Crece la interna del gobierno: Villarruel apuesta a un espacio de centro-derecha para disputar las listas del 2025
La vicepresidenta sigue con su armado territorial. En su entorno sostienen que puede representar a los votantes moderados del oficialismo.
La historia de amor del rebelde sin causa y la pulcra chica de familia tradicional llegó a su fin. Después de varios amagues, Javier Milei cortó de cuajo las especulaciones sobre la verdad de su relación con Victoria Villarruel y puso luz a un secreto a voces que circula en las filas libertarias desde mucho antes de la llegada de la dupla a la gestión nacional.
“Villarruel no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones. Ella está cerca de la casta.” El dardo presidencial fue letal. En las terminales de la vicepresidenta reconocen que, si bien el vínculo está completamente roto desde hace meses, no se esperaban el golpe. La vice se enteró mediante sus colaboradores de los dichos de su ex compañero de banca pocos minutos después. A la sorpresa del ataque gratuito le siguió el enojo.
Inmediatamente después, Villarruel ordenó a su tropa pensar en conjunto qué y cómo responderle al presidente. Quienes conocen de cerca a la castrense insisten en que no abandonará su temple, pero no escatimará en “aclararle al presidente los conceptos que tiene equivocados”, exponen. A casi 24 horas del bombazo, en el Senado aún no tienen definido cuál será el medio por el que la vice saldrá a replicar los dichos de quien en algún momento fue su amigo, con quien no se comunicó en privado para hacerle saber su malestar.
Mientras tanto, en Casa Rosada la habilitación oficial del presidente no hizo más que facultar a todos sus alfiles a salir del closet y disparar sin rodeos contra la mejor vicepresidenta que lograron conseguir en un turbulento cierre de listas. “Ella siempre tuvo agenda propia, eso no es una novedad. ¿Por qué tendría que tomar decisiones si está en el Senado y no en Casa Rosada?” dicen por los pasillos. La chicana es doble. En los albores de la gestión libertaria, la vicepresidenta electa había solicitado un despacho en Balcarce 50, un deseo que nunca fue cumplido. Las malas lenguas le atribuyen la jugada a Karina Milei, quien tiene una fuerte disputa con la castrense desde el cierre de listas del 2023.
Tiempo después de llegar a la gestión, desde las terminales del libertario dieron a conocer que la entonces candidata había amenazado con bajarse de la fórmula si no la contentaban con ciertos nombres en las listas. Aquella jugada enfureció a Karina y a Santiago Caputo, pero fue un movimiento posterior lo que la terminó de apartar para siempre del círculo íntimo del ex cantante de rock.
Según pudo saber Tiempo, durante las semanas previas al balotaje, la todavía candidata a vicepresidente visitó sola la embajada estadounidense. Allí, rodeada de diplomáticos y figuras de incalculable poder político, la entonces diputada presentó a un grupo de hombres quienes, ella misma afirmó, formarían parte del gabinete. El movimiento enfureció a Karina. La hermana presidencial no sólo no entregó el despacho que Villarruel pidió con énfasis en Casa Rosada, tampoco se le concedieron las carteras de Defensa y Seguridad que la castrense ya tenía prometidas. Desde aquel momento, todo se vino a pique.
El único que intentó salir a calmar las aguas fue el siempre conciliador Guillermo Francos. El jefe de gabinete es de los pocos funcionarios del gobierno que aún conserva un vínculo cordial con la vicepresidenta y nunca estuvo de acuerdo con la decisión del Triángulo de Hierro de romper todo lazo con el Senado. «Cuando el presidente dice que está cerca de la casta se refiere a que trabaja con los senadores”, dibujó con astucia esta mañana.
Los dichos del heredero de la silla de Nicolás Posse generaron cierto recelo entre los amantes del cuidado del pedigree. “Ya lo dijo el presidente: si no se alinean, se tienen que ir”, dijo una envalentonada voz libertaria. Esta no es la primera vez que la personalidad dialoguista del funcionario choca con los modos de “los pibes” que habitan el primer piso de la casa de gobierno, que leen este presente como una oportunidad única para dividir al arco político entre aliados y enemigos. “Él siempre va a intentar consensuar”, insisten cerca del jefe de gabinete.
El contrarmado de Villarruel
La agenda separatista de la vicepresidenta no es lo único que molesta desde hace meses en la mesa chica libertaria. En silencio, Villarruel no sólo recorre todos los fines de semana el interior del país sino que habilitó a su tropa a construir en el territorio. “Ellos quieren polarizar con el kirchnerismo y salen a romper todo lo que esté en el medio y eso incluye a Victoria, por eso salen a limarla. Es muy innecesario e injusto”, exponen desde el Senado. El “medio” son los votos que en las filas del villarruelismo trabajan para salir a conquistar el próximo año.
Con Francisco Paoltroni a la cabeza, en el Senado trabajan para construir un espacio de centro derecha nacionalista que mantenga las banderas de la libertad con las que el presidente llegó al poder pero sin colgar los trapos de la institucionalidad y el desprecio por la casta que el libertario, dicen, perdió desde el momento en que oficializó a Ariel Lijo como su candidato para la Corte Suprema.
Los fierros del armado se desplegaron en todo el país. En Capital, la bendición se la entregaron a la ex vicepresidenta de la UIF y ex candidata a senadora, María Eugenia Talerico. En Santiago del Estero trabaja la ex apoderada de La Libertad Avanza, Norali Sosa;
Belén Varela en San Juan; la diputada provincial Brenda Buchiniz en Neuquén; la ex candidata legislativa Cynthia Mesa en Chaco y el ex concejal Luis Giachino en Mendoza.
“Hay entre un 15 y 30% de votantes que creen que el presidente tranzó con los que dijo que venía a combatir. A ellos apuntamos. Queremos un armado que incluya a sectores que realmente no tengan nada que ver con la vieja política y se sumen a una causa que siempre nos pareció justa pero algunos se olvidaron de mantener”, expuso ante Tiempo un miembro de este nuevo espacio que tendrá su lanzamiento oficial el próximo 17 de diciembre.
Como desde el inicio de la gestión, en Casa Rosada le bajan el precio a todo lo que esté relacionado a la vicepresidenta. Como ya contó este medio meses atrás, para un alfil del presidente el porcentaje de imagen positiva que mantiene siempre en alza Villarruel no es más que consecuencia del presidente. “Si ella decide sacar los pies del plato antes de tiempo, los 45 puntos que tiene van a pasar a ser 12”, dijeron sin piedad desde las terminales de Milei.