Más de 260 millones de personas caerán este año en la pobreza extrema en el mundo

Así lo determina un informe de la organización benéfica Oxfam, que apunta como causas de esta situación la desigualdad global, el aumento de precios por la guerra de Ucrania y la pandemia.

La pandemia de coronavirus, la creciente desigualdad global y el aumento de los precios de alimentos causado por la guerra en Ucrania, pueden traducirse en que más de 260 millones de personas en el mundo alcancen un nivel de pobreza extrema, advirtió  este martes un informe la organización benéfica Oxfam.

El documento precisa que, según los pronósticos del Banco Mundial, la Covid-19 y «el empeoramiento de la situación con la desigualdad podrían hacer que otros 198 millones de personas alcancen la pobreza extrema».

«Sin embargo, Oxfam estima actualmente que solo el aumento de los precios mundiales llevará a la pobreza extrema a otros 65 millones de personas, unos 263 millones de personas en total, lo que equivale a la población conjunta del Reino Unido, Francia, Alemania y España», según afirma el documento reproducido parcialmente por el portal ruso de noticias Sputnik.

El informe de Oxfam, con sede en Nairobi, una confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales que realizan labores humanitarias en 90 países, señala que varios Gobiernos se ven obligados a reducir el gasto público para importar alimentos, combustible y pagar a sus acreedores.

Se observa que la pandemia y el alza de los precios de los alimentos afectaron ante todo a las personas que viven en la pobreza.

En los países ricos, el costo de la comida representa el 17% del gasto de los consumidores, mientras que en los países subsaharianos representa el 40%, precisó la agencia de noticias Europa Press.

Por otra parte, los países desarrollados son los que presentan un mayor nivel de desigualdad.

En Estados Unidos el 20% de las familias más pobres gasta el 27% de sus ingresos en alimentos, mientras que el 20% de los hogares más ricos destina a la adquisición de víveres solo el 7% de sus ingresos.

El informe destaca que, para la mayoría de los trabajadores en todo el mundo, los salarios reales continúan sin mostrar un aumento, o incluso se están reduciendo.

«La epidemia devastó las arcas públicas de todos los gobiernos, pero los desafíos económicos que enfrentan los países en desarrollo son más graves, porque se les negó el acceso igualitario a las vacunas, y ellos ahora se ven obligados a recurrir a medidas de austeridad», resaltan los autores del documento.

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