Explosión de mosquitos casi en invierno: por qué sobreviven al frío de Buenos Aires
El otoño ya se nota en la baja de las temperaturas, pero la población de mosquitos no baja. No transmiten dengue, zika ni chicungunya, pero molestan. Hasta cuándo se quedan y medidas para prevenir picaduras
Bajaron las temperaturas en la Ciudad de Buenos Aires, pero la presencia de mosquitos continúa. La especie de estos insectos que, pese al frío, se multiplica en el AMBA no transmite dengue, zika ni chicungunya, pero molesta. Y más cuando esta es la tercera explosión de mosquitos que ocurre en lo que va del año. ¿Por qué no se fueron todavía?
La especie de mosquitos que incomoda a quienes viven en el Gran Buenos Aires es la Aedes albifasciatus, que está «bien adaptada a regiones de climas templados y fríos, de hecho su distribución llega hasta Tierra del Fuego, donde hasta donde sabemos es la única especie presente», aseguró en diálogo con Página|12 Sylvia Fischer, doctora en ciencias biológicas, directora del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) e investigadora principal de Conicet.
Por su parte, María Victoria Micieli, también doctora en ciencias biológicas y directora de Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), explica que este tipo de mosquito «no es resistente, ni evolucionó, ni se adaptó» a las bajas temperaturas, sino que está presente todo el año, ya sea primavera, otoño o invierno. «Los huevos de esta especie pueden tolerar no solo el frío extremo, sino temperaturas de congelación«, puntualizó.
Por este motivo, la llegada del frío no está asociada estrictamente con una disminución en la presencia de estos insectos. «La reducción de la población de mosquitos va a tener que ver con la dinámica de la lluvia más que con las temperaturas, porque pueden sobrevivir a temperaturas relativamente bajas», agregó Fischer.
¿Hasta cuándo se quedan los mosquitos?
La presencia de mosquitos en el AMBA depende del caudal de lluvias de los próximos días. «Si no sigue lloviendo y no hay un aumento de la temperatura, la población de este insecto va a disminuir en una semana, más o menos», pronosticó Fischer.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en los próximos siete días las máximas no van a superar los 17 grados y no hay previsión de lluvias.
De esta manera, si las temperaturas se mantienen como estos días «las hembras están menos activas, porque todos sus procesos se vuelven más lentos, entonces si bien hay muchas, no pican tanto como hace dos meses atrás, la molestia es mucho menor a pesar de las abundancias altas que estamos teniendo», agregó la directora del GEM.
¿Por qué hay tantos mosquitos?
El Aedes albifasciatus, también conocido como mosquito de la inundación, «tiene un comportamiento explosivo más que invasivo», aportó la doctora Micieli. Su proliferación «está asociada con el fenómeno meteorológico El Niño, que genera lluvias grandes y repetidas», completó.
En la misma línea, Fischer consideró que el término invasión «es relativo», porque estos mosquitos se crían en las zonas inundables del AMBA y alrededores. Sin embargo, ponderó que «en las zonas urbanizadas, donde no hay tanto anegamiento temporal, a esa escala sí se podría hablar de invasión«.
Consultada por la resistencia de esta especie de mosquitos a los repelentes, la directora del Cepave comentó que los repelentes «se prueban en laboratorio con una especie modelo, que es el Aedes aegypti, y no se prueban con esta especie porque no se pueden colonizar, es decir, tener el laboratorio». De todas maneras, enfatizó que «los repelentes repelen» y su uso es una de las recomendaciones principales para convivir con este insecto.
«Este mosquito no transmite ninguno de los cuatro serotipos de virus dengue, zika ni chicungunya, pero está sindicado como vector de la encefalitis equina del oeste —un virus que afecta más que nada a caballos—. No se pudo comprobar que era esta especie todavía, aunque hay muchos datos que así lo dicen», cerró Micieli.
Medidas para prevenir la picadura de mosquitos
Algunas de las medidas clave para evitar la picadura de mosquitos son:
- Colocar telas mosquiteras en puertas y ventanas de recintos de animales y en las viviendas.
- Utilizar ropa clara y preferentemente de manga larga.
- Utilizar espirales en el exterior y pastillas o aerosoles en el interior de las edificaciones.
- Eliminar los potenciales criaderos de mosquitos. Por eso, se recomienda desechar objetos que puedan acumular agua de lluvia o renovar el agua de bebederos de animales y floreros al menos cada tres días.
- Aplicarse periódicamente repelentes de insectos con el ingrediente activo DEET mientras se realizan tareas en el exterior o dentro de establecimientos donde se hayan detectado animales enfermos o muertos, como también pueden utilizarse repelentes que contengan IR3535 o icaridina.
A su vez, el uso de repelentes con citronella como principio activo tienen un efecto menor que los que contienen DEET, mientras que otros herbales como tinturas de clavo de olor, palo amargo o repelentes ultrasónicos no son efectivos contra la picadura de mosquitos.