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Choque de concepciones

Si la jueza y el fiscal federal que llevaron desde el comienzo la causa por desaparición forzada eran proclives a favorecer la concepción de inocencia de la Policía Bonaerense, la balanza parecería equilibrarse con los nuevos enviados desde la Procuración luego de la visita de la madre de Facundo Castro al Presidente Alberto Fernández.

Una notable diferencia de criterios se hizo patente a partir de las medidas solicitadas por los fiscales Héctor Andrés Heim y Horacio Azzolin, que no contaron con la firma del bahiense Santiago Ulpiano Martínez y que chocaron con una generalizada negativa de la jueza Gabriela Marrón. Los pedidos y sus respuestas se enumeran aquí para facilitar una rápida visualización:

Pedido de los fiscales Azzolin y Heim Respuesta de la jueza
Secuestrar cinco decenas de teléfonos de policías: dos de Curuhuinca (entregó uno casi vacío); otro de Siomara Flores, y los de efectivos de siete rangos, de sargentos a comisarios. NO
Pedir a las empresas de telefonía datos sobre 17 teléfonos de policías que tuvieron una participación menor. NO
Exigir a la subcomisaría de General Daniel Cerri “libros de guardia, actas” y registros de “movimientos del personal, móviles y personas aprehendidas, y dispositivos móviles utilizados por la dependencia”. NO
Allanar la subcomisaría de Cerri. NO
Volver a inspeccionar el calabozo donde hallaron el amuleto-sandía, y usar luminol en todas sus dependencias. NO
Permitir la participación del instructor Marcos Herrero, con su perro Yatel, y de la forense Virginia Créimer. NO
Secuestrar la libreta del capitán Alberto González en la que anotó el 30 de abril datos de la testigo H ‘antes’ que los de Facundo y con 75 días de antelación. SI
Ordenar al municipio de Villarino que envíe los datos de las lectoras de patentes cercanas al puesto zoofitosanitario entre el 30 de abril y el 8 de mayo. SI
Solicitar a Google, Facebook, WhatsApp e Instagram información sobre contenidos de las cuentas de los policías Curuhuinca, Sosa, González y Flores. SI

Es palabra de su señoría

La jueza Marrón, de familia naval y esposa de un militar, acaba de tomar distancia de su universo conceptual para cuestionar que se reedite contra la Policía “una persecución de clase inaceptable en la evolución democrática de nuestro país”. Luego de salvar a determinados agentes, sembró dudas sobre el perito y sus perros a la vez que minimizó pruebas y menospreció a los fiscales. Sus principales señalamientos son reordenados aquí:

Sobre los policías

Sobre los perros

Puso en duda los hallazgos del perro adiestrado por el perito Marcos Herrero.

Sobre los fiscales

Sobre la causa

Respuestas

La primera defensora del instructor canino es Cristina Castro, quien desde hace meses repite cuán ofensivas le resultan las dudas sobre alguien que ayudó a esclarecer tantos casos. “¿Acaso plantó los cadáveres que fue hallando?”, se pregunta. Sus perros encontraron el collar de Santiago Maldonado y hallaron a personas extraviadas como Micaela Ortega, Araceli Fulles, Marito Salto y otras. La mamá de Micaela, de 12 años, relató: “Habían venido de toda la Policía… Y lo que no encontró la Científica, lo hizo él”. Ella contactó a Herrero con la familia Castro. En el caso del niño Marito, violado y descuartizado en Quimilí, el cuerpo fue hallado gracias a su trabajo a pesar de que había transcurrido un año y medio.

La querella institucional

Luego del choque de criterios enumerados, la Comisión Bonaerense por la Memoria (CPM) evaluó que la jueza incurre en una “arbitraria y antojadiza interpretación de la prueba y expresa una temprana valoración que sólo puede arrojar un resultado: el cierre de la causa sin conocer la verdad”.

La CPM dice que comparte con los fiscales Heim y Azzolín que “la hipótesis más robusta sigue siendo la desaparición forzada seguida de muerte”. Por eso se despacha contra la jueza con un comunicado del que aquí se rescatan los principales pasajes:

Esto último apunta a un dato que no está ligado a la autopsia: el móvil policial estuvo entre las 12 y las 15.45 en la zona del cangrejal y hasta 800 metros de donde se halló el cuerpo esqueletizado.

Por último, el organismo de derechos humanos le señala contradicciones a la jueza:

Fuente: ALBERTO MOYA para El Cohete a la Luna

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