La pandemia de la desigualdad es peor que la del virus

Entre marzo del 2020 y noviembre de 2021 los diez hombres más ricos del mundo duplicaron sus fortunas, al tiempo que más de 160 millones de personas alcanzaron el nivel de pobreza. Las mujeres, las más perjudicadas.

La pandemia ha iniciado el 2022 con un nuevo nombre. Ya no es más la pandemia del covid sino “la pandemia de la desigualdad”, según da a entender el informe de la organización no gubernamental Oxfam (Oxford Committee for Famine Relief) difundido esta semana. Nacida en Gran Bretaña en 1942 y difundida en numerosos países, Oxfam trata de combatir la pobreza y las desigualdades en el mundo. Su informe, basado en datos oficiales de organizaciones internacionales, es presentado cada año en el World Economic Forum de Davos (Suiza), uno de los más importantes encuentros de poderosos empresarios y países pero que este año fue postergado en presencia hasta a junio por la pandemia.

Según el estudio titulado “Las desigualdades matan”, entre marzo del 2020 y noviembre de 2021 los diez hombres más ricos del mundo han duplicado con creces su fortuna pasando de 700.000 millones de dólares a 1,5 billones de dólares, a un ritmo de 15.000 dólares por segundo, es decir 1.300 millones de dólares por día. Mientras tanto, más de 160 millones de personas en todo el mundo alcanzaron el nivel de pobreza, es decir, disponen de menos de 5,5 dólares por día respecto al período anterior a la pandemia. Las mujeres son las que más han perdido en todo este período, y por supuesto también los países en vías de desarrollo, especialmente aquellos que encima deben pagar los préstamos del Fondo Monetario Internacional, dijo el informe.

Los súper ricos y la pobreza

Entre los 10 súper ricos se encuentran Elon Musk (fabricante de los autos eléctricos Tesla), Jeff Bezos (propietario de Amazon), Bill Gates (fundador de Microsfot), Mark Zuckerberg (fundador de Facebook). Bezos, dado que la gente ha estado encerrada en casa y hacía muchas de sus compras por Amazon, en los 21 meses de la pandemia ha aumentado su patrimonio en 81,5 mil millones de dólares. Según Oxfam, los 10 súper ricos poseen una riqueza superior a la del 40% de la población mundial.

La pandemia ha llevado también a un considerable aumento de la pobreza. Cada 4 segundos, según Oxfam, una persona muere por falta de acceso a las medicinas, por los impactos de la crisis climática (sequía, inundaciones, etc), por hambre, por violencia de genero. Hoy se habla de más de 160 millones de personas que han alcanzado el estado de pobreza desde que empezó la pandemia y, según las proyecciones del Banco Mundial, no se volverá a los niveles anteriores a la pandemia hasta 2030, lo que habla de un mundo que se presentará muy difícil en los próximos años.

Claro, los que viven en países desarrollados, ya sea de Europa como de América y otros continentes, probablemente superarán más rápidamente la crisis económica, sanitaria y social. Pero una cosa muy distinta será para los países que ya eran pobres antes y ahora están mucho peor. Según Oxfam, más de 100 países han debido cortar el gasto social durante la pandemia. Una situación que se agravará aún más cuando llegue el momento, para muchos de ellos, de pagar los préstamos del Fondo Monetario Internacional u otros entes internacionales.

Las mujeres y las vacunas

Otro tema alarmante son las mujeres, que en el mundo en general y no sólo en los países pobres, han pagado el precio más alto. Son las mujeres las que más han perdido el trabajo en comparación con los hombres. Se estima que las mujeres en conjunto han perdido 800 mil millones de dólares de réditos en 2020, una cifra que equivale al Producto Interno Bruto (PIB) de 98 países, según Oxfam. Muchas mujeres ahora están trabajando sobre todo en el cuidado de otras personas y a menudo sin sueldo fijo o en negro. Se estima que en 2021 hubo 13 millones más de mujeres desocupadas respecto a 2019. La ocupación masculina en cambio está mejorando lentamente.

Otro dato espeluznante se refiere a las casas farmacéuticas que produjeron las vacunas. Pfizer, BioNTech y Moderna han ganado con las vacunas 1.000 dólares al segundo. Pero menos del 1% de las vacunas producidas por ellos han llegado a las personas de los países más pobres del mundo, dijo el informe. Menos del 5% de la población de los países pobres ha recibido la vacuna.

Cerca de 17 millones de personas han perdido la vida por covid en el mundo pero según el informe, más de la mitad de ellos podría haber sobrevivido si hubieran tenido acceso a las vacunas. En los países en vías de desarrollo el porcentaje de personas que mueren por covid es el doble de los que mueren en los países ricos.

La pandemia además está afectando especialmente a los grupos étnicos y que han sido discriminados. El informe menciona el caso de Brasil donde las personas negras tienen 1,5 veces más probabilidades de morir por covid que la población blanca.

La propuesta de Oxfam

“Nunca ha resultado tan importante poner fin a las violentas y obscenas desigualdades recuperando el poder y la riqueza extrema de las elites, a través de medidas fiscales que permitan reintegrar el dinero a la economía real y salvar vidas”, según Gabriela Bucher, la directora de Oxfam International. “Que las desigualdades estén aumentando a esta escala y ritmo no es fruto del azar sino de una elección -continuó – Los modelos económicos actuales no solo nos han expuesto más al impacto de la pandemia sino que están permitiendo que quienes son ya extremadamente ricos y poderosos, exploten esta crisis en su beneficio”.

Oxfam recomendó en este sentido que los gobiernos adopten las siguientes medidas: recuperar las ganancias de los multimillonarios mediante un impuesto sobre el capital y la riqueza e invertir el dinero recuperado en servicios de salud, protección social, cambio climático y prevención de la violencia de género. Se estima que en el mundo podrían recuperarse así unos 800.000 millones de dólares, una cifra suficiente para vacunar al mundo entero y garantizar acceso a las curas a todos ellos. Otras medidas propuestas son: abatir las leyes racistas y sexistas y para los países ricos, suspender inmediatamente la propiedad intelectual para la producción de vacunas.

Por Elena Llorente

Fuente
Pagina12

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