Presupuesto 2022: maratónica sesión en Diputados con final incierto
El oficialismo busca sumar votos para su aprobación. El Presupuesto 2022 prevé un crecimiento del 4% del PBI, una inflación del 33% y un dólar a $131,1. Contempla un incremento real del gasto social y una reducción de los subsidios energéticos.
La Cámara de Diputados continúa esta madrugada con el debate del Presupuesto 2022, en una sesión maratónica con final incierto en la que el oficialismo sigue negociando a contrarreloj para conseguir los votos que aún no tiene.
«El Gobierno no quiere tener Presupuesto, y nosotros queremos agotar todas las vías, porque en el medio está la sociedad», dijo el legislador cordobés, al pedir el cuarto intermedio, al acusar al oficialismo de impulsar un «tratamiento exprés».
«Estamos dispuestos a que esta Cámara pase a un cuarto intermedio y tomemos el tiempo que sea necesario. Si el oficialismo está dispuesto a rever las medidas inviables e intentar buscar cómo acercamos posiciones para que el Gobierno no deje de tener, con su voto, el instrumento más importante«, continuó.
«No tener Presupuesto no puede ser una herramienta para que se victimicen, sin Presupuesto no hay nación posible», cerró. El cuarto intermedio fue aceptado por la vicepresidente del Frente de Todos, Cecilia Moreau y por el resto de las fuerzas políticas.
Al retomar la sesión, el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el diputado del Frente de Todos, Carlos Heller, llamó a la oposición a acompañar la ley. «He escuchado intervenciones diciendo que la meta de inflación prevista, el objetivo de una inflación de 33% para 2022, era un disparate y ya estaba incumplida. Les digo: multipliquen 2,5 y proyéctenlo por un año, porque si lográramos mantener la inflación de noviembre, daría en 2022 34%, es decir que no estamos hablando de ningún objetivo inalcanzable», subrayó Heller.
«Este proyecto está pensado desde la necesidad de cuidar a la Argentina, pero cuidando a los argentinos; porque no hay estabilización posible si no hay una recuperación de la actividad económica. Si eso fuera posible, sería a costa de un elevadísimo costo social», remarcó el legislador oficialista al exponer sobre el dictamen de mayoría.
«Más allá de todas las discusiones que tengamos, tenemos que tener un presupuesto aprobado para seguir transitando por esta senda de recuperación. Este presupuesto tiene los supuestos que nos permiten pensar con optimismo ese futuro», continuó.
«Por eso, venimos a pedir que este Congreso entienda que sería un grave problema que la controversia nos impidiera tener un presupuesto y eso significara, no una victoria de la oposición sobre el oficialismo, sino una derrota para el país que se quedaría sin una herramienta fundamental», cerró.
A continuación, los legisladores de Evolución Radical, Martín Tetaz y Alejandro Cacace, defendieron su dictamen de rechazo. “En una economía que va a tener una inflación entre el 30 y 50%, tendremos subsidios menores nominalmente que los de este año, su ajuste en términos reales va a rondar el 40%, eso ineluctablemente se va a traducir en un aumento de las tarifas”, justificó Tetaz. El tercer despacho, también de rechazo, fue presentado por el legislador de Hacemos Por Córdoba, Ignacio Aresca.
A su turno, el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Luciano Laspina, justificó el voto negativo del interbloque de Juntos por el Cambio. “La principal discrepancia que tenemos con el oficialismo respecto a este presupuesto tiene que ver con el contexto macroeconómico en el cual se encuentra la Argentina”, pronunció.
El presidente del bloque de diputados nacionales de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, dejó en evidencia las diferencias con sus socios del interbloque Juntos por el Cambio, a pesar de que ratificó que su bancada se encolumnará detrás del voto en contra del proyecto. «La sociedad tiene que saber cómo llega Juntos por el Cambio a esta votación. Llegamos atropellándonos, con una falta de coordinación qué tiene mucho que ver con la falta de institucionalidad que tiene la Argentina, que tienen los partidos políticos y las alianzas de gobierno», reconoció.
«Nuestra posición fue desde hace varios días la abstención. Tenía un propósito y una estrategia: tener una abstención de 130 o 132 votos, votar algunos artículos en particular en contra y obligar al oficialismo a negociar y llevarnos algo más que un título», dijo, pero agregó que «el oficialismo hizo todo mal». «Las especulaciones de estos días no nos permiten tomar otra posición: nos obliga el oficialismo a votar en contra, nos obliga a poner un límite que no estamos seguros que sea lo mejor para la sociedad», remarcó.
En tanto, la recientemente ingresada diputada de Juntos por el Cambio, María Eugenia Vidal, criticó la forma en que se debatió el proyecto. «Es difícil, para empezar, cómo discutimos un Presupuesto sin conocer el acuerdo con el FMI. Es evidente que van de la mano y el oficialismo no ha podido decirnos si las proyecciones y lo que prevé este presupuesto está incluido y aprobado en el acuerdo con el Fondo. O vamos a discutir dentro de algunas semanas un acuerdo con el Fondo que haga que todo este debate haya sido inútil», dijo.
Por su parte, el diputado liberal Javier Milei, aseguró que “el presupuesto es una montaña de inconsistencias, ello más allá de hacerlo absolutamente invotable, es una falta de respeto para todos los argentinos y obviamente es el camino a una nueva crisis”.
En cambio, el legislador del Frente de Todos, Leandro Santoro, calificó al proyecto de «equilibrado y posible en el marco de un contexto sumamente complejo». «Estamos enfrentando cuatro crisis simultáneas: la del Covid, la de inflación, la de la recesión económica y el endeudamiento irresponsable con el FMI”, enumeró.
Desde la izquierda, la diputada Romina del Plá rechazó un Presupuesto “dictado desde Washington, redactado por el ministro traído de Columbia y destinado a poner a la Argentina en la ruta de una década de ajuste, estancamiento económico y empobrecimiento”.
Desde la tarde de ayer, el bloque oficialista del Frente de Todos mantuvo intensas negociaciones para lograr el apoyo en el debate parlamentario que permita lograr la aprobación del Presupuesto para el próximo año. En tanto, el Gobierno nacional hizo su parte con contactos con diferentes gobernadores provinciales.
El proyecto de Presupuesto 2022, que prevé un crecimiento del 4% del Producto Bruto Interno (PBI), una inflación del 33% y un dólar a $131,1, y contempla un incremento real del gasto social y una reducción de los subsidios energéticos, llegó al recinto con una serie de modificaciones respecto al original. El Frente de Todos dispuso la ampliación de gastos en 800 mil millones de pesos para intentar ganar voluntades.
Entre los cambios anunciados se encuentra el aumento en un 70% del subsidio al transporte de pasajeros del interior del país, ya que se elevó de $27.000 millones a $46.000 millones ese fondo como habían solicitado legisladores del Frente de Todos, de Juntos por el Cambio y mandatarios provinciales.
Otra de las modificaciones fue un aumento de las partidas a La Rioja, la autorización para llamar a licitación del sistema del Canal Magdalena, y la posibilidad de establecer zonas francas para que aquellas zonas donde se registra comercio bilateral con países limítrofes.
Otro punto central de los cambios está vinculado a la ley que permite actualizar los balances de ganancias por inflación y en ese sentido se establece que solo se permitirá que en el caso del 2021 se permitirá imputar un tercio de la inflación y los dos tercios se podrán aplicar en los balances del 2022 y 2023.
También, se prorrogan los beneficios para blanquear capitales para invertir en la construcción y en ese sentido se estableció que aquellos que lo hagan antes del 30 de abril del 2022 pagarán un impuesto del 5 % y los que lo hagan luego de esa fecha será del 10%.
Además, informó que se aumentarán partidas por $6.000 millones para el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y que se autoriza al Jefe de Gabinete a cumplir las sentencias de la Corte Suprema por las demandas planteadas por las provincias de Santa Fe y La Pampa.
Asimismo, se dispuso que en el ajuste de los balances por inflación sólo pueda imputarse un tercio para el ejercicio 2021 y los dos tercios restantes en 2022 y 2023.
También se prorrogaron los beneficios para el blanqueo de capitales en inversiones en construcciones. Se pagará 5 % por el ingreso de los fondos antes del 30 de abril y 10% luego de esa fecha.