Trama íntima de la paz entre Macri y Eurnekian

“Hubo chispazos, pero encauzamos cediendo un poco cada uno”. La frase se escucha de los dos lados del mostrador. En esos términos se explica la fumata blanca entre el Gobierno y los directivos de Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000) que siguió a un inicio de año en el que el Ejecutivo estaba convencido de que lo mejor era buscar un nuevo concesionario para los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque. En la picota había quedado la familia Eurnekian, propietaria de Corporación América y operadora en 52 aeropuertos de todo el mundo. La concesión vencía en 2028, pero las malas vibras generadas por razones económicas y políticas amenazaron con poner al Estado en una posición de cortar el contrato, renegociar y estatizarlo o re licitarlo.

Pero repentinamente todo volvió a foja cero. La historia de cómo se recompuso el vínculo entre Eduardo Eurnekian y Mauricio Macri y cómo el Gobierno decidió mantenerle el negocio data de mediados de año y llega a la actualidad. En mayo pasado, volvió al país Martín Eurnekian, el sobrino del empresario de origen armenio. El personaje en cuestión fue el artífice de la gran performance de los aeropuertos de Montevideo y Brasilia. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, anhelaba esos modelos. Tanto, que se quejaba con sus pares del Gobierno por las diferencias de esos predios con los locales. El funcionario quería la misma performance, sobre todo para Ezeiza.

El regreso del prodigio fue el paso inicial de la nueva relación Macri-Eurnekian. “Martín y Dietrich hablan el mismo idioma; son hacer, hacer y hacer”, describen en el ámbito gubernamental ante la consulta. Naturalmente, hay un factor no menor en la llegada de Eurnerkian. Vino a reemplazar en el cargo de presidente de AA2000 a Rafael Bielsa, ex canciller de Cristina Kirchner, un no alineado a la política de Cambiemos. Esos meses de “Rafa” en el cargo, entienden los que negocian, demoraron la comprensión de la compañía del modelo que el Gobierno quería para el sector aerocomercial.

El segundo punto de conflicto en la relación fue el pedido de Dietrich de mayores inversiones para las plazas locales. El ministro recibió, además, presiones de las nuevas y viejas líneas áreas, que se quejaban de que Ezeiza “es más caro que Río de Janeiro”. Eurnekian consideró inicialmente que los mayores desembolsos que pedía el macrismo estaban atados a un esquema de financiamiento que no era conveniente para la compañía.

“Las diferencias se remediaron luego de la promesa de Eduardo Eurnekian de hacer cambios estructurales que coinciden con nuestra visión, que es la de priorizar al cliente”, dijo Dietrich en una entrevista con la agencia Bloomberg.

En paralelo a las buenas migas con la nueva conducción, Eduardo Eurnekian jugaba la propia dialogando con las altas esferas. “Él siempre está”, cuentan los que se mueven en la diaria. Tiene una ventaja: lo conoce a Macri desde sus años en los negocios, cuando el vínculo era fluido. El argentino-armenio es uno de los hombres más influyentes en el Círculo Rojo local y empezó a moverse más activamente en eventos corporativos luego de la caída en desgracia del kirchnerismo y el ascenso de Cambiemos. Fue uno de los que en primera fila aplaudió al jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el marco de la celebración del cumpleaños 93 de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).

Hay algunos que destacan, en el sector de grandes jugadores, que aquellas compañías que contratan mayoritariamente con el Estado siempre tienen que “acostumbrarse a trabajar con los que están a la derecha de Hitler y los que están a la izquierda de Lenin”. Una figura que grafica la relación de negocios con los Estados y que da la pauta de cómo y por qué se desenredó la madeja del conflicto entre los dos actores antes mencionados.

Fuente: Letra P

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