Vidal cierra campaña entre internas nacionales y el fantasma Milei

Con propuestas y el discurso del "basta", Vidal cerrará su campaña a cielo abierto mientras la dirigencia de la oposición le abre la puerta a una interna feroz camino al 2023. Con Larreta en medio de las chicanas, el núcleo duro no ahorra en halagos y fórmulas anticipadas.

Juntos por el Cambio no esperó el fin de las elecciones para desatar sus internas y cerrará sus campañas en medio de un clima caldeado entre duros y blandos. En la Ciudad, este miércoles María Eugenia Vidal le pondrá fin a su carrera a las urnas con un discurso muy parecido a lo visto hasta ahora, ese alimentado por propuestas y la consigna del «basta», de ponerle un freno al kirchnerismo con un interbloque de 120 diputados en el Congreso. Diego Santilli lo hará el jueves en la provincia. Por fuera de los límites 2021, la guerra declarada por el sillón de Rivadavia. Elogios a la extrema derecha, fórmulas presidenciales anticipadas y efectistas, bandos divididos y un ex jefe de Estado expectante, queriendo entrar a la cancha.

Vidal usará todo el arsenal de campaña en el cierre de una etapa. En la Floralis Genérica, esta tarde dará el paso final a una carrera que culminará el domingo. Su discurso pasará por lo habitual. Mostrar qué iniciativas llevará la oposición al Congreso, cómo buscarán impedir la «mayoría» del Frente de Todos, enfatizará en la necesidad de lograr un espacio de 120 diputados – para lo que deberían crecer un poquito más que en las PASO – y buscará alimentar la sensación del «basta».

Esos objetivos 2021 no se circunscribirán solamente a este año sino que formarán parte de una construcción camino a un 2023 tormentoso para la oposición. En ese sendero, varios dirigentes anticiparon una interna feroz post 14 de noviembre pero se adelantó y mostró los dos bandos enfrentados a 24 meses de las presidenciales. Por un lado, los encolumnados en una propuesta como la de Horacio Rodríguez Larreta y, por otro, los que quieren entorpecer las pretensiones del jefe de Gobierno y proponen opciones más combativas, fuertes en las PASO pero más débiles en las generales, como la de Patricia Bullrich.

Esas internas no son exclusivas del PRO. El escenario encontró a la UCR entrelazada con el macrismo mediante apoyos y mojadas de oreja efectistas, tal vez temporales. Con un coqueteo intenso, Gerardo Morales, gobernador de Jujuy y posible futuro titular del Comité Nacional del radicalismo, y Bullrich mostraron apoyos mutuos a una futura candidatura presidencial. Un acercamiento que no tardó en manifestarse públicamente.

Esa relación electoral no necesariamente, según dicta el panorama, podría tener continuidad. En principio, el vínculo pasó a formar parte de una suerte de molestia destinada a Larreta y sus pretensiones personales. Bullrich está dispuesta a ser candidata y en el radicalismo hay varios anotados, aunque no todos lleguen al final. Así, lo de Morales se podría tratar de una cuestión meramente coyuntural, necesaria para las intenciones propias pero que podría no mantenerse en el tiempo por dos cuestiones centrales: por un lado, Facundo Manes es su candidato y, por otro lado, si el gobernador de Jujuy llegara a presidir la UCR, apoyaría a un nombre de su partido.

A esto se sumó que un sector del radicalismo se mostró muy molesto por la gira de campaña encabezada por Larreta y Martín Lousteau. El senador será el primer delegado al Comité Nacional en una lista de unidad porteña y, según interpretaron del bando partidario contrario, el jefe de Gobierno porteño podría «robarle» herramientas y recursos políticos con el acercamiento entre ambos dirigentes, una suerte de intervención del espacio. Cerca del actual senador nacional, en tanto, justificaron que recorrieron distintas provincias por ser dos figuras con muy alta imagen positiva.

En esos idas y vueltas ingresó la banca de Mauricio Macri a Javier Milei. Hasta el momento, ningún aliado de Juntos por el Cambio mostró intenciones de sumar al economista a un proyecto nacional. A lo sumo, una pequeña construcción a nivel porteño. Macri y Bullrich son los únicos dos que, por ahora, mostraron guiños al hombre de La Libertad Avanza y no habría consenso para incorporarlo porque, básicamente, no lo quiere la mayor parte de la alianza.

Pero el gesto de Macri a Milei, en realidad, se trató de un mensaje a Larreta. El endurecimiento de las posturas, la necesidad de construir otra imagen combativa dentro de la oposición y generar incomodidad. Larreta y Vidal ya se diferenciaron, también Lousteau y la Coalición Cívica, pero Mauricio y Patricia no aflojaron con los flechazos. La incógnita pasará por saber si prospera o no ese coqueteo. Con o sin rupturas.Con estas jugadas, Macri mostró que será clave a la hora de designar un candidato del PRO. No será a dedo pero su apoyo será fundamental y con condiciones. En cuestiones de estilo, el dirigente es muy similar a Bullrich, efectiva para conquistar el núcleo duro en las PASO pero más complicada para lograr un consenso amplio en la sociedad que permita ganar una elección presidencial. Del otro lado, un Larreta capaz de convocar a otros sectores y el postulante natural del espacio. El ex presidente bancará a uno u otro, las negociaciones con la ex ministra de Seguridad no serán fáciles y todavía nadie se animó a descartar el nombre de Mauricio en una boleta.

Por: CARLA PELLIZA

Fuente
eldestape

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