Ahora la inflación no es un problema, sí la competitividad

Entre las buenas noticias, coincidieron en la baja de la inflación, de las tasas de interés, la perspectiva de un blanqueo exitoso y el pronóstico de una recuperación durante el año que viene, en la economía de Brasil.

Aunque también se habló del exceso de gasto público, de la elevada presión impositiva y del llamado «costo argentino», aspectos sobre los que no se avanzó más allá de la identificación del problema y las soluciones brillaron por su ausencia.

El tema del gasto público fue uno de los temas sobre los que los empresarios consultaron a Cabrera en el marco del almuerzo (cerrado) que se celebró el viernes. El titular de Producción descartó un ajuste pronunciado en las erogaciones del Estado y planteó un escenario en el que la elevada participación del gasto público en la economía se irá reduciendo de manera pausada, a medida que crezca el producto bruto interno.

A la salida de esta comida, los empresarios consultados señalaron que quedaron con la impresión que será limitada la baja de impuestos. Más directo fue Bein cuando demandó a los políticos para que definan «un solo recorte del gasto público», desafío que, según el economista, no encuentra respuesta. Peor aún, el economista criticó decisiones como la adoptada por la provincia de Buenos Aires de aumentar el impuesto inmobiliario en torno del 36%, es decir sensiblemente por encima de la meta máxima de inflación oficial (17%).

Bein manifestó sus dudas acerca del futuro del déficit fiscal. «Sabemos que hay gradualismo, pero no sabemos hacia dónde va el gradualismo», dejando abierto el interrogante sobre si se cerrará o, por el contrario, se acentuará el desequilibrio en las cuentas del Tesoro.

Como la mayoría de los participantes del Coloquio, Bein cree que el gobierno aumentará el endeudamiento externo. Al respecto, precisó que el anterior gobierno dejó una baja relación endeudamiento externo/PIB, del orden del 14%. Desde este punto de vista, dijo no preocuparle que en los primeros dos años el país se endeude a tasas anuales equivalentes a 4 ò 5 puntos del producto, pero advirtió que» si se pasa el umbral del 25% es para empezar a preocuparse».

Sica también manifestó su preocupación por el déficit público y la forma en que se financia. Concretamente, señaló que si se hace con deuda interna se resta recursos al sector privado y si se hace con endeudamiento se provocarán presiones (bajistas) sobre el tipo de cambio.

• Optimistas por la baja de la inflación

Entre las buenas noticias, tanto los economistas privados como los funcionarios coincidieron en una perspectiva de baja en los índices de precios. Federico Sturzenegger ufanó porque se llegó a la meta de 1,5% mensual dos meses antes de lo pautado.

Convencido de la eficacia de la política de metas de inflación – dio ejemplos internacionales -, afirmó que los instrumentos monetarios son suficientes y contundentes para reducir la inflación. No dejó dudas al enfatizar que «estamos muy decididos a cumplir nuestras metas de cara al futuro, y haremos todo lo necesario para lograrlo».

Sturzenegger aseguró que podrá cumplir con las metas aunque se devalúe la moneda y que su tarea es independiente de la negociación salarial. No obstante, dejó un dato para la negociación paritaria al señalar que como la inflación está bajando, «el aumento salarial debe entonces ser menor que la inflación pasada» para mantener el mismo nivel de poder adquisitivo.

«Le voy a pedir a Federico que se lo diga a los gremios con los que tengo que negociar», ironizó un CEO de una multinacional. Según el titular del Banco Central, «los salarios reales deberían aumentar el año que viene» por la mayor previsibilidad y certidumbre de la economía, la reducción del costo del capital y la rebaja impositiva. Más aún, recordó que en los años de desinflación, los salarios reales tienden a crecer.

Con matices Bein, Yeyati y Sica coincidieron en la desaceleración de los precios. Para Bein el índice de octubre estará cerca de 2% y advirtió que quedan unos tres puntos de inflación para el año que viene como consecuencia de la consecución de los ajustes tarifarios.

A diferencia de lo dicho por Sturzenegger, a Bein le preocupa el rumbo que tome a comienzos de año la paritaria de los docentes. Según Levy Yeyati «con este equipo, tarde o temprano la inflación va a bajar». Otra carta a favor es la recuperación de Brasil. Sica consideró que la caída en inflación baja tasa mayor crecimiento.

• Bein, polémico

Fue justamente Miguel Bein quién planteó la polémica al sostener que uno de los problemas de competitividad que tiene la Argentina es que «tenes un país que trabaja 10 meses al año y se cobran 13», para cuestionar que «además tenés seis días de huelga por año que parecen un derecho».

Criticó sin tapujos al gremio docente: «Tienen 25% de ausentismo y estabilidad en el empleo, por lo que la presión para reabrir paritarias será muy fuerte».

En este marco también cuestionó que el transporte sea el «más caro del mundo, porque llevás la mercancía por ruta en lugar de hacerlo por ferrocarril», dijo Bein, una de las quejas permanentes de los empresarios.

Para el exasesor de Daniel Scioli es necesario encarar una «guerra» para graficar la «pelea que se debe dar para lograr competitividad».

Justamente el atraso del tipo de cambio (ya no se habla de devaluación en los pasillos del Coloquio); las dificultades para competir (incluso con los países vecinos); los problemas con los gremios (aún tienen convenios de hace más de 50 años); y la presión impositiva son algunos de los temas que más preocupan a los empresarios porque sí confían que la inflación se está dominando.

Fuente: ámbito.com

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