El poder adquisitivo sigue en caída

Este jueves el Indec publicará el IPC de enero que, de acuerdo a las estimaciones privadas, se mantendrá en torno al 2,6% de diciembre antes de la aceleración que sobrevendrá en los siguientes tres meses a causa de los tarifazos. En ese marco, el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) difundió ayer su índice de inflación, que mide la variación de precios de la canasta de consumo de los asalariados registrados. El resultado: una suba mensual del 2,7%, que estiró la suba interanual al 48,7% y batió el récord de diciembre como el mayor pico inflacionario desde 1991. Por las revisiones paritarias, el salario real desaceleró su caída, que igualmente marcó un elevado 11%.

Con este dato, la inflación de los trabajadores acumula diez meses consecutivos por encima del 2%. Esta vez, los rubros que más impactaron en el alza fueron «Otros bienes y servicios» (7,7% impulsado por el aumento de los cigarrillos), «Esparcimiento» (6,4% por la suba estacional en hotelería), «Equipamiento y mantenimiento del hogar» (3,3%), «Transporte y comunicaciones» (2,6% por el tarifazo en colectivo, tres y subte) y «Alimentos y bebidas» (2%).

Si bien en enero la inflación fue pareja para los asalariados de los distintos niveles de ingresos, la medición interanual volvió a mostrar que los segmentos más bajos fueron los que más sufrieron la suba de precios. El decil 1 (el 10% de los trabajadores con sueldos más bajos) tuvo una suba de precios del 50,5%, es decir, 3,2 puntos más alta que la del decil 10 (el 10% con salarios más altos), que fue del 47,3%. La brecha se amplía a 37,7 puntos al comparar la inflación acumulada desde noviembre de 2015: la canasta de consumo del decil 1 se triplicó (197,6%) y la del decil 10 subió 159,9%.

«Durante 2015 la inflación entre los asalariados más pobres y más pudientes era relativamente pareja. En contraste, desde 2016 la inflación de los asalariados más humildes fue sistemáticamente más elevada que la de los deciles altos. La principal razón de ello fueron los tarifazos de servicios públicos, que afectaron mucho más a los hogares menos pudientes, que destinan un mayor porcentaje de su gasto a transporte público, electricidad, gas y agua», explicó el informe del IET, el instituto que impulsan la UMET y un conjunto de sindicatos de la CGT y las CTA. Como las tarifas serán los principales motores de la suba de precios en la primera mitad del año, es de esperar que la brecha siga estirándose.

«La inflación interanual para los trabajadores (enero 18 – enero 19) fue del 48,7%. ¿Recuerdan a los payasos del 10 +/- 2?», dispararon desde la CTA en alusión a la meta inflacionaria anunciada a fines de 2017 por el BCRA de Federico Sturzenegger. Y advirtieron: «Se lo informamos a las patronales, para que vayan preparándose para las paritarias».

En enero el poder adquisitivo de los asalariados cayó 11% interanual. El número muestra una leve desaceleración respecto al 11,4% de diciembre producto del impacto de las revisiones paritarias. Pero, al abrir el panorama, se ve que el rebote es muy suave: desde la asunción de Mauricio Macri el salario real se hundió 14,4%. Además, con una inflación que se mantendrá en niveles elevados, las perspectivas de recuperación de los ingresos para 2019 no son alentadoras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *