En Casa Rosada confirman que no modificarán el decreto que limita el acceso a la Información Pública

"No se toca ni una coma", le dijeron a Tiempo en Gobierno. El Jefe de Gabinete había abierto la puerta a una marcha atrás. El PRO se abre de la decisión y la critica.

En medio del escándalo que supuso la modificación de la Ley de Acceso a la información Pública, y a pesar de la promesa de Guillermo Francos de rever el texto de la norma, el gobierno no ejecutará ninguna modificación en el decreto que estableció nuevos criterios en la Ley N° 27.275.

Así lo confirmaron irrefutables fuentes de la gestión libertaria. “El decreto ya salió, no se cambia ni una coma”, sostuvieron desde Balcarce 50 en medio del revuelo que generó esta apertura al consenso que abrió el único ministro dialoguista de la gestión.

A través de la ordenanza 780/24, el gobierno modificó el alcance del concepto de información pública y estableció que el cumplimiento de la norma no contemplará pedidos que contengan “datos de naturaleza privada que fueran generados, obtenidos, transformados, controlados o custodiados por personas humanas o jurídicas privadas o por la ausencia de un interés público comprometido.”

En el mismo decreto se establece, además, que para el ejercicio de acceso a la información es “esencial que los sujetos obligados actúen de buena fe”. La justificación que brinda la misma norma para esta disposición radica en “evitar la divulgación de toda información que, por su especificidad, pueda ser utilizada para identificar rutinas, desplazamientos y ubicaciones de una persona, así como la relacionada con denuncias o investigaciones en curso.”

Ante este avasallamiento al derecho a la información, la promesa de Francos de “analizar o modificar si fuera necesario” el decreto podría generar un nuevo frente de conflicto para la gestión libertaria, que acumula cada vez más traspiés por su falta de expertise política. No fueron pocos los dirigentes con extensa trayectoria que le aconsejaron a la mesa chica del gobierno consultar antes de avanzar por sobre la voluntad del Congreso. Las sugerencias, sin embargo, no fueron tomadas en cuenta.

En este sentido, en el gobierno confirman que no están dispuestos a ceder ante los reclamos. En tanto, y para despejar cualquier tipo de sospechas sobre la relación del Ejecutivo con Francos, desde Balcarce 50 sostienen que los dichos del ex funcionario del Frente de Todos no fueron más que un atajo político para salir de la presión que ejerció la oposición para conocer el motivo de esta medida.

Libertarios vs. PRO, Episodio 3000

La decisión del oficialismo de avanzar sobre esta ley encendió las alertas en más de una bancada. A la preocupación del peronismo y los bloques dialoguistas, se sumó el radicalismo que a través de un comunicado calificó al decreto como “inconstitucional” y apuntó al gobierno por “empeorar la calidad de las instituciones”.

Aunque sin tanta excitación, el PRO también apuntó contra el oficialismo por esta medida. “Esta ley es fundamental para la ciudadanía, ya que garantiza un derecho esencial en cualquier democracia: el acceso libre y sin restricciones a la información pública. Alterar esta norma por la vía reglamentaria sin el debido consenso representa un retroceso en términos de transparencia y control público, elementos esenciales para el buen funcionamiento de nuestra democracia”, reza el contundente comunicado del partido.

La insistencia del espacio comandado por Mauricio Macri por hacer cumplir el buen funcionamiento del acceso a la información pública -reglamentado en la Ley N° 27.275, creada durante la gestión Cambiemos- no cayó en gracia en el gobierno. Para un alfil del presidente, el PRO “se pasa de rosca con la institucionalidad y ve fantasmas donde no los hay”. Del otro lado del mostrador retrucan: “Nos gustan las cosas transparentes”.

A pesar de los ensayos de acercamiento entre el PRO y La Libertad Avanza, que incluyeron hasta una reunión nocturna encabezada por el propio Milei con diputados de ambos espacios, la alianza entre los partidos se mantiene en stand by. Las razones varían según el lado que se consulte, pero en las dos cofradías coinciden en recriminar mutuamente la falta de cumplimiento de promesas.

Como ya contó este medio, para el macrismo el triunfo de Javier Milei en el balotaje no hubiese sido tan contundente sin el apoyo mediático que el ex presidente se comprometió a otorgar en el famoso Pacto de Acassuso. En el oficialismo, en tanto, creen que la consagración del libertario era un hecho para el que Macri sólo aportó un puñado de electores propios que aún le pertenecían.

Así, incluso, se lo hizo saber el propio Santiago Caputo al ingeniero durante el encuentro que los equipos del PRO y LLA encabezaron en la casa del ex presidente un día después de la primera vuelta. “Este no es tu segundo tiempo, es el tiempo de Milei”, se le escuchó decir en aquel momento al asesor, abriendo una interna sin retorno con el ex presidente, quien está abocado a correr al titular de la SIDE del centro de la escena.

Con este presente, analizan desde la casa de gobierno, las conversaciones que mantuvieron durante los cuatro encuentros semanales del último mes el libertario y el ex presidente no sirvieron para más que profundizar una relación amistosa entre ambos dirigentes. De hecho, según pudo confirmar este medio, no está previsto que los mandatarios vuelvan a compartir cenas en el corto plazo.

Por: Tatiana Scorciapino

Fuente
Tiempo Argentino

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