El dilema de Macri por biodiésel: denunciar o no a Trump en la OMC

El gobierno del presidente Mauricio Macri volvió a vivir la dura realidad de la política «América Primero» de su colega estadounidense, Donald Trump. El Departamento de Comercio del gobierno norteamericano anunció este jueves el aumento de aranceles para el ingreso de biodiésel argentino a su país, una medida que ya había sido anticipada en privado a la administración de Cambiemos y oficializada dos semanas después de la visita del secretario de Estado, Rex Tillerson, a la Casa Rosada, para no empañarla.

«Al menos esta vez se tomaron un tiempo para blanquear la decisión», dijo un funcionario de Balcarce 50 en referencia a la visita que hizo al país en agosto el vicepresidente Michael Pence, que blanqueó que la Argentina podría exportar carne sin hueso a Estados Unidos, pero a cambio de aceptar la importación de carne de cerdo norteamericano. El dato fue mencionado por el segundo de Trump y empañó una agenda comercial bilateral negativa para la Casa Rosada, con una pendiente deficitaria récord que en diciembre de 2017 tuvo un saldo desfavorable de 8.471 millones de dólares, que surge de importaciones que ingresaron por 66.899 milllones de verdes y por las exportaciones argentinas a Estados Unidos, que cerraron en 58.428 millones. La Argentina nunca había tenido un déficit de ese nivel con la potencia norteamericana, con un total equivalente al 1,5% del PBI nacional.

Las luces rojas para el biodiésel argentino se encendieron en noviembre, cuando «el Departamento de Comercio determinó que la Argentina está otorgando subsidios injustos a sus productores», según informaron los voceros de Ross para confirmar en forma definitiva el aumento de las tasas del 71,45% al 72,28%, pero ahora llegarán al 86,41%. El aumento es el resultado de la investigación que había anunciado el área de Comercio por presuntas medidas de dumping. Con la confirmación de las pesquisas vino el cierre de un mercado de 1.200 millones de dólares anuales, que afectan directamente a los productores argentinos de biodiésel de Santa Fe y la provincia de Buenos Aires.

El año pasado, la Cancillería había advertido la posibilidad de hacer una demanda contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio, pero luego de la nueva sanción fiscal, los funcionarios del Gobierno admitieron que esa medida todavía «está en discusión», un tema que genera rispideces internas dentro del Gobierno, al interior del gabinete económico, y también entre la Casa Rosada y los encargados comerciales del Palacio San Martín. Algunas de las críticas golpean la puerta del ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, por la «ausencia de un lobby más activo en Washington, ahora que tienen un embajador que viene de los agronegocios», confió una fuente en referencia a Oris de Roa, ex socio del magnate Gustavo Grobocopatel. «La Rural le regaló un bono de 500 mil dólares a Etchevehere, pero la embajada argentina en Estados Unidos solamente se gastó 60 mil en lobby durante todo el año, cuando los lobistas del biodiésel norteamericano nos pasan por encima», se quejó la fuente.

«Lo del jueves ya era sabido. Es algo similar a lo que sucedió con la investigación de los subsidios, pero, como tienen muchas instancias de confirmación y ratificación, hay procesos entre las preliminares y las que se efectivizan. Pero es lo mismo que el año pasado incrementar aranceles al biodiésel aduciendo subsidios y dumping«, resumió una fuente del Palacio San Martín que buscó desdramatizar el nuevo revés de Washington.

Una fuente cercana al canciller Jorge Faurie justificó la cautela para recurrir a la OMC, porque hace dos semanas el secretario Ross estaba buscando una negociación con el National Biodiesel Board (NBB), el grupo de lobby de los farmers norteamericanos que hicieron fuertes aportes a la campaña electoral de Trump. La NBB ya había presentado dos demandas por dumping ante el Departamento de Comercio y las gestiones de Ross buscaron suavizar sus consecuencias, pero los gestos no pasaron de las intenciones.

Sin embargo, la principal razón del freno a una demanda contra Trump ante la OMC tiene que ver con una espera que algunos funcionarios consideran «determinante» para paliar los números rojos para Argentina que implica la nueva relación bilateral con Estados Unidos. Hace una semana, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto para renovar el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) por tres años, que Trump había anunciado en diciembre para equilibrar las malas noticias para su amigo Macri. El permiso implicaría arancel cero para 30 productos locales que ya se exportan a Estados Unidos por 380 millones de dólares. La ventaja fiscal ya rigió hasta 2011, fue anulada con el default argentino y ahora se reanudaría hasta 2020 para frutas como frutillas y manzanas secas, además de vinos, aceite de olivas, cueros y maníes.

Fuente: Letra P

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