Diputados habilitó el allanamiento a De Vido y reveló la fractura del FpV

Con el aval de buena parte de sectores de la oposición “dialoguistas”, como el massismo, el bloque Justicialista, Progresistas y hasta la izquierda, el oficialismo consiguió aprobar en la Cámara de Diputados un proyecto de resolución que le permitirá el juez Luis Rodríguez allanar el domicilio del diputado Julio De Vido en el marco de la causa en la que se lo investiga por presunto enriquecimiento ilícito. Lo hizo tras casi tres horas de caliente debate en el que el Frente para la Victoria (FPV) no logró esconder sus propias grietas, con un faltazo superior a una veintena de los miembros del bloque que eludieron defender públicamente al ex ministro de Planificación.

Lo que no hizo De Vido fue evitar la discusión y fue uno de los primeros legisladores kirchneristas en pisar el recinto, una vez que el oficialismo garantizó el quórum. Tomó la palabra en un par de oportunidades, luego de que muchos de sus compañeros cuestionaran jurídica y políticamente el proyecto que promovió PRO a través del presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, Pablo Tonelli. De Vido desmintió haberse amparado en la Ley de Fueros para negarle a la Justicia el ingreso a su domicilio y denunció una “brutal persecusión” lanzada sobre su figura desde la llegada de Mauricio Macri al poder.

El FpV expuso un quiebre que ya resulta inocultable. A la hora de la votación fueron 137 votos positivos, una abstención -la del propio De Vido- y 49 en contra, todos votos del kirchnerismo. El dato es que la bancada que presideHéctor Recalde cuenta con 76 escaños. Hubo, al menos, 27 ausentes. Casi todos ellos, los encolumnados con el PJ tradicional que comanda el también legislador José Luis Gioja, uno de los que fue a respaldar al ex ministro.

Tampoco fueron los diputados del Movimiento Evita, que este mismo jueves anunciarán su salida de la bancada del FpV.

La discusión tuvo dos carriles. Por un lado, el puntual: el proyecto y la situación de De Vido en la causa que impulsa el juez Rodríguez; por el otro, la cuestión de fondo, donde el kirchnerismo acusó complicidad y presión de la alianza de gobierno Cambiemos sobre los jueces para perseguir a funcionarios de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y en la que desde el oficialismo extendieron la discusión al resto del manejo de la obra pública durante la era K.

Sobre lo primero, De Vido desmintió haberse amparado en la ley de fueros y explicó que en el expediente en trámite se buscaban libros contables de una persona que nunca vivió en su domicilio ni se recibió allí documentación alguna; del otro lado, Tonelli retrucó con el escrito de un abogado que se presentó en representación del ex funcionario citando la ley de fueros para que Rodríguez desistiera de ejecutar el allanamiento.

Pero ese debate fue apenas el corolario de lo que realmente quería llevar al recinto el oficialismo. Diana Conti (FPV), quien llevó adelante la posición del kirchnerismo, acusó a Cambiemos de estar ejecutando “un acto de onanismo público” y “una bajeza para este recinto” y acusó al radicalismo de una “intromisión indebida y marcación de la cancha a los jueces de Comodoro Py”, porque el diputado Diego Mestre (UCR) presentó un pedido de desafuero a De Vido por la causa de la tragedia de Once que rechazó hasta el presidente de la Cámara, Emilio Monzó (PRO), porque ese tipo de presentaciones, según la legislación vigente, deben surgir del magistrado a cargo del expediente. En este caso, el cuestionado juez federal Claudio Bonadío.

“La antipolítica no va a querer comerse sólo al kirchnerismo”, advirtió Conti, “salvo a los CEO´s y los poderes fácticos, que estuvieron siempre en la Casa Rosada salvo por breves interrupciones, se los va a llevar puestos a todos”.

Conti y Fernando Sánchez (CC-ARI) protagonizaron uno de los cruces más calientes de la sesión. “La Constitución da inmunidad para defender la Constitución, no para defender a un delincuente”, soltó Sánchez. “Éste no es el último debate que vamos a tener en este sentido”, siguió, y enumeró una larga lista de causas que implican a De Vido: la tragedia de Once, la compra de material ferroviario a Portugal, la “ruta del dinero K”, Sueños Compartidos o la importación de gas licuado”.

“Mientras los tuvieron mansitos y domesticados (a los jueces) no abrían la boca. Fíjense por qué ahora avanzan estas causas y otras, como la de la efedrina”, agregó Sánchez. Y cerró: “Por eso les empiezan a faltar diputados. Porque la solidaridad política no es solidaridad penal”.

Conti, notablemente ofuscada, lo acusó de hacer “una larga trayectoria amparándose en la pollera de otra diputada (Elisa Carrió)”, de “sacar lo peor” de sí mismo ahora que tiene “poder” y de levantar “la bandera de la antipolítica”. “Te vas a tener que meter la lengua donde no tenés pelotas para metértela”, explotó. Y sumó: “Ustedes están pagando la campaña sucia con guita de las corporaciones”.

Para De Vido, el proyecto sancionado este jueves “no tiene otra finalidad que el escarnio público y la presión, no sobre el juez Rodríguez, sino sobre todos los jueces”.

La frutilla del postre la puso Carrió. “De Vido es el cajero más grande de Néstor y Cristina. (el ex secretario de Obras Públicas José) López es sólo el valijero”, arrancó. “Pero acá hay mucha hipocresía: ¿Cuántos de los que están acá cenaron con De Vido para pedirle obra pública? ¿Con coimas de 30%? Muchos me trataban de loca, pero yo vi al ex gobernador (de Santa Fe Hermes) Binner abrazado con De Vido.

Fuente: LetraP

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