El Gobierno acusó de «golpismo» los dichos del jefe de los industriales

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, consideró este jueves que «los agravios y descalificaciones de (Héctor) Méndez a legisladores del Frente para la Victoria y ministros del Gobierno son una nueva provocación, como las que vienen exhibiendo hace algunos días las mismas corporaciones, y algunos personajes antediluvianos que en el pasado no dudaron en promover golpes de Estado cuando no pudieron imponer sus políticas».
A través de un comunicado de prensa, desde Beijing y antes de volver a Buenos Aires, el ministro replicó dichos del titular de la UIA, quien dijo que «la lealtad incuestionable de su tropa al Gobierno» le recuerda «al proceso militar y a la famosa obediencia debida».
También las palabras del funcionario salieron al cruce de las explicaciones que al respecto esbozó el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss.
«Si los legisladores y ministros no respondemos a las ideas de la conducción del partido al que pertenecemos ¿a quién vamos a responder? ¿A lo que ordene Méndez y las corporaciones?», se preguntó el ministro y destacó que los diputados y senadores que forman el Frente para la Victoria, que conduce la presidente, Cristina Kirchner, «estamos haciendo realidad el país con el que sonamos y todos acompañamos con lealtad a partir de nuestras convicciones».
«Esto seguramente nos diferencia con Méndez porque el anhela volver al país que cerró 75.000 empresas y dejó 25 por ciento de desocupación, y nosotros defendemos y queremos profundizar éste que empezó en el 2003 y que lleva creadas 400.000 comercios y establecimientos fabriles e
industriales, casi duplicando el PBI industrial y permitió que tengan más ganancias que nunca», explicó De Vido.
El ministro aseguró que «Méndez sabe bien lo que dijo y todos los entendimos bien» por lo que «no necesita que salgan exegetas ni traductores como el presidente de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss, que aún no expresó en concreto, ni tampoco lo hizo su cámara, en qué lo afecta la nueva Ley de Abastecimiento a su sector, ni realizó ninguna contrapuesta».
Por su parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, acusó al titular de la Unión Industrial Argentina de faltarle el respeto a «las instituciones de la democracia», luego de que el dirigente fabril dijo que la mayoría oficialista del Congreso actúa con «obediencia debida» como durante la «dictadura».
«Catalogar como una dictadura a la mayoría en el Congreso del Frente para la Victoria constituye una acusación temeraria, absolutamente infundada, que es una falta de respeto a las instituciones de la democracia y de los partidos políticos», enfatizó Capitanich.
En declaraciones formuladas en la Casa de Gobierno, el jefe de ministros señaló que «el Congreso tiene 257 diputados y 72 senadores, todos elegidos por voluntad popular, y el señor Méndez no es elegido por la voluntad popular sino en representación de los grandes grupos económicos».
Según dijo, esos grupos de compañías «ponen a empresarios de menor envergadura relativa para defender en forma encubierta sus intereses; es decir, son mascarones de proa para que digan lo que ellos no se animan a decir».
«No sé de qué se quejan, cuando toda la oposición representa genuinamente los intereses del G-6 y de los grupos concentrados que tienen una calificada representación en el ámbito del Congreso», puntualizó.    De igual modo señaló que «evidentemente estos intereses no coinciden con la mayoría del pueblo argentino que le brindó al Frente para la Victoria la mayoría en el Congreso».
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