El primer conflicto gremial que causó el ingreso de las low cost

El ingreso de las low cost que propició el gobierno de Mauricio Macri al negocio aerocomercial argentino ya está cambiando la lógica con la que se manejan las empresasy al mismo tiempo afectando derechos laborales. La política de cielos abiertos permite entrar a competir a nuevos operadores con la esperanza de que los pasajeros puedan volar a precios más accesibles. Sin embargo los cambios ya comienzan a alterar la dinámica de trabajo de muchos gremios vinculados con el negocio aerocomercial.

El Sindicato de Tripulantes de Cabina anunció este lunes la primera medida de fuerza vinculada a los cambios que está generando el ingreso de las low cost al país. Es que hace 45 días LATAM decidió dejar de entregar comida y bebida a los pasajeros de vuelos de cabotaje como parte del servicio incluido en el precio de la tarifa pagada y comenzó a cobrar por ellas.

Paula Marconi, secretaria general del Sindicato de Tripulantes de Cabina de LATAM explicó que «las nuevas funciones que nos quieren asignar son totalmente ajenas a las inherentes a la Licencia de Vuelo razón por la cual deben ser retribuidas como lo establece la Ley de Contrato de Trabajo».

Marconi explicó que las funciones de los tripulantes de cabina están vinculadas con la seguridad a bordo y aunque el reparto de una cajita y bebida a granel sin costo formaba parte de sus funciones complementarias, la empresa cambió ahora el formato del negocio. «Esto es completamente distinto a lo que veníamos haciendo y no tiene nada que ver con nuestra función que es la seguridad arriba del avión. Ahora tenemos que responder ante los requerimientos de una variedad bastante amplia de productos que están a la venta» explicó a este medio.

«Por eso decidimos no vender más hasta tanto la empresa realice una propuesta que se ajuste a estas nuevas funciones que se nos atribuyó» siguió.

Según explicó la empresa puso a prueba durante 45 días el nuevo esquema. El tiempo de prueba venció el fin de semana pasado y sin ningún tipo de propuesta por parte de la empresa los tripulantes de cabina decidieron dejar de cumplir con esa función adicional que se les había impuesto.

«Nuestra tarea primaria es la seguridad, esto va más allá de que estemos negociando una comisión o no. Pero empiezan a darnos funciones nuevas por la que no nos pagan y nos distraen de nuestra tarea primaria. La empresa tranquilamente podría subir gente que se dedique exclusivamente a la venta mientras los tripulantes de cabinas ejercemos una función de seguridad a bordo, nos ocupamos de la seguridad de los pasajeros y de la tripulación, estamos entrenados para evacuar el avión en 90 segundos, prestar primeros auxilios a quien lo requiera, tenemos asignada la responsabilidad de la custodia de menores no acompañados que estén a bordo, también estamos entrenados para manejar equipos de emergencia relacionados con el fuego» advirtió Marconi quien resaltó que aunque no se niegan a adaptarse a los cambios tampoco aceptan que todo el peso recaiga sobre los trabajadores mientras la compañía engrosa sus márgenes de ganancia.

Y concluyó: «Esta tarea implica una gran responsabilidad y queremos proteger la operación. Necesitamos que la empresa asuma este problema y nos proponga un pago acorde a esta nueva tarea. No estamos pidiendo nada que no esté contemplado en la legislación vigente».

La medida afecta sólo a los vuelos de cabotaje ya que en los internacionales se mantiene, por ahora, el esquema tradicional.

Fuente: Minutouno

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