Cautela, silencio e intrigas en el Gobierno por la desaparición del submarino

La ausencia de noticias sobre el destino del submarino San Juan, que está desaparecido en alta mar desde la mañana de este miércoles, encendió luces de alarma dentro de la Casa Rosada: el ministro de Defensa, Oscar Aguad, decidió adelantar su regreso a Buenos Aires desde Canadá y los principales voceros del Gobierno redoblaron la cautela sobre los interrogantes respecto al destino de la nave, que tiene una tripulación de 44 marinos a bordo.

Hasta la noche de este viernes, la única información disponible es la explicación técnica de la Armada, que remitió la ausencia de noticias a un problema de comunicación de la nave. La Marina declaró el “estado de búsqueda y rescate”, que es “el caso siguiente a la fase de búsqueda, que puede durar varios días, porque todavía nos falta barrer el área para saber si salió a la superficie y hasta el mediodía habíamos cubierto el 15%”, detalló el capitán Enrique Balbi, vocero de la Armada en una rueda de prensa, donde confirmó el cambio de categoría de búsqueda, que pasó a la “Operación SAR”, cuyas siglas en inglés significan “Search and Rescue”, es decir, búsqueda y rescate.

“Los marinos son optimistas; los que están en la búsqueda hablan de un problema de comunicación, al menos por ahora”, confió una alta fuente de la Casa Rosada ante las consultas de este medio. Casi al mismo tiempo, la Cancillería emitió este viernes por la tarde un comunicado oficial donde habló de “búsqueda humanitaria” para informar que colabora con Defensa para organizar “la comunicación con autoridades de países vecinos” sobre “posibles apoyos para establecer el paradero del submarino”. Para la pesquisa marina, el gobierno argentino ya recibió propuestas de “los gobiernos de Chile, EE.UU. y Reino Unido” para proporcionarle “apoyo logístico e intercambio de información en esta búsqueda humanitaria”. La activación de la operación SAR habilitaría la recepción de ayuda proveniente de naves norteamericanas, chilenas e inglesas.

SOSPECHAS DE FILTRACIÓN. Sin embargo, detrás del discurso oficial, un funcionario confió que “la información inicial sobre la situación del submarino circula desde el miércoles por la tarde, antes de la primera comunicación oficial sobre la nave”, que perdió contacto con la base naval de Mar del Plata a las 7.30 de la mañana de ese día, cerca de Puerto Madryn, mientras realizaba un trayecto entre el puerto de Ushuaia y el apostadero marplatense. Esa presunta filtración de información sobre el submarino puso a la defensiva a las fuentes oficiales, en un contexto donde el ministro Aguad se vio obligado a suspender su presencia en la ciudad canadiense de Vancouver para participar de un encuentro de la Organización de Naciones Unidas sobre mantenimiento de la paz.

El regreso anticipado del titular de la cartera de Defensa podría estar vinculado a la filtración del dato sobre la búsqueda del submarino, pero también a la ausencia de novedades, en un escenario donde los familiares de los tripulantes ya comenzaron a transmitir su preocupación sobre el paradero de sus seres queridos.

Este viernes por la mañana, el jefe de la Base Naval Mar del Plata, comandante Gabriel González, puso al tanto a los familiares de los 44 tripulantes, que en su mayoría viven en la ciudad balnearia. De acuerdo a la información que les proveyó, “se reforzó el rastrillaje en una zona delimitada frente al golfo San Jorge, donde se irradió la última comunicación del submarino, y se trabaja con apoyo de otras fuerzas para esta tarea porque se trata de un área muy basta. Del total del área delimitada, ya se rastrilló aproximadamente un 15% y terminar el 85% restante llevará un tiempo», explicó a la prensa el militar. Según detalló, «hasta el momento hay dos aeronaves, tres naves de superficie y un helicóptero de la Armada Argentina en el lugar». Por la tarde se sumó un avión Hércules de la Fuerza Aérea y otra corbeta, aunque aclaró que «no es la primera vez» que se pierde la comunicación del San Juan. En todos los casos, dijo el marino, «se siguió un protocolo de procedimiento para estos casos».

El submarino ya tiene 30 años de servicio y cuenta con una reciente reparación de “media vida”, implementada en los astilleros estatales de Tandanor. Según la ficha técnica de la nave, fue construido en 1985 en el astillero Thyssen Nordseewerke de Edem, Alemania, y fue estrenado por la Marina en 1986. Cuenta con 66 metros de largo (eslora) y siete metros y medio de ancho (manga) y llega a una velocidad de 25 nudos en inmersión. Es un submarino de ataque, que lleva a bordo 44 oficiales y suboficiales, además de la primera oficial submarinista de la Armada Argentina.

El proceso de recuperación de “media vida” comenzó en Tandanor el 19 de diciembre de 2008 y “en total se le realizaron 625 trabajos y obras, de los cuales casi 400 se llevaran a cabo en los talleres Almirante Storni”, informó el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR), que depende del Ministerio de Defensa. La nave de guerra tiene propulsión diesel eléctrica convencional y estaba en pleno uso de su autonomía, es decir que no había reportado problemas de abastecimiento ni anomalías técnicas durante su navegación. El San Juan es uno de los tres submarinos que tiene la Armada, junto con el Santa Cruz y el Salta.

Fuente. Letra P

 

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