Votantes franceses eligen diputados en comicios clave para el presidente Macron
El resultado de los comicios para elegir a los 577 integrantes de la Asamblea Nacional es clave para que Macron, reelegido el 24 de abril por cinco años más, pueda implementar su programa reformista de corte liberal, como el retraso de la edad jubilación de 62 a 65 años.
Los franceses votaban este domingo en la última vuelta de unas elecciones legislativas que definirán cuánto margen tendrá el presidente Emmanuel Macron para aplicar su ambiciosa agenda doméstica, al término de varios meses de maratón electoral.
El resultado de los comicios para elegir a los 577 integrantes de la Asamblea Nacional es clave para que Macron, reelegido el 24 de abril por cinco años más, pueda implementar su programa reformista de corte liberal, como el retraso de la edad jubilación de 62 a 65 años.
Su principal rival es la Nueva Unión Popular, Ecológica y Social (Nupes), el primer frente de izquierdas en 25 años que reúne a la izquierda radical, ecologistas, comunistas y socialistas. Su líder es el veterano político Jean-Luc Mélenchon.
La izquierda planteó los comicios como una «tercera vuelta» de la presidencial, al considerar que los franceses votaron en el balotaje por el centrista para impedir la llegada al poder de su rival de extrema derecha Marine Le Pen, y no por sus ideas.
Su objetivo es arrebatar la mayoría a Macron y obligarlo a nombrar primer ministro a Mélenchon. La Nupes busca con esa «cohabitación» frenar el programa del presidente y aplicar el suyo, como el alza del salario mínimo a 1.500 euros netos por mes.
Los últimos sondeos, sin embargo, descartan ese último escenario, pero auguran que la alianza de centro ¡Juntos! de Macron podría perder la mayoría absoluta en la Cámara Baja del Parlamento, obligándolo a buscar aliados para sacar adelante sus reformas.
¡Juntos! lograría entre 255 y 305 diputados, seguido de la Nupes (140 a 200), el partido de derecha Los Republicanos y sus aliados UDI (50 a 80) y la Agrupación Nacional (RN) de Le Pen (20 a 50). La mayoría se sitúa en 289.
Los centros de votación cerrarán a las 18 (las 13 en Argentina), salvo en las grandes ciudades donde se votará hasta las 20. Los resultados se conocerán a partir del cierre de las mesas.
En total 48,7 millones de franceses están inscritos en el padrón electoral, pero muy probablemente la abstención supere el 50%, como ya sucedió en la primera vuelta.
La jornada electoral comenzó mal para el campo presidencial ya que en la isla de Guadalupe, en las Antillas francesas, la secretaria de Estado para el Mar, Justine Benin, fue derrotada por un candidato de izquierda y deberá renunciar, informó la agencia de noticias AFP.
La abstención se anuncia determinante, máxime cuando menos de la mitad de los electores votaron en la primera vuelta de las legislativas celebrada la semana pasada. La tendencia debería confirmarse este domingo.
La votación de hoy cierra un ciclo de comicios crucial para el rumbo de Francia los próximos cinco años. La próxima cita electoral será las elecciones al Parlamento Europeo en 2024, dos años en que los partidos podrán asentar la recomposición en curso.
La irrupción del centrista Macron en 2017 sacudió el tablero político francés, que ahora se divide en tres bloques principales -izquierda, centro y extrema derecha–, dejando de un lado a los partidos tradicionales de Gobierno.
Tras la debacle en la presidencial, el Partido Socialista (PS) decidió unirse al frente liderado por Mélenchon, pese al descontento de su exlíderes, y Los Republicanos, debilitados, esperan ser claves para tejer mayorías con Macron en el Parlamento.
El partido de Le Pen ya avanzó, en cambio, su deseo de hacer una oposición firme al presidente y, para ello, podría lograr formar grupo parlamentario propio por primera vez desde 1986, según los sondeos, ganando así peso.
Aunque la negociación es habitual en la mayoría de democracias a falta de una mayoría estable en el Parlamento, la adopción de leyes se convertiría en un quebradero de cabeza para el oficialismo en Francia, acostumbrado a sacarlas adelante con facilidad.
En la recta final de la campaña, la alianza de Macron advirtió del caos que supondría tener que gobernar con mayoría simple y, sobre todo, del «peligro» que supondría la llegada del frente de izquierdas al poder.