Esclerosis Múltiple: un diagnóstico temprano, un futuro esperanzador
Todos los 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple y este año la campaña se centra en el diagnóstico, que promueve por una detección precoz y precisa para todas las personas con esta patología.
La esclerosis múltiple se presenta como un intrincado rompecabezas dentro del sistema nervioso. Se trata de una enfermedad autoinmune, donde el sistema inmunológico, encargado de protegernos de infecciones, ataca por error a la mielina, la sustancia que recubre y aísla las fibras nerviosas.
Este ataque daña la mielina, creando «cicatrices» llamadas esclerosis, que interrumpen la transmisión de las señales nerviosas y generan una variedad de síntomas que dependen de la zona afectada.
Pérdida de fuerza o sensibilidad en una o varias partes del cuerpo, pérdida de visión o visión doble, alteraciones del equilibrio y la marcha, dificultad para coordinar los movimientos y fatiga, son algunos de los variados y desconcertantes síntomas, que irrumpen en la vida de las personas entre los 20 y los 40 años, principalmente en las mujeres.
Si bien su causa exacta aún se desconoce, esta enfermedad desmielinizante no es hereditaria ni contagiosa. Lamentablemente, el camino hacia el diagnóstico de esclerosis múltiple no siempre es sencillo.
Los síntomas iniciales pueden ser vagos o imitar otras enfermedades, lo que genera demoras y frustración en los pacientes.
Un diagnóstico tardío retrasa la oportunidad de iniciar tratamientos que modifiquen el curso de la enfermedad y mejoren la calidad de vida. Por eso la importancia de la detección temprana.
Llegar a un diagnóstico temprano de la esclerosis múltiple es crucial para enfrentar esta patología con las mejores armas posibles.
Los tratamientos actuales, aunque no curan la enfermedad, sí pueden frenar su progresión, reducir la frecuencia de brotes y aliviar los síntomas. Iniciar estos tratamientos en etapas tempranas de la enfermedad marca una diferencia sustancial en el pronóstico de los pacientes.
La clave para llegar a un diagnóstico temprano reside en la sensibilización y la educación.
Es fundamental que tanto la población en general como los profesionales de la salud estemos informados sobre los síntomas y las características de la esclerosis múltiple.
Reconocer las señales de alerta y acceder a una evaluación médica oportuna son pasos esenciales para un diagnóstico precoz. La esclerosis múltiple no tiene que ser una sentencia de incertidumbre.
Con mayor conocimiento, mejores herramientas diagnósticas y tratamientos más efectivos, podemos transformar esta enfermedad en un desafío con posibilidades.
Es momento de aunar esfuerzos para que las personas con esclerosis múltiple reciban el diagnóstico y la atención que necesitan, permitiéndoles vivir una vida plena y significativa.
A pesar de los desafíos, la investigación sobre la esclerosis múltiple avanza a pasos agigantados, ya que nuevos tratamientos y enfoques terapéuticos emergen constantemente, ofreciendo nuevas esperanzas para quienes viven con esta enfermedad.
(*) – Médica clínica y neuróloga, especialista en neuroinmunología, esclerosis múltiple y otras enfermedades desmielinizantes. Servicio de Neurología del Hospital de Clínica «José de San Martín».