Evasión y fuga, la herida que no para de sangrar
La tarea de la AFIP para identificar cuentas en el exterior no declaradas podría recibir fuerte impulso con las revelaciones de los Pandora Papers. 600 mil cuentas de argentinos bajo la lupa.
La investigación conocida como Pandora Papers reveló el entramado de sociedades «pantalla» armadas en el extranjero por 14 importantes estudios dedicados a ese fin, entre las cuales aparecen como «beneficios finales» al menos 2521 residentes argentinos. La AFIP viene desarrollando, desde inicios del año 2020, una tarea de análisis y fiscalización sobre cuentas financieras de argentinos en el exterior, entre las cuales ya identificó unas 500 con irregularidades u ocultamiento en las declaraciones juradas fiscales de sus titulares en el país. Ambos elementos empiezan a echar luiz sobre uno de los conflictos económicos que mayores perjuicios le provoca al país: la fuga y evasión de divisas. Según la información recibida por la AFIP desde las administraciones tributarias de más de 90 países con los que existe un convenio de intercambio de información, hay más de 600 mil cuentas bancarias en las que su titular es un residente argentino. Un informe indica el camino que está siguiendo la fiscalización del organismo para develar las irregularidades existentes y controlar los flujos financieros ilícitos.
Importantes hombres de negocio deciden constituir sociedades en el exterior, en una guarida fiscal –que más afectuosamente denominan «paraíso»–, convocando a sus hijos para ser parte de la flamente firma, desde la que operarán en otros países, por ejemplo Estados Unidos o Suiza, pero a nombre de esa sociedad off shore. Este fue el caso, por ejemplo, de Aldo Benito Roggio, empresario de la construcción, cuya estructura societaria familiar fue revelada por la investigación Pandora Papers. Sus representantes aseguran que las sociedades están declaradas en las presentaciones impositivas (Bienes Personales) de los hijos del ex vicepresidente de la cámara del sector, con lo cual en principio tener ese activo financiero no constituiría delito. Otra cosa sería averiguar qué operaciones iban a realizarse a través de las cuentas abiertas en Suiza o Estados Unidos, donde ya el apellido Roggio no aparecería como titular, sino la nueva sociedad.
Un convenio firmado en 2014 entre gobiernos, a instancia de la OCDE y buscando transparentar los movimientos financieros en el mundo, comprometió a las administraciones tributarias de los países firmantes a intercambiar, anualmente, toda la información que cada cual recabara en sus respectivos países, sobre cuentas financieras activas a nombre de titulares extranjeros. Es decir, que cada país recibiría la información de los saldos de las cuentas que sus propios residentes tenían en el extranjero al cierre de cada año, al menos en los países firmantes del convenio.
El informe del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en base a documentación filtrada de 14 estudios proveedores del servicio de crear y administrar empresas pantalla en guaridas fiscales, debería complementar lo anterior en cuanto a revelar el entramado societario con el que se busca ocultar o desviar el destino de los fondos que se fugan de un país.
Este tipo de entramados societarios parece ser bastante común entre empresarios y personas con grandes fortunas particularmente en Argentina. Según los primeros datos revelados del Pandora Papers, Argentina con 2521 beneficiarios finales residentes en el país, «ranquea» en el podio de los países de origen de los fugadores. A su vez, según datos de un informe especial de la AFIP sobre el mencionado intercambio internacional de información sobre cuentas financieras, a fines de 2019 eran más de 600 mil las cuentas en el exterior cuyos titulares eran residentes argentinos.
Formar una sociedad en el exterior no es ilegal. Tampoco lo es abrir una cuenta en el exterior. Lo ilegal es, en principio, no declararlo en las declaraciones juradas de impuestos en el país de residencia. Al delito de evasión, se pueden llegar a sumar otros de acuerdo al fin para el cual se crea una empresa en el exterior, sobre todo si se radica en un lugar donde esa firma no va a realizar ninguna actividad, como las islas Vírgenes o Cayman, donde puede ejercer como pantalla de otras actividades no declaradas en otros puntos del planeta.
Fiscalización
Mientras se esperan las revelaciones de los nombres de los beneficiarios finales de las sociedades creadas en guaridas fiscales mencionadas en los Pandora Papers, la investigación del equipo fiscalizador de la AFIP sobre cuentas financieras en el exterior logró identificar más de 470 casos que presentaban irregularidades e «inconsistencias» entre los saldos de sus cuentas informados desde el exterior, y las declaraciones juradas de sus titulares.
Un informe del organismo fiscal refiere que, a partir del intercambio de información internacional de cuentas financieras, por los años 2016 y 2017 Argentina recepcionó datos sobre la existencia de más de 50 mil cuentas en el exterior en el primer año, y más de 250 mil en el segundo (que, probablemente, incluyan a las 50 mil anteriores). Sobre las mismas, se seleccionaron unas 3000 cuentras por la significación de sus montos o por presentar algún grado de «inconsistencia» con las declaraciones juradas de sus titulares en el país.
Aproximadamente la mitad de esas 3000 cuentas siguen «en curso de fiscalización», mientras que sobre la otra mitad se determinó la existencia de «desvíos» entre la información declarada por la entidad financiera del exterior y lo informado por el contribuyente en sus declaraciones juradas de Ganancias y Bienes Personales para los mismos períodos. Sobre los más de 470 casos identificados, se realizaron las intimaciones a los responsables, que derivaron en «ajustes» que le permitieron recaudar a la AFIP cerca de 600 millones de pesos adicionales en los últimos meses.
La fiscalización de las irregularidades arrojó como resultado, según el informe, que prácticamente en la mitad de los casos, los titulares de las cuentas habían declarado en el impuesto a los bienes personales que tenían activos en el exterior, pero por un monto inferior al que el intercambio de información de cuentas después revelara.
La otra mitad no había declarado tener cuentas en el exterior. Más de 150, de los casi 500 casos con irregularidades, había presentado declaración jurada pero sin incluir en la misma las cuentas en el exterior. Un diez por ciento, aproximadamente, no presentó declaración jurada y hubo incluso unos pocos casos en los que ni siquiera estaban inscriptos como responsables ante los impuestos a las ganancias y bienes personales. Pero quedaron expuestos a partir del intercambio de información con administraciones tributarias del exterior.
La administración encabezada por Mauricio Macri prácticamente ignoró la información sobre cuentas en el exterior. Realizó sólo unas pocas fiscalizaciones y ya en sus últimos meses, cuando estaba de salida. Pese a que la información que iba recibiendo el gobierno como resultado del convenio de intercambio de información de cuentas financieras le iba otorgándole una creciente base de datos. En septiembre de 2019, con datos al 31 de diciembre de 2018, y con 96 países adheridos, Argentina recepcionó información sobre la existencia de casi 600 mil cuentas de sus residentes en el exterior.
Por: Raúl Dellatorre