Preocupa el aumento de casos de sífilis: reclaman más campañas de información y prevención

“Hay falta de concientización y de percepción de riesgo. Por eso la importancia de campañas de educación que lleguen a los grupos más vulnerables. Esto seguramente va a empeorar”, advierte la infectóloga Elena Obieta. No es solo Argentina. El último informe de la OMS mostró un crecimiento del 30% en los contagios.

“Cuando la mencionamos en el consultorio la gente dice ‘¿la sífilis sigue existiendo?’ ¡Sí! Vemos tres o cuatro casos por semana en el servicio. Hay falta de concientización y de percepción de riesgo. Por eso la importancia de campañas de educación que lleguen a los grupos más vulnerables. Esto seguramente va a empeorar”.

Así describe el panorama Elena Obieta, jefa de infectología del Hospital de Boulogne y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), para dar cuenta de una problemática global que también se da en Argentina: el aumento de los casos de sífilis, una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum, que tiene cura y no presenta complicaciones si se detecta de forma temprana, pero implica serios riesgos si se enfrenta tardíamente. Sobre todo, para embarazadas y bebés.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentado en mayo advirtió que los nuevos casos de sífilis entre adultos de 15 a 49 años aumentaron 30% entre 2020 y 2022 en las Américas. En Argentina, durante el periodo 2018-2022 se notificaron al sistema nacional de vigilancia un total de 97.336 casos de sífilis en población general. Según el Boletín Epidemiológico Nacional 679 de 2023, que incluye un informe especial sobre sífilis, la última tasa registrada fue de 57.7 casos por cada 100 mil habitantes, por encima de los 56,3 de 2019.

Sífilis y embarazo

“La suba de casos se da no solo en Argentina y obedece a muchos factores. En primerísimo lugar, la pérdida de percepción del riesgo. Y luego seguramente la escasez de información y campañas”, analiza Obieta en diálogo con Tiempo. “El panorama hoy en el país y en todo el mundo es muy desalentador: incremento no solo de la sífilis, de la gonorrea, de todas las infecciones sexualmente transmisibles. Con varios agravantes: la falta de percepción de riesgo y la falta de alerta en los sistemas y efectores de salud. Hay un montón de subnotificación para una enfermedad que es de notificación obligatoria”, dice la especialista.

Uno de los aspectos más graves de este aumento tiene que ver con la transmisión durante el embarazo. “Las cifras de sífilis congénita en Argentina son cuatro veces más altas de lo mínimamente recomendable por la OMS”, alerta Obieta.

Gabriela Piovano, médica infectóloga y terapista intensivista del Hospital Muñiz, también destaca que la principal alarma de una enfermedad sin tratamiento y sin diagnóstico es durante el embarazo: “Una sífilis activa sin tratamiento da posibilidad de que la persona aborte o que el producto de la gestación nazca con malformaciones graves, neurológicas o cardiológicas”.

Según el informe de la OMS, para 2022 se había registrado un aumento del 28% de los casos de sífilis entre embarazadas. Esto implica unos 4,98 casos de sífilis congénita por cada 1000 nacidos vivos (unos 68.000 bebés). Muy por encima de la meta del organismo de 0,5 casos por 1000.

“Debemos reforzar los servicios de atención prenatal para garantizar la prueba universal de sífilis a todas las embarazadas y el tratamiento rápido y adecuado de las que den positivo y de sus parejas sexuales si queremos lograr la eliminación de la sífilis congénita para 2030”, dijo en su momento Sylvain Aldighieri, director de Prevención, Control y Eliminación de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Obieta cuestionó que muchas veces en la Argentina se desestiman los controles una vez que una mujer da negativo. “Poco se preocupan por el testeo de la pareja, pero se trata de una embarazada incompletamente estudiada. Porque si su pareja tiene sífilis vamos a tener más sífilis congénita”.

Educación y testeos

La educación sexual integral en las escuelas es fundamental. Preparar a docentes y familias. Esto en la población que recién empieza a ser sexualmente activa. Pero al abuelo también hay que hablarle. Deberíamos tener una estrategia global para el sector de educación-salud- seguridad como para intervenir tratando de poder informar y estimular los estudios”, propone Piovano.

La infectóloga apunta además sobre un factor a tener en cuenta para entender el aumento de casos: la cantidad de población sexualmente activa. “No solo chicos cada vez de menor edad tienen relaciones, sino también adultos mayores hace décadas extendieron su posibilidad de mantener relaciones sexuales y eso aumentó la circulación de la infección. No solo en sectores económicamente desfavorecidos sino en todos los sectores de la escala social y etárea”.

Promover el uso del preservativo y los testeos (gratuitos en el sistema público) son claves para evitar el avance de los contagios. “Lo que hace falta para intentar mitigar un poco el resurgimiento de casos es acceso a una educación clara. Y disponibilidad de preservativos. Llegar a los jóvenes y a los adultos mayores, que son los que más sífilis tienen y los menos alcanzados en términos de testeos y campañas de prevención”, insiste Obieta. En un contexto de Estado ausente –también para cuestiones sanitarias, como ocurrió durante la epidemia de dengue- Piovano advierte: “Sin dudas, el hecho de que el Estado se retire de estas políticas va a impactar en un aumento de los casos”.

Etapas, síntomas y tratamiento

La sífilis se desarrolla en varias etapas. La se da con la aparición de una llaga (chancro) en los genitales o en las mucosas de la boca. La lesión es indolora y desaparece en aproximadamente una semana. A veces está en zonas ocultas del cuerpo, algo que dificulta su detección e impide un diagnóstico temprano.

En la etapa secundaria se pueden presentar manchas en las manos o en las plantas del pie, así como problemas en la vista. En la tercera fase ya no hay síntomas visibles, sólo es posible la detección mediante análisis de sangre.

Finalmente, si la persona convive con la enfermedad durante una década o más, puede sufrir problemas neurológicos o coronarios. En la Argentina no es usual que un paciente alcance esta instancia de la enfermedad. Pero contar con la información sirve para entender la importancia de la detección y el tratamiento tempranos. Diagnosticada a tiempo, la sífilis se cura fácilmente con penicilina.

Fuente
Tiempo Argentino

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