Fuerte suba de los medicamentos
La disparada de precios se ubica muy por encima de la inflación promedio de 51,4 por ciento registrada en el último año.
El Observatorio de la Salud de la Unión Argentina de Salud (UAS) presentó un informe donde especifica que en el mes de agosto los medicamentos ambulatorios -aquellos que se venden bajo receta- aumentaron un 3,2 por ciento, por encima del IPC general, que fue de 2,5 por ciento. A su vez, con respecto a agosto de 2020, los remedios subieron 74,7 por ciento en promedio, contra un 51,4 por ciento de la inflación acumulada en ese mismo período
UAS aclaró además que “en comparación con Estados Unidos, en la Argentina los precios de los medicamentos más utilizados se duplican, triplican y hasta cuadruplican en relación al salario mínimo”. La Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme) relativizó esta última información y consideró que “es muy difícil hacer una comparación de precios entre países en función de un salario mínimo”, ya que sostuvo que “para hacerlo se debería tomar como base el poder adquisitivo en cada caso”.
La UAS muestra en su informe que el aumento en el precio de algunos medicamentos -ambulatorios y de alto costo- va por encima del aumento del índice de costo de vida y el incremento salarial, que es la base por el cual se incrementan los recursos de la seguridad social. «El incremento salarial siempre va unos puntos por debajo del índice de costo de vida», indicó Ricardo Lilloy, presidente de la Cámara de Entidades de Medicina Privada de la República Argentina y miembro de la UAS .
Si bien agosto fue el mes con menor índice de aumento de todo el año, muchos productos aumentaron muy por encima del índice inflacionario durante este año (25,3 por ciento el primer semestre). Por ejemplo, en ese mismo período el Daxalergin x 40 comprimidos trepó 78,2 por ciento y el jarabe Bisolvon de 120 ml. un 139,77 por ciento.
Ricardo Lilloy, explicó que “hay productos que representan un mayor volumen de venta porque son los más consumidos por la gente, tipo el ibuprofeno. Estos como grupo han tenido aumentos superiores al promedio. Entonces hay medicamentos que tienen poco uso que han aumentado poco y medicamentos que tienen más uso que han aumentado mucho entonces en promedio parece que no se han movido pero en la práctica nosotros nos damos cuenta del crecimiento del gasto».
Caeme señaló que los medicamentos pertenecen a una industria «fuertemente impactada por las variaciones en el tipo de cambio, ya que una gran parte de los productos comercializados en la Argentina son de origen importado y, a su vez, los producidos en el país se realizan con principios activos importados». «El gasto en medicamentos especiales y oncológicos (segmento en el que CAEME tiene mayor participación) representa 6,8 por ciento del total en salud. Ese segmento se encuentra prácticamente al 100 por ciento cubierto por los financiadores del sistema: Estado nacional, provincial y la seguridad social», señaló Caeme.
Lilloy explicó que es posible comparar la adquisición de medicamentos en Argentina y en otros países a partir de observar los precios de los medicamentos y el importe del salario mínimo vital y móvil. “Para nuestro sistema es más costoso soportar el gasto en medicamentos por la relación con los ingresos. El principal ingreso de la seguridad social son los sueldos y si los sueldos están muy bajos respecto al valor de los productos es más difícil soportar los medicamentos». «Esa pequeña variable -continua-, la diferencia del aumento del precio de los medicamentos y el aumento del costo de la vida, es mucho más grave porque el ingreso salarial que es a su vez el ingreso de la seguridad social va por debajo, o sea, se va haciendo una brecha cada vez más grande”, explicó Lilloy.
En el segundo trimestre de 2021, la facturación total de la industria farmacéutica en la Argentina registró 135.420,5 millones de pesos, lo que representa un incremento de 75,8 por ciento en relación con el mismo trimestre de 2020, detalló el Indec. Esta variación surge por los aumentos de 72,7 por ciento en la facturación de producción nacional y de 83,8 por ciento en la reventa local de importados. En la facturación de producción nacional, se registraron incrementos de 76,9 por ciento en las ventas al mercado interno y de 42,8 por ciento en las exportaciones.