El equipo bonaerense de «Lilita» se ordena

Con un crecimiento en representantes legislativos, la Coalición Cívica bonaerense se apresta a encarar una nueva etapa, que deje atrás la intervención, que duró casi tres años y tiene fecha de caducidad: 18 de diciembre.

Bajo la bendición de la emblemática Elisa Carrió, el senador bahiense Andrés de Leo asumirá la presidencia del Consejo Directivo de la Provincia, acompañado del porteño Santiago Espil y la diputada nacional electa Marcela Campagnoli, además de Victoria Borrego, exintendenta de Veinticinco de Mayo.

El partido estuvo intervenido durante más de dos años luego de la masiva fuga de dirigentes al Frente Renovador en 2014, con el entonces titular del partido provincial, Walter Martello, a la cabeza. El contexto estaba signado por el 1,8% de “Lilita” en 2011 y la falta de bancas obtenidas en la Provincia tanto ese año como en 2013.

Juan Manuel López -actual diputado electo por la Ciudad de Buenos Aires- se hizo cargo del proceso de normalización, con la venia de Carrió. El proceso redundó en aires de renovación y ciertas caras nuevas en las papeletas.

Dos años después de la acefalía transitoria metió representantes en la paradigmática elección de 2015 y, también, este año. De la mano de Cambiemos, la Coalición Cívica exhibirá a partir del mes entrante cinco legisladores bonaerenses, además de tres diputados nacionales por la Provincia en el Congreso.

“Haber atravesado circunstancias con tanta soledad nos hace sentir muy cómodos en la situación actual”, dijo De Leo en diálogo con La Tecla. El legislador, que se ganó la bendición como premio a la lealtad, cuenta con apoyo de la actual titular nacional del partido, y también diputada bonaerense electa, Maricel Etchecoin Moro.

La Coalición Cívica ganó representación en los concejos deliberantes de más de una veintena de distritos en los últimos dos años. Obtuvo 11 bancas locales en los comicios de 2015 y 17 en los de este año, a diferencia de los 6 que alcanzó en 2013, en otro escenario político.

El espacio encabezó las boletas de Cambiemos en 2017 en cuatro distritos: Guaminí, Coronel Suárez, Roque Pérez y Tres Arroyos, lugares donde puede llegar a pelear las candidaturas a las intendencias en dos años. Hacia delante, De Leo tiene como objetivo expandir el partido.

El desafío, no obstante, es el Conurbano bonaerense, espacio geográfico en el que Elisa Carrió ha centrado su atención en más de una oportunidad. “Lilita” dijo en 2016 que iba a ir por todos los “barones” que hubieran cometido actos de corrupción bajo la anterior administración bonaerense. Su partido ya hizo pie ya en Pilar, Avellaneda, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Presidente Perón.

CAMBIEMOS

Mientras que en el interior del radicalismo conviven voces disonantes so-bre la injerencia que tiene el partido dentro de la estructura de Cambiemos, no ocurre lo mismo en la Coalición Cívica, donde no hay prácticamente objeciones a la marcha vidalista.

De Leo considera que el espacio está “muy consolidado” a nivel bonaerense. Afirma, asimismo, que todos los dirigentes cuentan con la “libertad” de hacer las críticas necesarias, una actitud que ha tomado la misma Carrió a nivel nacional.

Fuente: La Tecla

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