Desnutrición y obesidad: los síntomas de una Argentina con hambre

Desayuno: mate cocido con tortas fritas. Almuerzo: guiso de fideos con carne o pollo (huesitos, porque para otra cosa no alcanza). Merienda: chocolatada con más tortas fritas. Ése fue el menú que ofrecieron este martes el Movimiento Barrios de Pie y otras organizaciones, a cargo de unas 100 ollas populares en distintos puntos de la Ciudad con el objetivo de denunciar la «situación de pobreza» en el distrito.

COMER PARA LLENARSE

«En todos los comedores aumentó un 30 por ciento la cantidad de gente. Hay familias con hambre, en lista de espera… Estamos hablando de Capital Federal. Esto antes no pasaba», afirmó aminutouno.com el referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Rafael Klejzer, a cargo de la organización de la olla popular frente al Obelisco.
La mayor cantidad de gente en los comedores no tiene su correlato en una mayor asistencia estatal: «El gobierno porteño no nos da más más partida presupuestaria que hace un año. En algunos casos la mantuvo igual, en otros la recortó», dijo el dirigente. Por ese motivo, las organizaciones sociales se hacen presentes allí donde el Estado se ausenta: deben repartir una menor cantidad de comida a una mayor cantidad de personas con hambre.
Además, explicó que muchos chicos comen «para llenarse» y eso tiene consecuencias en la salud. «A los comedores van pibes malnutridos: algunos con desnutrición, otros con obesidad por comer muchas grasas y harinas», detalló y describió: «El menú que manda (el jefe de gobierno porteño) Horacio Rodríguez Larreta no es malo, es igual al de los comedores escolares. El problema es que si te dan comida para 100 pibes y necesitás alimentar a 300, en lugar de darles milanesas les tenés que hacer un guiso con eso. Agregás arroz, fideos, lo que haya. Por eso baja la calidad».
Rafael Hernández, un cooperativista que milita en Libres del Sur desde 2011 y coordina prácticas solidarias en la Villa 31, describió aminutouno.com que a raíz de la campaña que hicieron en los comedores, con un metro y una balanza, pudieron observar gran cantidad de casos de malnutrición infantil en Capital. Afirmó también que hay muchos chicos con obesidad y que «el gobierno da alimentos, pero no alcanzan. Además, prioriza sus barrios amigos en los que tienen punteros -como en Lugano donde está Margarita Barrientos- y les da mayor asistencia».
«VENGO PORQUE QUIERO TRABAJAR»
Mercedes tiene 49 años y cinco nietos, a quienes quería llevar a la olla popular del Obelisco pero no pudo hacerlo porque no le alcanzaba «con lo que tenía en la SUBE». Vive en la Villa 15 y está desocupada. «Trabajaba en una empresa chiquita y hace unos meses me despidieron. Siempre tuve changas, pero ahora no me sale nada», relató a minutouno.com y explicó: «No me quieren dar trabajo porque ya soy abuela y piensan que estoy vieja, pero si yo no aporto, ¿cómo me voy a poder jubilar? Me faltan la mitad de los aportes. Antes, el personal doméstico no tenía aportes».
-¿Te puedo preguntar a quién votaste?

-Y, lo voté a Macri porque hablaba de cambiar… ¿A quién iba a votar? Yo estaba mal y ahora peor. Nos vio cara de bobos».
Con una sonrisa tristona, Mercedes insiste, casi exculpándose: «No quiero un plan. Yo vine para ver si consigo trabajo en alguna cooperativa. No consigo nada, porque para muchos ya soy vieja y no tuve educación».
MALNUTRICIÓN EN LA ARGENTINA
El director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), Isaac Yuyo Rudnik, habló con minutouno.com sobre los resultados del último informe sobre desnutrición en el Conurbano.»Hay un 44 por ciento de chicos en estado de malnutrición, repartidos entre sobrepeso, obesidad y desnutrición», afirmó.
Y enfatizó: «Tanto en la Provincia como en la Capital, hay un incremento muy importante de la demanda de los comedores de los movimientos sociales. Hay un aumento importante de la demanda de chicos que antes no se quedaban a comer en el comedor de la escuela y ahora sí. Hay manifestaciones inmediatas que son muy evidentes y esto no lo decimos solo nosotros: Margarita Barrientos, de gran afinidad con el Gobierno, dijo que se incrementó un 50 por ciento la demanda en su comedor, lo mismo que dice la Iglesia sobre el aumento de la gente que concurre a Cáritas. La situación es alarmante».
Fuente: Minutouno

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