vidal no quiso que el primer lugar sea de un macrista que no viniese de su esquema -estaban Norberto Yans, ligado a Daniel Angelici, y Marcelo Daletto, que reporta a Emilio Monzó– y su oferta propia, Manuel Mosca, variante que suponía un riesgo como el que en 2007 sufrió Daniel Scioli cuando quiso imponer como presidente a Martín Ferré y los legisladores del FpV se amotinaron.

Al final, a gobernadora electa, en una reacción osada, prefirió cederle el mando a un massista antes que proclamar a un macrista que no es de su línea interna. El fin de semana, apenas trascendió que el acuerdo se había cerrado en una charla entre Massa y Vidal, desde el PRO asomaron quejas por un razonamiento lineal: aunque tendrá al vice de Diputados, la gobernadora tendrá a un gobernador radical y, todo indica, los dos presidentes de bloque de Cambiemos serán, también, dirigente de la UCR.

Vidal se escuda en que el acuerdo bonaerense responde a una lógica mayor, un principio de acercamiento entreMacri Massa, que se expresará en el Congreso y será una de los indicios sobre a qué dirigentes opositores preferirá el presidente electo como interlocutores para acordar la gobernabilidad.

La gobernadora, que jurará el jueves 10, horas después de que lo haga Macri, se amparó en ese acuerdo macro pero lo usó, a la vez, para mandar señales hacia sus socios internos. No es el primer caso. Lo hizo a fines de octubre cuando, apenas ganada la elección, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, salió a autoproponerse como jefe de Gabinete bonaerense.

Vidal evitó decirle que no pero eliminó la jefatura de Gabinete. Ahora, el alcalde y primo del presidente se prepara para comandar las empresas del grupo BAPRO. Algo similar ocurrió cuando Angelici quiso (dicen que de muy malos modos) imponerle el nombre del titular de Loterías y Vidal le dijo que no. Irá a un hombre de su entorno aunque no es «enemigo» del presidente de Boca.

Con los radicales ocurre lo mismo. Como gesto, la gobernadora le ofreció lugares en su gabinete pero cuando los delegados de la UCR acercan propuestas, en vez de arrimarle «funcionarios para gobernar», le acercan«dirigentes radicales con historia política».

Propuesta

Sigue, por eso, en veremos lo que ocurrirá con Salud y con Producción, dos lugares donde podrían ir figuras propuestas por la UCR. «Traigan ternas de gestores», piden desde el vidalismo.

La electa, que avanzó la semana pasada en la transición con Daniel Scioli aunque sin ponerse de acuerdo sobre el rojo provincial, encontró en Massa y, en particular en Sarghini, la llave para dinamitar la frágil unidad del FpV, que remó por inercia para mantener a Horacio González como presidente de la Cámara, que jugó todos estos años con la sombra silenciosa y la doble firma de José Ottavis.

Acordar con ese clan era, para Vidal, «inaceptable» porque implicaba cerrar un acuerdo de convivencia política, y «de números», con La Cámpora, uno de los fantasmas sobre los que el PRO construyó su discurso de «cambio».

El atajo le llegó con la oferta de poner a Sarghini de presidente, escoltado por Mosca como vice, lo que dejará al peronismo casi en un desierto en medio de una batalla interna por la construcción de jefaturas y liderazgos.

Aunque tiene su propia lógica, porque en la Legislatura bonaerense La Cámpora tiene bloque numeroso, el acuerdo Vidal-Massa anticipa la que puede ser la línea de acción de Macri respecto del peronismo: avanzar en los pactos de gobernabilidad con el Frente Renovador de Sergio Massa y, en paralelo, tener vínculos y relaciones con el peronismo territorial, sean gobernadores o intendentes, prescindiendo de la intermediación de Cristina de Kirchner.

Es, de todos modos, una tesis diferente a la que esgrimen sectores PRO que proponen que Macri elija como antagonista e interlocutora de la oposición a Cristina de Kirchner para, de ese modo, profundizar la crisis en el peronismo y evitar, de ese modo, que el PJ unifique personería y postura política.

Fuente. Ambito Financiero

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *