Ahora amenazan con una huelga de 36 horas

Los dirigentes que impulsaron la medida de fuerza celebraron lo que calificaron como «contundente», aunque el camionero Hugo Moyano reconoció que es difícil de mensurar y por ello prefiere no hablar de éxito. A su vez, en conferencia de prensa en la CGT Azopardo, advirtieron una posible continuidad el 15 de abril con un paro por 36 horas.

Desde el gobierno nacional, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, cargó nuevamente contra los gestores del paro pero descartó toda posibilidad de instrumentar sanciones.

Pese a que siempre fue la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt) la que estuvo al frente de la convocatoria, ayer los oradores de la conferencia de prensa fueron el dueño de casa, el camionero Hugo Moyano; el gastronómico y titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo; y el secretario General de la CTA disidente, Pablo Micheli. Moyano rescató que «hemos interpretado el reclamo de la gente». Y, a su turno, Micheli calificó la jornada de protesta como «histórica» contra una política de «ajuste contra los trabajadores».

La participación de Barrionuevo sobresalió por su contenido polémico. En la conferencia, el dirigente reivindicó «el tercer paro contundente» contra el gobierno, adelantó una posible protesta por 36 horas para el 15 de abril, y reclamó el pago de la deuda que el Estado tiene con las obras sociales.

Sin embargo, en una entrevista radiofónica dejó a un lado la seriedad y, en alusión al ministro de Economía, Axel Kicillof, lanzó que «el rusito no tiene respuesta», dando lugar a la polémica.

El moyanista titular de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, polemizó con los partidos de izquierda que cortaron accesos a la Capital Federal: «le dan el argumento al gobierno de decir que impiden la circulación».

El titular de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, reiteró la realización de un paro era legítima pero «no oportuna». Por su parte, el precandidato Sergio Massa reiteró su promesa de eliminar el tributo de la polémica si es elegido en octubre. En esa línea, el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, dijo que la medida «revierte la lógica solidaria del movimiento obrero».

Mientras que, el líder del gremio del subte ATSyP, Roberto Pianelli, condenó la «sensación de que todo el mundo paga Ganancias, basada en una campaña mediática fuerte».

Desde el gobierno, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, calificó el paro como «extremo e irracional». A tu turno, el ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, atribuyó a la medida «connotaciones políticas». Además, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, apuntó contra los impulsores del paro cuando dijo que «todavía quedan algunos dinosaurios» en el gremialismo local.

Fuente: Tiempo Argentino

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