Agresión a Macri no fue complot: menor indagado. La Bonaerense falseó operativo

La Policía de la provincia de Buenos Aires habría falseado la cantidad de efectivos desplegados en el operativo en Mar del Plata donde se produjeron los incidentes que derivaron en la agresión contra el vehículo que trasladaba al presidente Mauricio Macri y a su comitiva, el 12 de agosto pasado. A esa conclusión llegó el equipo de fiscales designados para investigar los hechos que ayer logró la detención de un joven -cuyos datos no trascendieron por ser menor de edad- que fue identificado como quien arrojó una piedra y debió presentarse en el Juzgado Federal N° 1 de Mar del Plata acompañado por sus padres. Sin embargo, lo más relevante a nivel institucional es la denuncia por «fraude» por el costo de un operativo que no fue provisto por la fuerza local, que tampoco aseguró las condiciones mínimas de seguridad que habían sido requeridas por Casa Militar.

«Descoordinación y descontrol». Así fue calificado el operativo por los fiscales generales Marcelo Molina, Alejandro Cántaro y Mónica Cuñarro, quienes en 15 días y contando con el material fílmico de los hechos (incluso de Youtube), testimonios y actas policiales, dieron con el agresor que arrojó un objeto «compatible con una piedra» que impactó en el costado del vehículo presidencial, lo que «puso en peligro la seguridad» de Macri. La detención del joven ocurrió finalmente a la tarde de ayer, cuando el menor de 17 años -cuyas características de pelo corto oscuro y buzo color azul con vivos blancos al momento del hecho- se presentó ante el juez Santiago Inschausti, quien dispuso su indagatoria. Sin antecedentes penales preliminares, su situación avance probablemente hacia una suspensión de juicio a prueba.

Vallado deficiente

Sin embargo, el trío de fiscales designados por Alejandra Gils Carbó -nombrados para el caso luego de un entrevero con el juez subrogante Alfredo López, quien llegó a denunciar a otros fiscales a quienes les achacó posiciones políticas y autoconvocó a una insólita marcha a su favor- hizo foco en la actuación policial el día del hecho, donde hubo incidentes previo a la llegada de Macri, durante su discurso y en su traslado de urgencia para evacuar el lugar. Según testimonios, el deficiente vallado del lugar permitió que grupos antagónicos, a favor y en contra del Gobierno, tuvieran acceso al lugar donde dio el breve discurso Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente Daniel Arroyo. Civiles debieron improvisar un escudo humano para evitar que los manifestantes ya mezclados, bloquearan la salida de los autos oficiales, dispuestos a una salida de emergencia, indicó el dictamen de 31 carillas al que accedió Ámbito Financiero.

López no preservó prueba

Los fiscales también apuntaron al juez López quien actuó tras recibir un informe policial diez horas después de producidos los hechos «sin preservar el lugar de los hechos ni la prueba en forma urgente» y sin recabar datos previos. «Una de las medidas ordenadas por el Juez Federal fue la realización de medidas de inteligencia investigativa respecto de uno de los grupos opositores al partido gobernante», detallaron, lo que motivó la queja de la fiscal Laura Mazzaferri por violatoria de la ley de Inteligencia Nacional. El cuestionamiento hacia la actuación de López por la ausencia de medidas que debió tomar, para los investigadores «enturbió toda la investigación y fue utilizado de forma política por el magistrado subrogante, que por el tenor de las acusaciones dadas en la conclusión, quedó a un paso de un pedido de juicio político por su irregular actuación.

«No se ha recogido indicio o prueba alguna, ni el más mínimo, sobre la existencia de un complot, conspiración, sedición, plan armado o siquiera mínima estrategia colectiva para atacar, amenazar, incitar a la violencia, intimidar o de cualquier otro modo poner en riesgo cualquiera de los bienes jurídicos tutelados», concluyó el dictamen fiscal.

Pero la investigación fue más allá: «Se libró una orden de servicio por un total de 231 efectivos y equipamiento y sólo había en el lugar un total de 80. Es decir, sólo en las formas se cubría el lugar con la cantidad de efectivos suficientes, mientras en la realidad eran la tercera parte», subrayó el equipo del Ministerio Público Fiscal. La falsificación que fue facturada por la Policía provincial, generó que el operativo se saliera de control, con vallas móviles, mal ubicadas y sin capacidad de reacción frente a un avance de los manifestantes. Lejos del complot, la impericia policial pudo poner más en riesgo a Macri que el piedrazo que recibió el vehículo. Con estas constancias, la situación del jefe de la fuerza Pablo Bressi -quien salió inmediatamente a negar la agresión con una piedra- quedó más comprometida por su responsabilidad funcional en el malogrado operativo.

Fuente: ámbito.com

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