TV, lavarropas, heladeras y la crisis en el sector de electrodomésticos

Los empresarios del sector línea blanca tuvieron una reunión con Francisco Cabrera dos días antes de que fuese desplazado del Ministerio de Producción.

Le plantearon una larga lista de problemas que atraviesa esta rama de actividad. Se fueron del despacho con un apretón de manos, algunas promesas pero muchas dudas.

Sin embargo, la salida de Cabrera y la llegada de Dante Sica supone hacer borrón y cuenta nueva, aunque a medias: Sica ya asesoró a algunas de las compañías de electro que hoy están afectadas por la coyuntura.

Ahora, las empresas del sector están pidiendo auidencia para tener el primer mano a mano con el funcionario.

«Conocemos su perfil. Pero hay mucho trabajo por hacer y, honestamente, sabemos que no va a poder hacer milagros», se resigna un directivo fabril consultado por iProfesional.

Por lo pronto, un informe de Abeceb, emitido hace pocos meses -cuando todavía Dante Sica estaba al frente de la consultora- señalaba que para este año se abrían buenas perspectivas de crecimiento para el rubro de los electrodomésticos, «producto de una recuperación del poder adquisitivo».

Sin embargo, este escenario no se está plasmando en la realidad. De hecho, desde Ecolatina proyectan que el salario real de los empleados registrados caerá casi 3% a lo largo de 2018.

«Veníamos acelerando pero se cayó todo, como si a un tren que avanza lo frenaran en 100 metros». Así define el actual escenario Carlos Cornejo, presidente de la Federación de Cámaras Industriales de Artefactos para el Hogar (Fedehogar).

El sector, que da empleo a unas 21.000 personas en el país, está atravesando un duro momento, producto de un complejo combo de factores que golpea al ritmo de producción, llevando a que la mayoría de las plantas apelen a un mix de medidas para intentar sostener el empleo. 

En un contexto que conjuga disparada de costos, bajón de la demanda e incremento de importaciones (que operó mayormente hasta antes del salto del dólar), los fabricantes de heladeras y freezers, lavarropas y equipos a gas, como cocinas, termotanques y calefones, están apelando al recorte de horas extras, adelanto de vacaciones y a la solicitud del Procedimiento Preventivo de Crisis para evitar despidos.

Las complicaciones llevaron a que el sector de línea blanca esté operando en la actualidad con un nivel de capacidad ociosa mayor al 40%, de la mano de ventas que caen a un ritmo de entre 20% y 30% interanual. 

El sector más comprometido es el de heladeras freezers, donde más se sintió la competencia importada durante 2017 y el primer cuatrimestre de 2018. Ahora que el dólar está en cerca de $28, el mayor problema que enfrentan es la suba de costos y la caída de la demanda doméstica. 

«Esta rama emplea a unas 6.000 empresas de manera directa. Prácticamente todas las firmas estamos tomando medidas paliativas para evitar echar gente«, planteó una fuente vinculada con la entidad que nuclea a la industria de refrigeración.

El caso que más ruido viene haciendo es el de Mabe, empresa que opera en el parque industrial de San Luis y que suspendió a 250 trabajadores por el término de un mes, hasta el 2 de julio.

En medio de versiones cruzadas sobre el cierre de su planta ubicada en Haedo, provincia de Buenos Aires, se confirmó que estarán desactivando sus líneas de cocinas y heladeras. 

En paralelo, Rheem, que fabrica termotanques y calefones en San Luis desde hace 20 años, rescindió el contrato de 119 empleados. 

Rosario también es una plaza muy afectada, dado que en esa ciudad se produce el 90% de las heladeras nacionales. 

Gafa Bambi, dos de las principales fabricantes de equipos de frío de esa provincia, hace ya un año que presentaron un Procedimiento Preventivo de Crisis.

Sin embargo, el ex ministro de Producción de Santa Fe y actual diputado nacional del Frente Progresista, Luis Contigiani, adelantó que se sumarán más firmas al listado. 

Fuentes indicaron a este medio que hay Pymes que producen heladeras con más de 300 empleados que acaban de solicitar ese mismo procedimiento para el 100% de su plantilla. 

«Es una forma de atenuar un poco los costos laborales para poder pagar los sueldos y tirar para adelante hasta ver qué pasa. Todo esto se hace con el compromiso de no despedir personal», aseguró un industrial que pidió reserva de identidad.

Menos consumo
El mayor inconveniente que enfrenta el sector ahora es la caída de la producción por la desaceleración de la demanda, no solo minorista, sino también de las propias cadenas de retail.

«El sector de los artículos del hogar tiene su estacionalidad: en verano se venden más los equipos de frío, como heladeras y aire acondicionado, y en invierno, crece la demanda de artículos como calefones y termotantes», apuntó Cornejo.

El directivo indicó «es que la devaluación y la baja del consumo provocó que los comercios no puedan liberarse del stock de productos para el Mundial y esto está demorando las órdenes de compras de otros artículos del hogar, porque no pueden hacer frente con los pagos».

Para Cornejo, el nivel de compras también se vio afectado por el deterioro de las expectativas de los consumidores así como por los cambios que sobrevinieron tras la corrida cambiaria.

«Con una tasa de referencia del 40% es difícil que los comercios puedan seguir sosteniendo las condiciones de financiamiento que venían ofreciendo», indicó.

Según el directivo de Fedehogar, en 2017 la producción en general de este sector creció cerca de un 15%. Pero, el cambio de expectativas, el menor poder adquisitivo y el encarecimiento del crédito, está llevando a que este año «estemos cayendo en la misma proporción».

«En definitiva, estamos perdiendo todo el terreno que habíamos ganado en 2017», indicó.

Según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (UNDAV), salvo la producción de microondas y equipos de aire acondicionado, el resto de los productos venía de un 2017 con tasas de variación positivas: 

-En el caso de heladeras, se produjeron 1,2 millones de equipos, casi 200.000 más que en 2016.

-Las empresas dedicadas a la fabricación de lavarropas secarropas, en tanto, alcanzaron las 1,8 millones de unidades, 176.000 por encima del período previo.

Fuente. iProfesional

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