“Hizo todo lo contrario a lo que debería haber hecho»
La diputada macrista Carolina Píparo quedó en el centro de los pedidos de renuncia a sus distintas funciones por haber atropellado junto a su marido a dos jóvenes y luego fugarse sin atenderlos. La Red Nacional de Familiares de Víctimas de Tránsito repudió su accionar y pidió que «dé un paso al costado» en su cargo de secretaria de Asistencia a la Víctima de la Municipalidad de La Plata. «Hizo todo lo contrario a lo que debería haber hecho», dijo una de las referentes de la Red. Los concejales del FdeT se sumaron a ese pedido. Y desde el Frente de Todos hubo reclamos también para que renuncie a su banca en la Legislatura provincial. Mientras crecían las críticas al accionar de Píparo durante y después del episodio, los abogados de las víctimas pidieron la detención de su esposo, Juan Ignacio Buzali, al considerar que su libertad puede significar el entorpecimiento de la causa. De hecho, los letrados denunciaron que ya hubo encubrimiento al matrimonio Píparo-Buzali por parte del municipio platense.
Por su parte, en su primera declaración pública a tres días de lo sucedido, Píparo salió a victimizarse y dijo que lo ocurrido fue “un accidente”. Insistió en que antes de atropellar a los dos motociclistas, ella y su esposo fueron víctimas de un robo. Su abogado, Fernando Burlando, aseguró que la pareja actuó llevada por “una situación emocional” y admitió que “cuando se actúa bajo situaciones emocionales, se toman las peores decisiones”. Fuentes del municipio platense le dijeron a la agencia Télam que Píparo pediría una licencia en el cargo que ocupa allí.
Ayer también, mientras crecían los cuestionamientos hacia la actitud de Píparo, la Justicia allanó el Centro de Operaciones y Monitoreo de la Municipalidad de La Plata en busca de los videos completos de las diversas secuencias ocurridas en la madrugada del 1º de enero (ver aparte). Es que los videos entregados por el municipio no hicieron más que alimentar las sospechas de un eventual encubrimiento por parte de las autoridades municipales a la pareja Píparo-Buzali. El abogado de Luis Lavalle, una de las víctimas, denunció que las filmaciones fueron adulteradas para favorecer a la diputada macrista y su marido.
Hay además varios hechos que alimentan esas sospechas: el secretario de Seguridad platense, Darío Ganduglia, fue en busca de la pareja momentos después del hecho. Y a Buzali no se le hizo el test de alcoholemia en el momento, como indican las normas, sino recién diez horas después.
Todo ese cúmulo de irregularides motivaron a diversos referentes de organizaciones vinculadas a la seguridad vial y las víctimas de accidentes de tránsito a repudiar los comportamientos de Píparo tanto durante la noche de los hechos como los días siguientes.
La Red Nacional de Familiares de Víctimas de Tránsito pidió formalmente que Carolina Píparo «dé un paso al costado» como funcionaria municipal vinculado a la asistencia a las víctimas. «Su deber era quedarse y asistir a los lesionados por el accionar imprudente de su esposo», señalaron en un comunicado. «Ella ya reaccionó y reaccionó mal. Hizo todo lo contrario a lo que debería haber hecho. Ahora lo mejor sería que se aparte del cargo», señaló Teresa Mellano, referente de la agrupación Estrellas Amarillas (ver aparte).
Por su parte, el diputado bonaerense Guillermo Escudero, del Frente de Todos, señaló que la actitud de Píparo merecería su renuncia en la Legislatura provincial. “En el mejor de los casos, según el Código Penal, estamos hablando de lesiones culposas y abandono de personas, pero los abogados de las víctimas están pidiendo que se caratule como doble homicidio en grado de tentativa”, dijo.
El diputado impulsó también un pedido de informes para que el intendente de La Plata, el macrista Julio Garro, explique la actuación que tuvo en el caso su secretario de Seguridad, Darío Ganduglia. “Lo que queremos saber, es si Garro envió a a Ganduglia para que se reuniera con Píparo y su marido minutos después de lo ocurrido” con los dos motociclistas que fueron atropellados.
Píparo, en su primera declaración pública, dijo que esperó tres días “para reponerme y poder mostrarles a mis hijos que su papá y su mamá estaban vivos y bien”. Dijo que escribía “con dolor por lo que me tocó vivir estos últimos días” por tener que “volver a ser víctima de un robo a mano armada, con 6 delincuentes rodeando tu auto”. Hizo referencia así al robo que dice haber sufrido antes de atropellar con su auto a los dos jóvenes que, según voceros judiciales, no tienen nada que ver con los ladrones a los que ella dijo que salieron a perseguir.
“Vimos a las personas que para nosotros nos habían asaltado, pretendimos ayudar a que la policía los encuentre y que no le pase a otra persona lo que me había ocurrido a mí”. En esas circunstancias “tuvimos un accidente en el que dos personas resultaron heridas y una tuvo que recibir lamentablemente cinco puntos de sutura”.
Agregó que “además del horror de lo que nos pasó, me tocó leer y escuchar una sarta enorme de mentiras y barbaridades que se dijeron sobre mi familia y sobre mí”. Consideró que hubo “operaciones de todo tipo: desde poner en duda el robo que sufrí a manos de 6 motochorros, desacreditando a los vecinos mismos que llamaron al 911 para ayudarme, hasta inventar, entre muchas otras cosas, que mi marido es funcionario público, drogadicto, que intentó escapar, cuando fue él quien buscaba y finalmente encuentra a la policía mientras yo todo el tiempo pedí auxilio al 911”.
Eludió dar otros detalles, dijo, para no interferir en las dos causas abiertas, una por el robo que ella denunció y la segunda por el “accidente” en el cual fueron heridos dos jóvenes. Hizo alusión también al robo que sufrió hace diez años y a consecuencia del cual perdió luego un embarazo. Dijo que con su marido están “a disposición de la justicia, como corresponde, que en definitiva será la que dictamine sobre el robo que sufrí y el accionar de mi marido en el accidente”. Hasta el momento, las sospechas apuntan a que no hubo tal «accidente» sino un atropellamiento del que Píparo y marido se fugaron sin asistir a sus víctimas
Fuente. Pagina12