Cristina: “No estoy para ganarle a un ex ministro de Macri, estoy para ganarle a una política”

«La candidatura no fue una decisión personal. Fue colectiva. Entendíamos que había una representación política vacante y había que ponerle un freno al Gobierno y al ajuste. Hubiera preferido no tener que presentarme a senadora y que otro dirigente hubiera podido reunir esa representación. En política nunca hice lo que quería, siempre hice lo que debía.

«Los dirigentes políticos no tienen sucesores. No se pueden transferir los votos. Uno de los problemas por los cuales soy candidata a senadora es porque soy la dirigente que reúne más votos en la provincia de Buenos Aires. No hay sucesores. Eso es un concepto monárquico. La sociedad ha visto que soy la que puede hacer la oposición más firme al Gobierno de Macri. No es arrogancia, es leer el resultado electoral».

«Un día charlando con Daniel Scioli me dijo ¿por qué no vas de primera diputada para traccionar votos? Yo dije no, van a decir que voy de comisaria política tuya, me voy a casa. Nunca me sedujo el poder».

LA ACTUALIDAD ARGENTINA

«Creo que no está bien. Estamos con un nivel de endeudamiento vertiginoso. Si hubo algo importante durante nuestra gestión fue haber sacado al país del default y haber llevado a Argentina a un nivel de desendeudamiento inédito desde 1976, del 13%. Hoy en Argentina tenemos un endeudamiento feroz. En el conurbano bonaerense han vuelto a tener dos dígitos de desempleo, el poder adquisitivo de los salarios, de las jubilaciones, se ha derrumbado, la inflación ha crecido exponencialmente y el déficit fiscal también».

«En la provincia de Buenos Aires, de cada tres bonaerenses, dos votaron por la oposición. Lo que pasa es que la oposición está dividida. Invierto la pregunta: ¿cómo puede ser que una fuerza estigmatizada, perseguida, sin recursos económicos pudo ganar en la provincia de Buenos Aires a un Gobierno que cuenta con todos los medios de comunicación y todos los recursos? La verdadera hazaña democrática es lo que hizo Unidad Ciudadana, con absolutamente todo en contra».

«No estoy para ganarle a un exministro de Macri, estoy para ganarle a una política. Reducirlo a una pelea con un ministro es injusto para Bullrich. Sé las condiciones adversas contra las cuales voy».

«Al kirchnerismo siempre lo vi como una manera de bajarnos el precio a los peronistas. Yo soy peronista, no me digas que soy kirchnerista. Me llamo Kirchner, pero soy peronista de toda la vida. Yo no nací ganando elecciones. Las dos primeras elecciones en el año 83 y 85 en Santa Cruz las perdí. No es un problema si pierdo o si gano. En esta elección de medio término la lectura es que la mayoría no está de acuerdo con esta política económica. El Gobierno perdió 14 provincias».

SUS DOS MANDATOS PRESIDENCIALES

«He hecho mi autocrítica de tonos. Creo que por la forma de decir las cosas alguien puede haberse sentido ofendido o agredido. Pero también me gustaría que hicieran autocrítica los del Gobierno de [Fernando] De la Rúa, que terminó en la implosión del 2001, con la Plaza de Mayo con 30 muertos, como [Federico] Sturzenegger [gobernador del Banco Central], o los que formaron parte de las políticas de los 90».

«No, agotamiento del modelo económico no. No teníamos gente desesperada porque no le alcanzaba la plata para llegar a fin de mes o porque no podía comer, no había miles de personas viviendo en la calle, pensando que le van a cortar la luz o el gas o que no tenían plata para pagar los remedios. No vivíamos en el paraíso, pero las condiciones eran mucho mejores. ¿Por qué la gente no nos votó? Porque siempre quiere algo más, y está bien».

LAS CAUSAS JUDICIALES Y LA HIPÓTESIS DE CÁRCEL

«En la cárcel con este Gobierno puede terminar cualquiera. Estuvo un chico un mes preso porque puso no sé qué cosa del islam en Twitter. Se encarceló a gente en la movilización por Santiago Maldonado que no tenía nada que ver. Cuando se resiente el Estado de derecho, el poder judicial pasa a ser una fuerza de tareas del Gobierno para atacar a los líderes políticos, puede que sí. Todos estamos obligados a rendir cuentas, pero que cataloguen a mi Gobierno como una asociación ilícita, o que mi familia es una asociación ilícita es demasiado. Hay una clara maniobra de persecución política. Hay una especie de libertad condicional de la sociedad. Cualquier persona que sea opositor o pase cerca de una movilización le persiguen».

«Es una hipótesis que el Gobierno y los medios afines se encargan de instalar. En la Argentina hoy cualquiera puede estar preso, pero si es por las causas que hay sin lugar a dudas no. Las pruebas son ridículas. Es un disparate tachar a un Gobierno de una asociación ilícita. Siguen investigando por cosas que ya fuimos sobreseídos.

«Creo que hubo hechos de corrupción y funcionarios que cometieron hechos de corrupción. Es innegable. Y deben responder. Pero tachar a todo un Gobierno de corrupción por unos funcionarios, no. No creo que haya ningún Gobierno en el mundo exento de funcionarios que cometan corrupción. Pero ahora tenemos un Gobierno que utiliza el Estado para favorecer los negocios de su familia. Tenemos Panamá Papers. Provocó la caída del primer ministro de Islandia, del ministro Soria en España. Acá no pasó nada. Hubo hechos de corrupción pero yo no blanqueé plata negra, el que lo hizo es el hermano del presidente. Y su amigo del alma [Nicolás] Caputo, también blanqueó 35 millones. Contratista del Estado. Este Gobierno ha tomado el Estado como plataforma para ayudar a sus empresas familiares».

LAS ELECCIONES DEL 2015

«Dijeron que no iba a haber devaluación, ni tarifazos. Además tenía como fuerza de tareas a todo el tema mediático. Es natural. Si Macri tuviera una semana mediática o dos como las que yo tuve durante mis ocho años de gestión no sé cómo estaría».

«No estoy comparando con la dictadura. No estoy diciendo que sea lo mismo. Pero cuando hay montaje la sociedad puede tener una determinada orientación. Se dice por ejemplo que está mejorando la situación económica y cada vez hay más gente despedida, se siguen cerrando comercios, sigue cayendo el consumo. Estamos generando una bola de nieve, una Argentina que va a tener dificultades».

LA GRIETA

«Me parece que puedo contribuir (a cerrar la grieta), y si tengo que hacerlo lo haré. Esto implicaría la necesidad de un diálogo sobre los modelos de país».

«También hay mucha división con el presidente. Ambos representamos dos modelos de país. Esto es lo que hay que discutir. Que no se estigmatice al peronismo, a los sindicatos. En algún momento esto va a hacer agua. ¿Entonces qué? ¿Prepararnos para otro 2001? Vivimos demasiadas crisis. Nosotros dejamos un país en marcha. Creyeron que como llegaban ellos, que era empresarios, rubios y con ojos celestes, los inversores iban a venir todos corriendo. Pero 2016 fue horrible en materia de inversión. Fue una pena. Pusieron en marcha un modelo que no tiene futuro, no es sustentable vivir endeudándose, destruyendo el consumo. Están preparando un gran ajuste para después de las elecciones. Es una pena, me gustaría poder conciliar esas dos argentinas».

Fuente: Infocielo

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