Carrera 2017, los posibles candidatos

Empezó el baile. El pudor de los propios protagonistas, salvo excepciones, obliga a que públicamente escondan su participación en este juego de dos etapas: la primera es ganar la silla del espacio para ser el competidor final, y la segunda es conseguir el premio mayor de la banca en el Senado de la Nación. Y eso tiene como yapa un inmejorable punto de partida de cara a 2019.

Parece demasiado temprano, porque falta más de un año, pero la dinámica de la política argentina está motorizada por los procesos eleccionarios y la obsesión por éstos de parte de los dirigentes. “Después de que se votó el Presupuesto empezamos a armar para el 2017”, reconoce uno de los operadores más importantes de María Eugenia Vidal.

Han puesto la música. Como siempre, quien maneja el poder marcará el ritmo y fijará las reglas. ¿Habrá PASO el año que viene, o esa herramienta va a ser perimida? El oficialismo estudia alternativas, y en la oposición, algunos están convencidos de que el sistema será otro. La controversial interna del año pasado en el Frente para la Victoria es punto de inflexión y de reflexión al respecto.

En cada uno de los tres grandes espacios son varias las cuestiones a resolver. Mauricio Macri pidió a sus funcionarios que eviten hablar de rosca política y se concentren en difundir la gestión. Pero lejos está de desatender el asunto. El Presidente hizo fumar la pipa de la paz a María Eugenia Vidal y Emilio Monzó en vistas del armado futuro; deja que su primo Jorge recorra el territorio con la ilusión dibujada en el rostro; le hace un guiño a Elisa Carrió para su bajada la Provincia y afianza la relación con Ernesto Sanz para contener a la UCR.

El macrismo también opera puertas afuera. Fue la propia gobernadora Vidal quien puso nuevamente en pista a Florencio Randazzo, con la simple declaración “cené con él porque es un dirigente con mucha experiencia en la Provincia”. Después salieron a la cancha operadores del ex ministro, quien ya pasó su período de depresión post desplante de Cristina y
volvió al armado.

Evidentemente, el Gobierno prefiere como oposición a sectores afines al Frente para la Victoria antes que a Sergio Massa. El chivilcoyano tiene un perfil muy parecido al tigrense, y en el PRO están seguros de que “Randazzo le disputará votos a Massa”.

Para el líder del Frente Renovador, ésta no fue la única mala noticia de las últimas semanas. La decisión de Carrió de participar en el juego de la silla en la Provincia incomoda al diputado. Sabe que la chaqueña buscará acosarlo, incluso por la vía judicial.

Hoy por hoy, Massa es el dirigente mejor posicionado en las encuestas como alternativa electoral, pero necesita un avance más rápido de la reforma electoral que permita el voto electrónico y no obligue a un gran armado territorial que el Frente Renovador tiene estancado, con indicios de retroceso. Difícilmente el oficialismo y el FpV le den esa herramienta.

El peronismo, en tanto, sigue en plena ebullición y sin encontrar el conductor. Con Cristina Fernández preocupada por las causas judiciales y sin la respuesta esperada en la construcción del Frente Ciudadano que convocó, el kirchnerismo aguarda con ansiedad definiciones más concretas. Por ahora ven en Daniel Scioli una posible vía de escape (otra vez). El ex Gobernador construye su posible candidatura a senador desde la vicepresidencia del PJ nacional, con el guiño del presidente, José Luis Gioja. “Lo primero es conseguir la unidad”, dice Scioli, y repiten en su entorno.

“Esperamos que con el tiempo todos nos juntemos para ser alternativa al Gobierno y eso se traslade a las cámaras con una nueva realidad en el armado, con los bloques otra vez juntos, respetando las referencias político-territoriales, con un protagonismo de los intendentes”, reflexionan los sciolistas.

Es que los jefes comunales han tomado un rol fundamental. El principal problema para Scioli es la incompatibilidad, cada vez más manifiesta, entre el kirchnerismo de paladar negro y el PJ, donde, precisamente, quieren hacer base los intendentes. “Ahora nos toca a nosotros”, dicen los alcaldes, y se ilusionan con que sea uno de ellos el primero en la larga boleta legislativa de 2017.

“Si queremos ganar debemos unirnos, y si no queremos ganar iremos partidos y la elección va a estar definida. Y si vamos a internas debe ser con el criterio de discutir matices y no de destrozar al compañero, como sucedió el año pasado; debemos entender que el rival está afuera y no dentro del partido”, asegura un ex funcionario sciolista. Todos coinciden que es el ideal, pero casi una utopía cuando se trata de una interna peronista.

Fuente: La Tecla

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