Polémico línea para la superfinal River-Boca
La tensión previa a la revancha del superclásico más importante de la historia es demasiada y está enfocada en diversos focos. Los nervios van desde quienes van a entrar hasta como estará el clima, sin embargo anoche se supo también sobre quien caerá la responsabilidad de llevar las riendas del juego.
CONMEBOL hizo saber que el uruguayo Andrés Cunha (Montevideo, 42 años) será el juez de la final y que estará acompañado por Nicolás Tarán (línea 1) y como cuarto árbitro, el peruano, Víctor Carrillo, sin embargo la sorpresa fue la designación del línea número 2: Mauricio Espinosa.
Quizás el nombre no le sea muy familiar al futbolero promedio pero es muy recordado en Inglaterra después de no haber convalidado un gol increíble, para Inglaterra, en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Pero no sólo eso aparece en el historial de Espinosa, históricamente vinculado con los intereses de los poderosos del fútbol uruguayo que, durante años, fueron representados por el cuestionado árbitro Jorge Larrionda hoy Presidente de la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol y de la Comisión de arbitrajes de la FIFA y Conmebol.
Las actuaciones de Espinosa tras aquel papelón y sus vínculos con Larrionda alentaron al periódico uruguayo El Observador a realizar un seguimiento de su rendimiento y surgieron varias aristas particulares.
A instancias de Espinosa un jugador de Nacional fue expulsado tras treparse al alambrado pero Espinosa también había dirigido encuentros de Peñarol, donde se había repetido la situación y no mandó a expulsar a nadie. En un clásico de 2005 la terna uruguaya estuvo en uno de los clásicos más violentos y su tarea fue definida como “desastrosa” por la prensa charrúa.
Para los hinchas uruguayos Espinosa “es un títere” del poder futbolístico y no son pocos los que creen que su designación no fue casual. Este partido será el último de su carrera. Sí, su retiro será en la final entre River y Boca y nos son pocos los que sospechan de su llamativa designación.
Fuente: Infocielo