Precios: el Gobierno convocó a empresas de consumo masivo
El llamado comprende a las grandes empresas de alimentos, a las que producen harinas y sus derivados, y a las compañías de artículos de limpieza y perfumería
De la presencia del presidente del Banco Central, Miguel Pesce, se desprende que también se conversará sobre las restricciones que operan en el acceso al mercado de cambios para importar insumos. Las firmas advierten que el margen para sostener la actividad es cada vez más estrecho. Aseguran que en los últimos días el Gobierno volvió a “pisar” las compras al exterior. Hasta el momento no se dieron a conocer casos relevantes de suspensión de turnos o frenos en la producción, pero en algunos rubros que tienen mayor dependencia de insumos que no se producen en el país, como la electrónica, ya hubo reacomodamientos de horarios en función de las limitaciones.
La semana pasada, durante la inauguración de un mercado popular en Lomas de Zamora, el presidente Alberto Fernández llamó a empresarios y sindicalistas a lograr un acuerdo de precios y salarios por 60 días para «resolver el problema de la inestabilidad que sufren los argentinos». Antes, en el día de su asunción como ministro de Economía, Massa había anticipado una convocatoria a la Confederación General del Trabajo y la Unión Industrial Argentina para determinar un método de compensación para los sueldos. Sobre ese cónclave, no se cursaron invitaciones oficiales aún.
A raíz de la escalada inflacionaria, que marcó su punto más alto en el año durante julio, en el gabinete económico analizan herramientas que van desde un aumento de salarios de suma fija generalizado hasta la entrega de un bono que podría pagarse en más de una cuota por una cifra cercana a los $70.000. Es desde el propio sindicalismo que rechazan la idea de una suba salarial por decreto que se incorpore al salario básico de los trabajadores. Entienden en la CGT que esto debilitaría su posición en las paritarias y que generaría “distorsiones”.
La parada previa a ese debate será el lunes que viene cuando se concrete la postergada reunión del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil. Si bien este indicador tiene impacto directo sobre los programas sociales e influye menos en los asalariados formales, será un termómetro del tono de las discusiones que se vienen entre empresas y sindicatos.
Por Andrés Lerner