Un urgente shock de confianza piden a gritos los inversores

Ello se ve reflejado no sólo en el derrumbe que vienen acumulando las acciones sino más relevante aún en la disparada del riesgo país, que llegó a ubicarse en los desorbitados 800 pb., lo cual resulta crucial derrumbar a fin de poder recuperar el crédito voluntario externo que resulta indispensable.

También juegan en contra el continuo proceso de dolarización, el cual sigue presionando al alza al dólar más allá del nivel más competitivo alcanzado y las sucesivas intervenciones del BCRA para amortiguar el deslizamiento, dado que la crisis cambiaria sigue en marcha, y es importante frenarla antes que el contagio llegue al sistema bancario, lo cual podría agravar mucho más la situación.

Dicho complicado panorama local, que comienza a sentir más fuerte la caída en la actividad económica y la aceleración en la inflación, se combina con un escenario externo desfavorable para los países emergentes, en especial para aquellos más vulnerables que están primeros en la lista de los inversores internacionales a la hora de desarmar agresivamente sus posiciones.

Frente a todo ello, resulta indispensable recuperar la confianza inversora como condición necesaria para que el círculo vicioso pueda detenerse, dado que su profundización puede generar un agravamiento de la crisis económica en marcha, y para ello las autoridades deben adoptar urgentes y audaces medidas económicas y señales políticas que permitan oxigenar la actual desconfianza.

Los anuncios fiscales resultan funcionales – más allá de una vez más tener incluidos como emergencia otra ronda de fuerte aumento de la presión impositiva que resulta distorsivo y perjudicial para el crecimiento económico – en términos de apuntar a acelerar el objetivo de ¨déficit cero¨ ya para el 2019, aunque como siempre las dudas de los inversores pasarán por la compleja implementación.

En relación a la expectativa por un recambio de gabinete que permita a los inversores otorgar mayor crédito, tras el desgaste sufrido por sus integrantes en este proceso de deterioro, es donde se han logrado menos avances en los últimos anuncios, toda vez que más allá de la reducción de los Ministerios la lectura dejó sabor a poco tanto en términos de funcionarios como de ajuste del gasto de la política, lo cual sería una positiva señal dentro del profundo proceso de ajuste al sector privado.

Ahora con dichos anuncios ya en la cancha, la atención se traslada al FMI, dado que se deberá renegociar el acuerdo en busca de poder conseguir adelantar los desembolsos, una condición crucial para despejar cualquier duda crediticia respecto a la capacidad de pago del país en el 2019, aún en escenarios más adversos que tengan asociados un menor nivel de ¨roll-over¨ de los vencimientos.

Será importante monitorear también la flexibilidad que el organismo internacional otorgará o no al BCRA para poder actuar más decididamente en la plaza cambiaria, en busca de poder lograr una mayor estabilización – que acompañe a futuro la inflación – pero que no otorgue espacio a jornadas caóticas y vertiginosas que no hacen más que acelerar el apetito y la escalada vertical de la divisa.

Es urgente que los inversores puedan recibir – tras pedirlo a gritos – un shock de confianza desde las señales económicas y políticas, con un robusto plan en el programa financiero, la plaza cambiaria y la credibilidad que aporten las autoridades, dado que la profundización del deterioro del clima financiero no sólo anticipa mayores daños sobre la actividad económica y la inflación, sino que acentúa la desconfianza de los agentes y ello resulta peligroso ante la actual dinámica de la crisis.

Fuente: ámbito.com

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