El negocio del juego en Argentina
Entre los propietarios de los principales sitios de apuestas y casinos hay multinacionales y empresarios históricos del juego en el país.
El avance de las apuestas online y los desafíos para regular un mercado que crece a un ritmo vertiginoso.
En esta ocasión, el foco está puesto en los intereses que hay detrás de este negocio, algunos a la vista, otros en las sombras. Algunos legales, otros no tanto. Tal vez por eso es que costó tanto lograr la media sanción para una ley regulatoria y que la aprobación definitiva duerma en algún cajón del Senado desde hace meses.
En la Provincia de Buenos Aires, la licitación para apuestas online disponía que los oferentes debían presentarse en grupos: un socio internacional con el 75% del capital y un operador local con el 25%. No obstante, quienes conocen el sector afirman que en la práctica el socio nacional tiene escasa injerencia. Entre esos socios locales aparece Boldt S.A.
Alianza con un gigante mundial
Uno de los sitios de apuestas autorizado en la Provincia es Bplay, la plataforma operada por Boldt en sociedad con Cassava Enterprises, una empresa de apuestas fundada a fines de los ’90 en Beverly Hills, California y actualmente con sede en Gibraltar.
Bplay no solo administra apuestas deportivas: además opera casinos virtuales y máquinas tragamonedas online. En nuestro país, obtuvo permisos también en Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, es patrocinador oficial de la Liga Profesional de Fútbol y de la ACTC (Turismo de Carretera).
Boldt nació en 1933 como una empresa de impresión de valores y documentos de alta seguridad para bancos y organismos públicos. En los años ’60 estuvo al borde de la quiebra hasta que Antonio Tabanelli adquirió el 50% y dio inicio a la transformación. Al mismo tiempo, compró la filial argentina de Lamson Paragon, en ese entonces líder mundial en la fabricación de formularios.
En los ’80 se fusionan ambas empresas y se produce la asociación con Esselte Security Sistems para fabricar equipos dedicados al procesamiento de tarjetas utilizadas por el Estado para el Prode, quinielas y carreras de caballos. Allí se gestó la Boldt moderna, que luego se expandió hacia actividades vinculadas con el entretenimiento, el juego y el turismo.
Incluso integra el consorcio que fabricará las chapas patentes de los autos en Argentina, licitación obtenida junto a la firma alemana Tönnjes en la compulsa promovida en 2024 por el gobierno de Javier Milei. En realidad, vuelve a hacerlo, ya que hasta 2012 fue la encargada de dicha tarea hasta que el kirchnerismo decidió que se encargue el Estado a través de la Casa de la Moneda.
Conocido como “El Patriarca”, Antonio Tabanelli (el hombre que hizo grande a Boldt), falleció en 2025 a los 90 años. En 2022 había cedido el control de la compañía a sus hijos Rosana y Antonio (h). Hombre de perfil reservado, presidió la Federación de Criadores de Angus y la Federación Argentina de la Industria Gráfica e integró la comisión directiva de la Bolsa de Comercio y de la Unión Argentina de Rugby, tras sus años como jugador del Hindú Club.
Provenía de una familia de clase media, pero desde muy joven tuvo que trabajar por el fallecimiento de su padre. Católico ferviente, colaboró financieramente con actividades sociales del sacerdote Nicolás “Tano” Angelotti, cura villero con base en La Matanza. En 2018, Forbes lo incluyó en su listado de personas adineradas, con un patrimonio estimado en 510 millones dólares.
Boldt formó parte de ALAJA (Asociación Latinoamericana de Juegos de Azar), representada por Guillermo Gabella, habitualmente sindicado como el operador político de la compañía.
Como ocurre con buena parte de la industria del juego, Boldt también estuvo rodeada de sospechas y vínculos políticos. En los ’90 se la asociaba a Eduardo Duhalde, en parte porque en 1993 la Provincia le otorgó por contratación directa y sin licitación pública la instalación y mantenimiento de las máquinas del sistema quiniela online en más de 3000 agencias habilitadas a lo largo de su territorio.
Pero su relación con el poder político fue transversal: en 2009, la Ciudad de Buenos Aires, entonces gobernada por Mauricio Macri, le otorgó el negocio de las fotomultas. Para ello dio de baja el convenio que tenía con la UTN (Universidad Tecnológica Nacional), cuyo costo era notoriamente inferior.
Hacia 2015, se estimaba que la compañía procesaba cerca del 90% de los de datos de las apuestas de las loterías de todo el país.
Por Rubén Telechea*
(*) Docente UNLZ y UNQ.