La Hermandad de La Boca

Puede más que Elisa Carrió. Demuestra más poder que varios ministros y le cuida al Presidente su tesoro más preciado. Pese a su mala fama, en plena era de la lucha contra las mafias, Daniel Angelicidisfruta de su llegada preferencial a Mauricio Macri y no tiene nada vedado. Ni siquiera sacarse una foto con Hugo Moyano en la misma semana en que el Gobierno señala al jefe camionero como la reencarnación de Don Corleone.

Angelici no es sólo el delegado que el Presidente designó en el ámbito donde tuvo el primer emprendimiento exitoso de su vida, fuera de la tutela de su padre. Es el hombre de Macri para la AFA y el que lo mantiene al tanto de uno de los temas que más le interesan, el negocio del fútbol, del que no se fue del todo y al que tampoco descarta volver.

Hasta hace no tanto -ahora dicen que ya no- El Tano era el último nexo que existía entre el team leader de Cambiemos y el presidente de Independiente. Ante consultas de un lado y del otro minimizaron la foto de esta semana en la inauguración de nuevas oficinas en AFA y la tomaron apenas como parte de un protocolo intrascendente.

En apoyo de esa tesis, están las declaraciones de Moyano en TN, al día siguiente, en la que lapidó al líder del PRO y se preguntó -ante una audiencia pico de casi 4 puntos- si la mafia era la familia Moyano o la familia Macri.

Famoso ya por sus repetidos chistes sobre futbol a los jefes de Estado extranjeros, la influencia del Presidente en el deporte más popular del país es creciente, más todavía en un año en el que no abundan las buenas noticias. No sólo por el Mundial de Rusia, donde apuesta todas las fichas a que Messi levante el ánimo de sus compatriotas y le permita también a él alzar la Copa en Casa Rosada. También por la presencia de hombres ligados al corazón xeneize dentro de la AFA, como el moyanista Claudio “Chiqui” Tapia, el presidente de la Superliga, Marcelo Elizondo, y el escribano Fernando Mitjans.

La sombra de Macri detrás de Boca dejó de ser materia de conspiradores y directivos de clubes rivales. La canción que le dedicó la hinchada de San Lorenzo al Presidente el domingo pasado en el Bajo Flores fue una advertencia que tronó en la residencia de Olivos. Difícil que un fanático pueda abandonar su pasión, más cuando fue su trampolín para llegar a lo más alto. Que deje de intervenir para frenar el pase de algún jugador a un club rival o se abstenga de llamar a los hombres del PRO que militan como autoridades de otros equipos. Pero el mensaje de los insultos a Macri se hizo escuchar y un político, más si se sienta en el sillón presidencial, debería atenderlo.

Que el Presidente siga dedicando tiempo a su club con los problemas que afronta el país que ahora le toca gobernar resulta objetable, pero queda en el circuito de amores y odios que despierta el negocio del futbol. Que el PAMI firmen contratos con la entidad xeneize difícilmente genere alguna contradicción en la Oficina Anticorrupción, que está en manos de Laura Alonso, desbordada de trabajo. Que Boca se quede con terrenos fiscales de Casa Amarilla que en la Justicia son impugnados incluso por hinchas del propio club puede ser considerado una disputa vecinal. Pero esta semana la jueza porteña Paola Cabezas Cescato suspendió la venta ante la presentación de la agrupación “Boca Resiste y Propone” y el Observatorio de Derecho de la Ciudad. Los vecinos denuncian que la licitación que ganó Angelici era parte de un acuerdo con Macri y Horacio Rodríguez Larreta para quedarse con tierras públicas -ya enrejadas por Boca- sin autorización de la Legislatura.

EL POLÍTICO ANGELICI. Lo que provoca tensiones en lo más alto del poder es el rol de Angelici en la política y, sobre todo, en la Justicia. Nacido en Villa Soldati, dueño de bingos en la provincia de Buenos Aires y con militancia en la UCR, El Tano arrancó el año a puro gol. Avanzó en una alianza con Enrique “Coti” Nosiglia y logró algo que parecía imposible: que Macri autorizara a su delfin Martin Lousteau a competir en la interna de Cambiemos en 2019. Así les hizo morder el polvo de la derrota a dos figuras de peso dentro de la coalición oficialista, Rodríguez Larreta y Carrió. Habituada a incendiar a Angelici en televisión, la aliada más incomoda del Presidente tampoco tolera al ex ministro del Interior de Raúl Alfonsín, otro boquense de comprobada pasión. Pintado en gran parte del país -si prospera el plan del Tano y el Coti- el radicalismo tendrá la chance de ir a una interna con la ilusión de retornar al poder en la cuna de Fernando De la Rúa.

 En los últimos diez días, Angelici volvió a trascender las fronteras del futbol. Metió la cola en el juicio por el encubrimiento original del atentado a la AMIA para brindarle protección a dos fiscales acusados de animar la formidable maniobra que edificó la impunidad durante más de dos décadas. Un hombre de Angelici, el abogado José Console, pidió en nombre del Ministerio de Justicia la absolución para los ex fiscales Eamon Mullen José Barbaccia. Desconocido hasta ese momento, Console exhibe entre sus credenciales una cucarda que explica su influencia: es el secretario del Tribunal de Disciplina de Boca. Comparte la comisión directiva con otro abogado reconocido, Darío Richarte, número 2 de la SIDE durante el gobierno de la Alianza UCR-Frepaso y abogado de todos los funcionarios kirchneristas hasta el día en que Antonio “Jaime” Stiuso rompió con Cristina Kirchner. Minucias. Richarte es hoy el vicepresidente tercero de Boca y Angelici también tiene contactos en el mundo de los servicios de inteligencia.

La jugada de Console para salvar a Mullen y Barbaccia no sólo indignó a los familiares de los muertos nucleados en Memoria Activa. También a Carrió, que retornó de su descanso estival fastidiada por el poder renovado de Angelici. Ante la jugada del binguero que dejó al ministro Germán Garavano en segundo plano, la abogada de la Coalición Cívica, Mariana Stilman -que ya había dejado de representar a la querella-, renunció a la Unidad de Investigación de la AMIA. Sin nombrar a Angelici, pero con mención expresa al rol de Console en Boca, un comunicado de la CC explicó las razones: “No formamos parte ni del amiguismo, ni del nepotismo, ni de encubrimiento judicial alguno”.

El partido de Carrió cuestionó la actuación del abogado de Angelici a favor de los ex fiscales y apuntó a Garavano. “Se los exime de toda la responsabilidad por las graves irregularidades cometidas durante el trámite de la causa por el atentado a la AMIA. Esto se ve agravado debido a los numerosos rumores acerca de los vínculos de amistad entre los ex fiscales y los integrantes del ministerio de Garavano. El ministro debe dar explicaciones”.

No se descarta que la injerencia del presidente de Boca y la permisividad del ministro terminen en la renuncia de Mario Cimadevilla, el radical que está todavía al frente de la Unidad AMIA.

Pero el vicepresidente de la AFA nunca está satisfecho. Esta semana, su influencia se confirmó decisiva. Una recomendación suya fue determinante para que el Poder Ejecutivo enviara al Senado el nombre de su candidato para ocupar un cargo clave en la Justicia. Se trata de Mariano Llorens, promovido para cubrir un lugar vacante hace diez años en la Sala I de la Cámara Federal porteña, la encargada de juzgar los casos de corrupción en los que aparecen enredados los funcionarios públicos.

Según publicó Ignacio Ortelli en Clarín, la aprobación de Angelici fue vital para que Llorens superara la prueba de la blancura y evitara un veto por ser el primo de Rafael Llorens, el arquitecto jurídico de Julio De Vido durante sus 12 años al frente del Ministerio de Planificación.

El candidato del Gobierno era el favorito de Angelici, que se impuso en la mesa chica judicial en la que conviven Garavano, el jefe de asesores José Torello y el secretario de Legal y Técnica Pablo Clusellas, dos egresados del Cardenal Newman de máxima confianza de Macri.

El Tano ya había ejercido su voto de preferencia en contra de las pretensiones de Carrió a fines de 2017. Fue cuando le salvó la vida al juez federal Ariel Lijo, de nexos frondosos con el kirchnerismo cuando estaba en el poder. El periodistaIván Ruiz reveló en La Nación que Angelici inclinó la balanza para salvar al juez y a su hermano, Alfredo “Freddy” Lijo, en el Consejo de la Magistratura. En plena ofensiva contra las mafias, el Tano laudó con una metáfora futbolera: “Yo lo conozco, tengo muy buena relación. Siempre jugó bien”. Al presidente de Boca lo escuchaban atentos Macri, Garavano y el jefe de los espías, Gustavo Arribas, otro producto del negocio del futbol que el Presidente llevó a lo más alto y hoy maneja los secretos de las catacumbas del Estado.

Asociados al camarista caído en desgracia Eduardo Freiler, según Ruiz, los Lijo se salvaron de la guillotina amarilla gracias a una credencial que despeja todas sospechas: suelen visitar la Bombonera.

En los palcos de Boca, casualmente, también hace precalentamiento otro xeneize apasionado que quiere quedarse con un casillero clave en la Justicia, Raúl Plee, el fiscal de Casación que hace circular entre sus influyentes amigos la tesis de que será elegido por el Presidente para reemplazar a Alejandra Gils Carbó, la procuradora general de la Nación que Cambiemos logró finalmente hacer renunciar en 2017.

LA HERMANDAD. Los tentáculos del Tano no reconocen fronteras. Un informe de la Fundación Alameda de 2017 detectó una red de 67 socios, familiares y allegados de Angelici en la estructura del Estado macrista, con base en el Ministerio de Justicia de la Ciudad que atiende su socio y ex abogado Martín Ocampo. Aunque perdió algunos de sus hombres desde entonces, también suma en una lista que se actualiza cada día. La gente de confianza del Presidente de Boca se distribuye en el gobierno nacional, el ministerio de Justicia, el Poder Judicial, el Congreso, la AFIP, el Instituto Previsional bonaerense y, sobre todo la ciudad de Buenos Aires: el gobierno de la Ciudad, el Consejo de la Magistratura porteño, la Auditoría General de la Ciudad, la Legislatura, el Banco Ciudad, la IGJ porteña; todo está colonizado.

Fuente: Letra P

Aunque no se formó en el Cardenal Newman, como la mayor parte del equipo original de Macri, la hermandad con Angelici sorprende incluso a los que quieren bien al Presidente. Y afecta a los que se oponen a esa sociedad que quiere quedarse con todo, en el futbol y en la política. No sólo a Lilita Carrió, que se hace mala sangre con cada incursión del Tano como ministro sin cartera y prepara la contraofensiva. También a los que enfrentan su poderío en Boca, como Juan Román Riquelme, que acaba de confirmar su deseo de ser presidente de su club. ¿Con qué armas enfrentará la hermandad al ídolo más grande del equipo de la Ribera?

 

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