«Prueben una corrupción mía y yo mismo iré a que me pongan preso»

«Los desafío a que prueben una corrupción que yo haya cometido y seré yo el que iré caminando para ser detenido; ellos tienen que aprender que no están habituados al hecho de que conquisté el derecho de andar con la frente en alto en este país», dijo.

En un discurso de casi una hora y media durante el cual lloró, el ex mandatario sostuvo que quieren terminar con su vida política y, tras repasar su historia de vida, de la pobreza extrema a la presidencia, dijo que es víctima de una injusticia por parte de fiscales que buscan «cinco minutos de gloria» con un«show pirotécnico».

Rodeado por la máxima dirigencia del arco de izquierda y de los movimientos sociales del país, en un hotel del centro de San Pablo, Lula respondió con una declaración al Ministerio Público Federal que lo denunció ante el juez Sérgio Moro de ser el dueño encubierto de un departamento en la playa de Guarujá pagado como soborno por una empresa constructora involucrada en el escándalo de Petrobras.

Lula advirtió que puede ser candidato a presidente en 2018 y que «por más que intenten criminalizar al Partido de los Trabajadores» hay «millones de Lulas» en las calles.

«No voy a enojarme ni perder el sueño por causa de esto, que sigan hablando, que hagan una mentira mediática, la historia apenas comenzó cuando algunos piensan que terminó; tengo 70 años con ganas de vivir otros 20», dijo frente a la decisión que tendrá que tomar Moro en cinco días hábiles, sobre la aceptación o no de la denuncia.

La declaración de Lula se dio en el marco de la reunión de la dirección ejecutiva del Partido de los Trabajadores (PT), que emitió una resolución en la cual acusó a los fiscales de la ciudad de Curitiba de haber «conspirado para el golpe» que permitió el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, destituida el 31 de agosto.

Todos los dirigentes se hicieron eco de la frase del fiscal de que «no hay pruebas pero sí convicciones» durante la presentación de la denuncia en la que se habló de Lula como «comandante máximo» del escándalo de Petrobras, aunque la denuncia no incluye el delito de asociación ilícita.

Lula afirmó que los fiscales se aliaron a los medios «a partir de mentiras, y cuando se empieza a mentir no se termina más, entonces necesitan llegar al fin de la novela, logrando que exista un villano y un héroe»

Además de Lula, fueron denunciados por lavado de dinero su esposa, Marisa Leticia Rocco, el titular del Instituto Lula, Paulo Okamotto, y otras cinco personas vinculadas a la empresa OAS, cuyo dueño, Leo Pinheiro, está preso por corromper funcionarios y políticos.

Okamotto está vinculado con el archivo presidencial de Lula, compuesto por regalos recibidos en ocho años de gobiernos que todos los presidentes son obligados a llevarse.

«Varias toneladas de regalos que el pueblo le dio a Lula, necesitaban ser matenidos en depósitos adecuados y es por eso que la empresa OAS aceptó mantener este archivo cultural del país; el problema es que la ley obliga a los ex presidentes a llevarse los presentes pero no ofrece un lugar para guardarlos», comentó Okamotto a Télam.

Los abogados de Lula anunciaron que denunciarán a los fiscales de la operación Lava Jato ante la segunda instancia de la procuradoría debido a que para anunciar los cargos contra Lula alquilaron un hotel y equipamiento en Curitiba «para montar un espectáculo».

Lula se quebró al pedir a los fiscales que se disculpen y que tengan respeto por su familia y que toda su vida está expuesta tras el allanamiento de su cada. «Se llevaron los Ipads de mis nietas, buscaban refinerías de Petrobras debajo de mi colchón», dijo.

Tuvo tiempo también para analizar que la caída de Rousseff se produjo por un «golpe» que transformó «en una elección indirecta en el Congreso» la llegada de Michel Temer a la presidencia, que según el «pone en riesgo los derechos conquistados por los trabajadores».

• Condenaron a 9 años de cárcel a empresario vinculado al PT por Petrobras

La Justicia brasileña condenó al empresario José Carlos Bumlai, vinculado al Partido de los Trabajadores, a 9 años y 10 meses de prisión por su participación en actos de corrupción detectados en la estatal Petrobras.

El juez Sergio Moro, quien concentra las investigaciones de la red de corrupción que operó en la petrolera estatal, condenó a Bumlai por los delitos de fraude y corrupción pasiva.

Bumlai, empresario del sector agropecuario, fue detenido el año pasado acusado de contratar un préstamo fraudulento cuyo destinatario final era el ahora opositor Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, reseñó EFE.

De acuerdo con la denuncia ofrecida por la Fiscalía, Bumlai ofreció apoyo político al grupo financiero Schahin para conseguir contratos con Petrobras y a cambio obtuvo préstamos bancarios cuyo destinatario final eran «agentes políticos», vinculados al PT.

Otras siete personas fueron condenadas en el mismo proceso, entre ellas el ex tesorero del PT Joao Vaccari Neto, acusado de recibir el dinero del supuesto préstamo que Bumlai firmó con el banco Schahin.

En un primer momento Bumlai se mostró predispuesto a firmar un acuerdo de cooperación judicial a cambio de una reducción de pena, pero el requisito para rebajar la condena implica que el acusado ofrezca datos nuevos sobre la trama de corrupción, lo que no fue aportado por el empresario.

Según el juez Moro, lo admitido por Bumlai había sido revelado previamente por otros condenados, por lo que no «hubo colaboración», aunque sí una «confesión parcial» de los hechos.

Fuente: ámbito.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *