En busca de asegurar la gobernabilidad 2018

Como parte del operativo de pacificación lanzado por el Gobierno después de un fin de año turbulento y el fuerte costo político que pagó a raíz de la aprobación en diciembre -en medio de graves incidentes- de la ley de reforma jubilatoria, el gobierno de Mauricio Macri busca ahora sellar acuerdos directos con los líderes de los distintos bloques parlamentarios y garantizar la gobernabilidad “sin depender exclusivamente de los gobernadores”, fundamentalmente de los peronistas.

Según las invitaciones, el encargado de la convocatoria al almuerzo de senadores con Marcos Peña es el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo y el objetivo no declarado es cerrar la grieta en el Congreso para avanzar en las aprobación de las leyes que pedirá sancionar este año el Poder Ejecutivo, como las reformas laboral y política y el Código Penal.

”El jefe de Gabinete quiere invitarlos a un almuerzo el día martes 3 de abril a las 13, en Casa Rosada, para analizar la situación nacional”, sostuvo Pinedo en la convocatoria, que llegó vía e-mail a todos los jefes de bloques del Senado.

Mientras Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, serán los anfitriones del encuentro, entre los invitados figuran los senadores Miguel Angel Pichetto (PJ), Juan Carlos Romero (Interbloque PJ Federal), Marcelo Fuentes (FpV), Fernando Pino Solanas (Proyecto Sur UNEN), Guillermo Pereyra (MPN), Magdalena Solari Quintana (Frente Renovador de la Concordia), Adolfo Rodríguez Saa (Unidad Justicialista), Luis Naidenoff (UCR), Angel Rozas (UCR), Humberto Schiavoni(Frente Cambiemos), Ada Rosa Del Valle Itúrrez de Cappellini (Frente Cívico por Santiago del Estero) y Daniel Lovera ( Alianza Frente para la Victoria pampeano).

Fuentes de la Casa Rosada precisaron que la orden de Macri es “despegar al Poder Ejecutivo” de lo que suceda este año en el Congreso y que solo participará del diseño de “la estrategia” política a seguir, pero que “la táctica” de las negociaciones con la oposición parlamentaria con la que buscará los acuerdos quedará a cargo de los titulares del Senado y de Diputados, Pinedo y Emilio Monzó, respectivamente.

“Queremos acuerdos parlamentarios, no vamos a recurrir a los gobernadores para sacar todas las leyes”, dijeron fuentes del Gobierno que ratificaron que la idea es “no estresar más la relación con los gobernadores ni depender más de ellos para sacar todo”, en referencia a las leyes que pidió Macri para este año.

Más allá de la discusión electoral que se viene el año próximo, el temor del Gobierno es repetir la crisis política y el costo que pagó la Casa Rosada en medio de la discusión por la reforma jubilatoria en diciembre pasado.

En ese plan de “pacificación” que plantea ahora el Gobierno, figura la búsqueda de estos “consensos” y bajar las reformas que no tengan apoyo mayoritario, como la primera reforma laboral, de la que bajaron las exigencias del Ejecutivo para modificar los convenios colectivos de trabajo y presentarán solo –tal como anunció el propio Macri en la apertura de sesiones ordinarias el 1 de marzo- dos proyectos de ley fragmentados en el blanqueo de empleados en negro, y la de fomento de pasantías laborales.

En la Casa Rosada especulan con que, más allá de las tensiones crecientes que atravesarán este año con los gobernadores opositores, que en vísperas de un año electoral como será el 2019 buscarán despegarse de la Casa Rosada e incluso separar las elecciones provinciales de las nacionales, mantendrán negociaciones relacionadas al financiamiento, coparticipación y cumplimiento hacia este fin de año, del pacto y la ley de responsabilidad fiscal.

“Creemos que hacia fin de este año los gobernadores van a cumplir con la baja del déficit fiscal” comprometido, se esperanzan en la Casa Rosada y advierten que, según ese pacto, firmado por Macri y todos los gobernadores con excepción de dos -San Luis y La Pampa-, “no pueden aumentar el empleo público por arriba del crecimiento poblacional”.

Este viernes, en ese plan de “pacificación”, el jefe de Gabinete se mostró en un acto en la provincia de Santa Fe con el gobernador socialista Miguel Lifschitz, al compartir el acto de inauguración de la Central Térmica Timbúes en esa localidad cercana a la ciudad de Rosario, que aportará 170 megavatios de potencia eléctrica al Sistema Argentino de Interconexión.

Peña insistió desde Santa Fe en convocar al “trabajo en equipo” para alcanzar “las transformaciones” que impulsa el Gobierno y pidió seguir “apostando a ese desarrollo energético que va permitir crecer por las próximas décadas”.

En un gesto de acercamiento al gobernador opositor, que mantiene un enfrentamiento con la Casa Rosada no solo por las críticas al plan económico sino por la deuda que la Nación mantiene en materia de coparticipación federal, conflicto que llegó a la Corte Suprema de Justicia, Peña transmitió «el saludo del presidente Macri, quien con mucho orgullo pidió que agradeciera toda esta tarea que, en conjunto, se ha logrado acá, y pedirles que sigamos en esta línea trabajando, avanzando y transformando juntos este país”.

En declaraciones a medios de prensa, Peña anunció que «la semana próxima la Nación convocará al gobernador Lifschitz a una reunión en que se le formulará una propuesta formal” por «la deuda que el Estado mantiene con la provincia de Santa Fe”.

“A partir de eso esperamos que se pueda iniciar un proceso de diálogo y un acuerdo”, admitió Peña.

Por otro lado, sostuvo que la economía lleva siete trimestres seguidos de crecimiento, dijo que la cantidad de empleos también viene en aumento y prometió que “la inflación de este año va a ser más baja que la del año anterior y la del año próximo más que la de 2018”.

Fuente: Letra P

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