En medio del furor por la serie El Reino, ¿cuál es el verdadero peso del voto evangélico en el país?
De acuerdo a un estudio del CONICET sobre creencias religiosas, en Argentina el 15,3% de la población es evangélica. Referentes de ese espacio opinan sobre el rol en la política.
El éxito absoluto de la serie «El Reino», con cientos de miles de seguidores en todo el país y en la región a través de la plataforma de contenidos Netflix, instaló una serie de debates sobre cuál es el verdadero peso electoral del mundo evangélico y cuáles son los políticos que podrían capitalizar ese voto.
Según los resultados de la «Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina», un estudio del CONICET dirigido por el investigador Fortunato Mallimaci, en la Argentina un 15,3% de la población es evangélica, en su mayor parte de raíz pentecostal.
Este porcentaje representa un súbito crecimiento respecto de 2008, cuando el credo evangelista apenas llegaba al 9%, aunque sigue lejos de los niveles de Brasil, donde alcanza al 30% de la población.
En la Patagonia, en el noreste y en el conurbano bonaerense es donde esta religión tiene mayor penetración y arraigo, pero la mayoría de sus creyentes sigue votando a los partidos tradicionales, razón por la cual los emergentes partidos celestes todavía no logran despegar en las encuestas.
En dialogo con NA, la diputada nacional y militante evangélica del PRO Dina Rezinovsky minimiza la relevancia de los partidos que se reivindican puramente «celestes» en las preferencias electorales de los ciudadanos «provida».
«En realidad el voto celeste demostró en el 2019 que no existe como un sector al que hablarle para cambiar una elección. En Argentina priman muchas veces más los temas relacionados al bolsillo y la heladera, antes que temas relacionados a los valores provida», reflexionó la legisladora opositora.
La precandidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires y militante evangélica Cynthia Hotton opinó en el mismo sentido: «La comunidad evangélica y cada miembro de la Iglesia es libre de votar lo que siente», afirmó.
«Hay gente que vota más al kirchnerismo y otros a opciones más antiperonistas. Pero en los últimos años y algunos debates que se dieron la gente empezó a percibir que los políticos no estaban atendiendo intereses nuestros como la defensa de la vida, la familia, la educación de nuestros hijos donde te imponen un pensamiento único y hay persecución ideológica», expresó en declaraciones a Noticias Argentinas.
Dentro del evangelismo hay distintas vertientes, pero es el sector más conservador y reaccionario el que logró una mayor visibilidad en la esfera pública, especialmente a partir de las marchas de 2018 y de 2020 durante los debates por la ley de legalización del aborto.
Estos sectores, que vienen en ascenso aprovechando el envión del fenómeno bolsonarista en Brasil, se nuclean en la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera).
En Brasil, justamente, la religión evangelista está presente en el 30% del país y en los últimos años, de la mano de Jair Bolsonaro (quien es creyente evangélico), consolidó un bloque parlamentario muy numeroso, que lo posiciona como un factor de poder en la política de ese país.
En la Argentina ese escenario está lejos de ser una realidad, si bien la participación de representantes evangélicos en la política no es una novedad y comenzó tímidamente a dar algunos pasos.
Existen exponentes como Rezinovsky, una abanderada contra el aborto legal, que en su momento causó polémica al hablar de «sacar a Dios de la Constitución si tanto les molesta» a los «pañuelos verdes».
La joven legisladora de 34 años, única diputada de creencias evangélicas además del neuquino David Schlereth, se erigió como puente entre el PRO y sectores religiosos de las distintas provincias, con el objetivo de contener parte de ese voto dentro de Juntos por el Cambio.
Santa Fe es una de las provincias testigo donde más nítidamente se vislumbra el interés del PRO por captar el voto cristiano a partir de candidaturas que provienen del sector autodenominado «provida».
El pastor evangelista Walter Ghione es precandidato a diputado nacional por Juntos por el Cambio, en la lista que lleva a la también referente celeste y actual diputada provincial Amalia Granata como precandidata a senadora nacional.
Ghione es uno de los dirigentes evangélicos que el año pasado conformó el partido nacional Una Nueva Oportunidad (UNO), que agrupa a referentes de ese credo de cerca de una decena de provincias, entre ellas Salta, Entre Ríos, Buenos Aires, Corrientes, La Pampa, Chaco, Formosa y Mendoza.
La mayoría de ellos tiene o tuvo relación con el PRO de Mauricio Macri, al igual que Hotton, quien fue diputada de Recrear (en alianza con el PRO) entre el 2007 y el 2011, pero en el 2009 comenzó a marcar un camino propio al fundar su propio espacio político, Valores para mi País, que se diferenció a nivel parlamentario.
En 2019 decidió acompañar a Juan José Gómez Centurión en la fórmula presidencial del Frente Nos, obteniendo 700.000 votos, pero este año competirá por un carril separado con el Frente Más Valores que la tendrá como primera candidata a diputada nacional.
«En 2019 sabíamos que se venía el debate del aborto y debíamos unificar a todo el movimiento celeste en un frente electoral. Pero después nos dimos cuenta que teníamos más diferencias ideológicas. No queremos que nos asocien con movimientos de otros países como el de Bolsonaro en Brasil, porque nosotros creemos en la Doctrina Social Cristiana. Y tampoco que nos asocien a los liberales porque creemos en un Estado presente», se diferenció Hotton.
Extrañamente, en la provincia de Buenos Aires habrán dos frentes que representarán puramente al evangelismo, ya que a la lista de Hotton se suma la del Partido Celeste, que tendrá a Ayelén Alancay y a Raúl Magnasco a la cabeza.
Asimismo, el Partido Conservador Popular tendrá como primer precandidato a diputado nacional por ese distrito al pastor Víctor Albarracín. En Rosario, la precandidata a concejal Silvia Cantarella, que pertenece al partido evangélico UNO y compite en Juntos por el Cambio dio la nota al repartir «chalecos antibalas caseros» para protegerse de las balaceras recurrentes que hay en las zonas más críticas de la ciudad santafesina.
En Córdoba la empresaria evangélica Mery Lounge encabezará la lista de precandidatos a diputados nacionales en una alianza con el Partido Demócrata, que estará representado por el ex ministro de Economía Roque Fernández como primer precandidato a senador nacional.
En Mendoza, el evangélico Gustavo Majstrik encabezará la lista para senadores por el Partido Federal, cuyo primer aspirante a diputado será el celeste Carlos Iannizzotto.
LA REACCIÓN POR EL ESTRENO DE «EL REINO».
La serie de Netflix que es todo un suceso en Argentina y Latinoamérica no cayó nada bien en la comunidad evangélica, que acusa a los autores de crear una ficción que estigmatiza a los creyentes presentándolos como fundamentalistas y retrógrados, banaliza la religión e instala en el imaginario popular la idea de que los pastores son líderes corruptos, peligrosos y sedientos de poder.
«Esa serie fue hecha exclusivamente para desprestigiar a todas las personas de fe que decidimos dar un paso en servir a la sociedad desde la política. No por nada mezcla a los partidos ‘de derecha’ con empresarios y evangélicos. Matan tres cucos de una sola vez. Muy estratégica e ideologizada la mirada de los guionistas», manifestó Rezinovsky.
A través de un documento firmado por su Consejo Directivo, Aciera apuntó sus cañones contra la guionista de la serie Claudia Piñeiro, a quien acusaron de tener «un encono» contra la «cultura evangélica de la Argentina» a partir de su «militancia feminista durante el debate de la ley del aborto».
Fuente: Noticias Argentinas