Alfonsín dijo que «la UCR ganaría una interna contra Macri»

Ricardo Alfonsín llegó a Mar del Plata para reunirse con militantes del radicalismo y otros sectores que buscan la conformación de un espacio progresista. Si bien no dice que será parte de un armado por fuera de Cambiemos y aclara que no será candidato, manifiesta preocupación por la situación política y social del país y cuestiona con dureza el rol de su partido en estos dos años la que calificó de “tener un desierto de ideas” y “alejarse de los valores históricos”.

Al mismo tiempo, aseguró que la UCR tiene que presentar un programa de gobierno diferente al de Cambiemos (del que forma parte) y confía en que el partido compita con el Proy gane. Promete que “un gobierno radical sería mejor” y anticipa el futuro del Pro en caso de perder la elección con el peronismo.

– Los medios lo buscan por su condición de radical crítico del gobierno. ¿Está pensando la construcción de un espacio por fuera de la alianza de gobierno?

Digamos que estoy adelantando trabajo para cuando la UCR tenga que darse el debate interno en la UCR sobre las alIanzas que deben conformarse para las elecciones. Creo que algún día la UCR deberá darse cuenta que no es normal ni lo más racional que se reúnan los que piensan diferente para competir con quienes piensan igual. En realidad debería ser al revés, veremos qué decide la Convención Nacional, que es el único órgano partidario autorizado y con competencia para definir la política electoral. Habrá que ver si se ratifica lo dispuesto en en 2015 y en 2017.

– ¿Cuál es su voluntad?

El partido tiene que darse una discusión, primero que nada. Antes que discutir lo electoral hay que hacer un balance sobre lo ocurrido con el gobierno del PRO, porque no gobierna la UCR, gobierna el Pro, no gobierna Cambiemos.

– ¿Por qué esa distinción?

El Pro gobierna porque ganó la elección. Macri es presidente no porque sea el candidato natural de Cambiemos sino porque ganó las PASO. Entonces, lo primero es hacer ese balance, si las políticas aplicadas fueron las correctas, observar los resultados y sacar las conclusiones. Después tenemos que discutir si el partido cumplió con lo que había dicho cuando celebró este acuerdo.

– ¿Qué tendría que haber hecho el radicalismo?

Lo que dijimos que íbamos a hacer. Hacernos cargo de las diferencias e influir en las decisiones. Cuando acordamos en Gualeguaychú dijimos que si Ernesto Sanz perdía las PASO con Macri y le tocaba gobernar, sabiendo que éramos fuerzas políticas diferentes, íbamos a aprovechar todos los mecanismos partidarios e institucionales para influir en las decisiones, en el rumbo y contenidos de esas decisiones y para evitar que el sesgo pro-mercado el Pro se imponga. Dijimos que no íbamos a acompañar decisiones que no resultaran positivas para el país, bueno eso no se hizo. El que diga que la UCR actuó así no está diciendo la verdad o el que diga que no tuvo necesidad de oponerse a nada porque las decisiones del Pro hubiesen sido tomadas por nuestro partido, tampoco dice la verdad. Basta con ir a lo que pensaba el partido hasta 2015 en temas importantes. Además, tenemos que discutir un proyecto de país y pensar un programa capaz de resolver los problemas del desempleo, la estructura productiva, la inserción en el mundo, por ejemplo. ¿Nos hemos insertado en el mundo?

– El gobierno dijo que volvimos al mundo..

El tema es cómo nos insertamos, decir que volvimos al mundo es no decir nada. Estamos llevando adelante negociaciones con la Unión Europea y no sabemos qué se está negociando. Es inexplicable que una sociedad asista con esta indiferencia el secretismo de un acuerdo de esas características cuando el contenido del mismo es muy importante. Sin embargo, los argentinos no nos enteramos de nada. El partido tiene que incidir al ser parte de Cambiemos, a pesar de no gobernar porque el radicalismo es responsable del triunfo del Pro. Este tema, la economía, si vamos a industrializarnos, qué rol tiene que tener el Estado, que hacemos la ciencia, como crecemos y nos desarrollamos. Todo estos temas tiene que ser abordados por el partido. Decir cuáles son las alianzas electorales sin debatir todo eso es poner el carro delante del caballo.

– ¿Qué pasa si el radicalismo ratifica la alianza sin discutir todos esos temas?

Yo voy a promover la discusión y si el partido ratifica la política de alianza, cosa que creo que puede ocurrir por la relación de fuerza entre los convencionales, me parece que lo mejor es presentar una candidatura propia para competir con el Pro, además, porque le ganaríamos. A los radicales les digo que si competimos con el Pro, vamos a ganar y volvemos a gobernar. A los argentinos les digo que si el radicalismo ganara la PASO y después la general, el Gobierno sería muy distinto.

– ¿Cree que cualquier candidato radical le ganaría a Macri en una PASO?

Yo creo que sí. Algunos radicales se enojan porque digo esto, lo que creo es que debería enojarlos es los que dicen que el radicalismo no tiene que tener un candidato propio. Han salido a apoyar las declaraciones del Pro de tener un candidato para el 2019 y les parece mal que tengamos un candidato propio, la verdad que no lo entiendo demasiado. Insisto, el radicalismo haría un mejor gobierno.

– ¿Qué es lo que hizo que el gobierno no pudiera resolver problemas heredados como la inflación?

Los indicadores socioeconómicos que le hicieron perder la elección al Frente para la Victoria no solo no se han mejorado sino que se han agravado y, en algunos casos, se han incorporado. Creo que la razón por la cual esto sucedió es que las políticas aplicadas por el Pro fueron de neto corte liberal propia de los que creen que lo mejor que puede hacer la política con la economía es meterse lo menos posible y solo hay que garantizar estabilidad monetaria y equilibrio fiscal para que después el mercado se encargue de resolver todo. La otra razón que explica que los problemas no hayan mejorado es la defección de la UCR que no impidió que se tomen decisiones equivocadas, actuó como quien pone en suspenso su propia identidad, como si tuviera temor a manifestar sus discrepancia. Hablo de la conducción, que no es lo mismo que el partido. Si en los últimos dos años el Comité Nacional hubiera cerrado sus puertas, no se hubiese notado la diferencia, un desierto de iniciativa e ideas.

– Hay quienes dicen que cuatro años más de este Gobierno puede llegar a ser muy dañino por una posible reforma laboral, los vencimientos de deuda y los condicionamientos del FMI. ¿Qué valoración hace de eso?

Para los que creen que ese no es el camino, claro. Yo me manifesté en contra de la reforma previsional y laboral. Me llama la intención que el partido en 2015 había cuestionado ese tipo de iniciativas, después lo terminó apoyando como la modificación de los haberes de los jubilados y el proyecto de reforma laboral que le pide sacrificio a los trabajadores en nombre de una compensación que nunca llega. En los lugares donde se ha aplicado esta política no se tradujo en generación de empleo o, en todo caso, terminó siendo de mala calidad. Esta es una receta liberal que puede estar bien inspirada pero que no da resultados. Por eso creo que un gobierno radical sería diferente, en todo caso la pregunta es porque nos juntamos en su momento.

– ¿Por qué se juntaron sabiendo que Macri era pro-mercado?

Nadie pensó que no lo fuera, incluso se aclaró lo que íbamos a hacer para evitar que eso efectivamente ocurriera. El partido iba a influir, no lo hicieron pensando que el remedio era peor que la enfermedad. A mí nadie me va convencer que las decisiones que no son buenas para el país, son buenas para el país. No es una sorpresa lo que hizo el Pro sino lo que hizo el radicalismo. Volviendo a tu pregunta, ¿por qué nos reunimos? Bueno, creo que hubo un argumento que era evitar que se profundice un proceso de deterioro y devaluación de valores fundamentales de la República. Yo creía que eso se podía evitar con el Frente Amplio UNEN que nos había dado tantos buenos resultados en 2013.

– ¿Y cómo esta hoy ese riesgo de deterioro institucional?

No se ha agravado, pero hay decisiones que, como la integración del Consejo de la Magistratura, que no se han modificado. El decreto reglamentario para la utilización de los DNU que nosotros siempre criticamos por no respetar la Constitución, sigue ahí. Transforma en regla lo que es la excepción. Es cierto que se ha recuperado el diálogo, no sé si por virtud o necesidad. Sin consenso y diálogo no era posible avanzar en proyectos concretos.

– ¿Puede que ser que esta defensa cerrada del Gobierno que se observa del radicalismo se produzca por temor a un retorno del peronismo al poder?

Eso le pasa a la sociedad. Hay muchos que votan a Unidad Ciudadana porque no quieren que gane el Pro, otros que votan a Cambiemos porque no quieren que gane Unidad Ciudadana. Por eso creo que hay que mejorar la calidad de la oferta electoral y no reproducir lo que pasó en 2015 que se organizó en función de la grieta y se votó por la negativa. Una forma de mejorar eso es presentar en una PASO un programa sustancialmente distinto al del gobierno, porque gobernar no es solo cuidar la República, es mucho más complejo.

– ¿Qué pasa si gana el peronismo?

Creo que pudiera ocurrir algo que por default el radicalismo podría transformarse nuevamente en un actor central de la política argentina porque no podría pasar con el Pro como partido político.

– ¿Cree que puede desaparecer?

Es una posibilidad porque hay muchos partidoS dentro del Pro y una derrota siempre genera fuertes heridas que un partido como el Pro no sé si podrá tolerar. Los partidos tradicionales tienen más capacidad de permanecer.

– ¿Qué sucede con usted si no hay PASO en Cambiemos?

Hay un dilema que debe resolver todo miembro de un partido político en el caso de existir contradicciones. ¿Qué prevalece? ¿Ser orgánico o la defensa de los intereses del país?. Me gustaría que los radicales respondan esto. Yo no quiero ser candidato, aclaro, pero de todas formas no voy a hacer nada en 2019 que no considere que sea positivo para mí país.

– Costaría ver a un Alfonsín fuera de la vida partidaria. ¿Alguna vez lo pensó?

Es muy difícil para mí porque las ideas del partidos parte de mi vida, pero lo que está pasando hoy con la UCR tiene que ver poco con la dimensión ideológica del partido, con su razón de ser.

Fuente: El Destape

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